Almirall se dispara en Bolsa tras anunciar la sustitución del presidente por su hijo

La compañía farmacéutica Almirall tendrá un nuevo presidente. La compañía familiar, que ha presentado este lunes los resultados anuales, ha anunciado que Jorge Gallardo cederá la presidencia a la tercera generación de esta empresa multinacional, y que el cargo lo asumirá su hijo Carlos Gallardo a partir de la próxima junta general de accionistas, que se celebrará en mayo. El relevo se lleva a cabo tras dos ejercicios de recorte de beneficios: en 2020, Almirall ganó 74,3 millones, un 30% menos que el año anterior; y en 2021 cerró con 40,9 millones de pérdidas debido a deterioros contables de varios de sus productos, aunque las ventas crecieron en sectores estratégicos. Coincide además con un momento de plena transformación del laboratorio catalán, que quiere potenciar sus productos dermatológicos y que el año pasado fichó un nuevo consejero delegado para pilotar la transformación. Las acciones de la farmacéutica se han disparado un 8,29% tras el anuncio.

El relevo del actual presidente, que tiene 80 años y está ligado a la empresa desde 1965 y al frente de la misma desde 1988, ha sido una decisión meditada desde hace tiempo. En noviembre, Carlos Gallardo fue nombrado vicepresidente del consejo de administración de la firma. Antes, había empezado su carrera en el ámbito del sector farmacéutico trabajando para Pfizer en Estados Unidos, e incorporándose en Almirall en la última década con diferentes cargos. También tiene experiencia como inversor en empresas emergentes del ámbito de la salud digital. “Estoy muy contento de asumir este nuevo reto como presidente de Almirall y poder contribuir desde esta posición a llevar la compañía al liderazgo mundial en el campo de la dermatología médica. Almirall está lista para afrontar este reto y es muy estimulante formar parte de esta ambición”, ha expresado Carlos Gallardo tras el anuncio del relevo en la presidencia.

Jorge Gallardo, de quien la empresa ha destacado este lunes haber dirigido la compañía “con una gran distinción”, también ha renunciado a su puesto como miembro del consejo, unos cambios que se formalizarán el próximo 6 de mayo en la junta de accionistas. “Ha sido un verdadero privilegio y placer liderar Almirall. Hemos cosechado muchos éxitos y también nos hemos enfrentado a diversos retos. Estoy convencido de que la compañía tiene un futuro prometedor por delante”, ha afirmado el aún presidente.

El reto de la nueva generación es precisamente afianzar la transformación de la compañía farmacéutica, que desde su fundación ha destacado por medicamentos como el Almax o por productos respiratorios (una línea que vendió en 2014 a AstraZeneca), en una compañía más centrada en la dermatología médica y con especial incidencia en mercados como el estadounidense y el europeo, y con la intención de penetrar más en el mercado chino. El que fue fichado en mayo pasado como consejero delegado, Gianfranco Nazzi, tiene experiencia en este ámbito tras su paso por la empresa israelí Teva.

Este proceso de transformación explica que pese a los resultados presentados este lunes, la bolsa haya respondido positivamente. Almirall perdió en 2021 40,9 millones de euros, y lo ha atribuido al deterioro en 103 millones de euros del valor contable de varios aspectos: su producto Seysara, el antibiótico para curar el acné; de la cartera legacy de Estados Unidos; y al pago por la opción de compra de Bioniz, finalmente no ejecutada. Pese a ello, las ventas de la multinacional fueron el año pasado de 827,7 millones, un 2,5% más, impulsadas por el negocio dermatológico. Destaca la buena acogida del nuevo producto Illumetri, contra la psoriasis. La compañía también ha comunicado que retribuirá al accionista con un dividendo de 0,19 euros por acción que someterá a aprobación el 6 de mayo de 2022.