Sagunto albergará la fábrica de baterías de Volkswagen, que anuncia una inversión de 7.000 millones en España

El presidente del Consejo de Administración de Seat, Thomas Schmall, ha confirmado este miércoles la intención del Grupo Volkswagen, su matriz, de instalar una fábrica de baterías eléctricas en Sagunto (Valencia). La automovilística, que prepara una inversión de 7.000 millones de euros en España, prevé empezar a construir la nueva planta a finales de año. “Queda pendiente la aprobación definitiva del PERTE”, ha asegurado Schmall, sobre la convocatoria de ayudas para la recuperación a la que se presentará el grupo “en los próximos días”. Según la multinacional, la planta de Sagunto entrará en producción en 2026, empleará a 3.000 personas y será una pieza clave en la “mayor inversión industrial individual de la historia de España”. Seat ha hecho el anuncio en una valoración de sus resultados de 2021, año en que la crisis de semiconductores disminuyó un 25% su producción y llevó a un cierre de ejercicio con 256,3 millones de pérdidas.

El Grupo Volkswagen ha confirmado su intención de invertir en Sagunto, como avanzó EL PAÍS, en una rueda de prensa en Barcelona. La multinacional ha tenido en cuenta “más de cien criterios” para decidir el emplazamiento y ha destacado de la localidad valenciana su fácil acceso a las instalaciones portuarias y a la conexión con las plantas de Martorell (Seat) y Pamplona (Volkswagen). La fábrica de celdas eléctricas será la “mayor después de la de Alemania”, ha detallado Schmall, que ha añadido que contará con una capacidad de producción de 40 gigavatios por año. Con la elección de Sagunto quedan descartadas las propuestas de Cataluña, Aragón, Extremadura, País Vasco y Galicia para albergar la gigafactoría. El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha calificado el anuncio de “la mejor noticia empresarial en medio siglo” y la ha comparado con la llegada de Ford en Almussafes (Valencia) en 1976.

El grupo industrial alemán no descarta “entablar un diálogo con otros socios” en referencia a un posible acuerdo con la planta de Ford, a unos 50 kilómetros, para utilizar las baterías eléctricas que se fabricarán en Sagunto. No obstante, el presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha matizado que el grupo “tiene que ver cuáles son las limitaciones en cuanto a capacidad” y la cantidad de baterías que van a necesitar para sus propios modelos. Griffiths ha explicado que los 7.000 millones anunciados corresponden a la inversión privada (junto a varios socios) porque la compañía “aún no puede confirmar” la cantidad a la que accederá por las subvenciones del Gobierno. Seat, que dará a conocer en detalle la inversión cuando formalice la petición de ayuda pública, ha avanzado que 3.000 millones servirán para electrificar la planta de Martorell.

La guerra en Ucrania está impactando también en el ritmo de fabricación de Seat. Griffiths ha definido los últimos tres años como “la tormenta perfecta” para el sector de la automoción. A pesar del paro en la producción de piezas en Ucrania, la planta de Martorell continúa funcionando, a diferencia de las de Wolfsburgo y Zwickau (Alemania), que han tenido que interrumpir su actividad. “Si esto persiste podría afectar más a nuestra producción que la pandemia o la falta de semiconductores”, ha alertado el presidente de Seat, al tiempo que ha pedido la cooperación de los sindicatos para encontrar vías para flexibilizar el trabajo según la disponibilidad de componentes. En ese sentido, según Europa Press, Seat cambiará la tipología de ERTE que ya aplica a parte de su plantilla y añadirá posibles impactos por la guerra y la huelga de transportistas, medida que han celebrado tanto UGT como CC OO.

La compañía del grupo Volkswagen ha reconocido que el año pasado no fue óptimo por la escasez de semiconductores. Las pérdidas después de impuestos (256,3 millones) fueron un 32% superiores a las de 2020 (194,2). Pese al menor volumen de producción, las ventas de Seat y Cupra crecieron más de un 10%, con 471.000 unidades, unas cifras “propulsadas por Cupra y los modelos electrificados”. El modelo Cupra, que supone un 25% de los ingresos, triplicó las ventas con 80.000 unidades, principalmente vendidas en Alemania, España, Reino Unido, Italia y Francia. Griffiths ha anunciado que la marca eléctrica lanzará en 2024 un nuevo modelo SUV que se producirá en Hungría. Seat, por su parte, tuvo el año pasado una reducción del 2% en ventas.

Incentivos al coche eléctrico

Griffiths ha insistido en la importancia de transformar su negocio hacia el vehículo eléctrico, aunque en España solo tiene actualmente una penetración del 7,5%. El presidente de la compañía ha recalcado la necesidad de impulsar una red de puntos de recarga de baterías en el país e incentivar la compra de estos vehículos desde las administraciones. “Cuando llegué a la compañía, hace cinco años, la electrificación no estaba ni en el orden del día”, ha explicado Griffiths. Según él, la crisis derivada de la pandemia ha adelantado “por lo menos diez años” el camino hacia la consolidación del coche eléctrico.