Turquía para la industria durante tres días por problemas en el suministro de gas iraní
Los industriales están “conmocionados” por la drástica medida, que se atribuye al rápido descenso de las reservas de gas
El Gobierno turco ha ordenado parar a la industria durante tres días ante los problemas de suministro de gas iraní y el rápido descenso de las reservas, lo que ha obligado a decretar cortes eléctricos, una medida extraordinaria que ha “conmocionado” al sector. Ankara ha despachado una delegación a Teherán para tratar de solventar la crisis de suministro, que podría causar graves pérdidas económicas en un país que en los últimos dos años ha ganado peso como alternativa a las fábricas de China.
Casi el 40% de la electricidad turca se produce en plantas de gas y Turquía depende para ello de las importaciones de gas de Rusia, Azerbaiyán e Irán. Este último suministra en torno al 16% de las necesidades gasísticas turcas, pero la semana pasada el gasoducto que une ambos países sufrió un problema en una de las plantas de bombeo del lado turco y Teherán anunció una pausa de diez días en el suministro. Con todo, los envíos se reanudaron el viernes, si bien Turquía asegura que únicamente a una décima parte de su capacidad habitual.
“La semana pasada recibimos dos cartas. La primera [de la distribuidora de gas] incrementaba los precios del gas en casi diez veces si se sobrepasaba el 60% del consumo acostumbrado. La segunda [de la distribuidora de electricidad], el sábado, pedía trabajar al mínimo, es decir, reducir el consumo eléctrico al 10 %, lo suficiente para no tener que cerrar la fábrica”, explica una fuente de la industria a EL PAÍS.
Efectivamente, este fin de semana, la Compañía de Distribución Eléctrica Turca (TEIAS) telefoneó a los directores de las Zonas Industriales del país y envió mensajes a las empresas para ordenar el paro de la producción: quienes superen la cuota establecida podrían enfrentarse a un corte total del suministro y altísimas multas. “Esto es algo sin precedentes”, lamenta la fuente. “Y podría sembrar dudas sobre la capacidad de Turquía”, agrega.
Costes de hasta 220 millones de euros
“Somos un país que produce rápido y distribuye rápido y por eso se nos prefiere en el mundo. Por culpa de los cortes eléctricos habrá interrupciones en las entregas en los próximos días. Intentaremos trabajar con generadores, pero no sé si será productivo. Los costes son altos. Las pérdidas esta semana para las exportaciones textiles podrían alcanzar los 250 millones de dólares [220 millones de euros]”, lamentó el presidente de la Asociación de Exportadores de Prendas de Vestir y Accesorios, Mustafa Gültepe, en declaraciones al diario Sabah.
Esto ocurre al mismo tiempo que un severo temporal de frío y nieve azota Turquía —el Aeropuerto Internacional de Estambul ha sido cerrado temporalmente a los vuelos y parte de una terminal de carga se ha venido abajo—, lo que ha disparado el consumo de gas para calefacción. Según datos de Bloomberg, las reservas de gas de Turquía han descendido rápidamente hasta situarse poco por encima de los 1.000 millones de metros cúbicos, un nivel que solamente se suele alcanzar al término del invierno y que es casi la mitad que en las mismas fechas de enero de 2021.
El director general de la consultora GazDay, Mehmet Dogan, en declaraciones al diario Dünya, explicó que el problema se debe a que, desde el verano, se han utilizado las reservas de gas para evitar tener que adquirirlo a los altos precios que estaba registrando, algo que habría incrementado la factura a los consumidores en un momento en que Turquía atraviesa la peor crisis inflacionaria en dos décadas, lo que ha reducido a mínimos históricos el apoyo al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
Con todo, la Autoridad Reguladora del Mercado de la Energía se vio obligada a incrementar las tarifas a inicios de este año: la electricidad sube un 50% y un 125% a partir de un consumo mayor de 150 kWh (es decir, más de la mitad de los hogares y toda la industria). La empresa de distribución gasística también incrementó los precios a la industria un 50%. Para Dogan, el problema es que, dadas las escasas reservas, los cortes de suministro y parones industriales obligados se podrían repetir antes de la primavera.
Los empresarios citados por la prensa local confiesan hallarse en “estado de shock” por lo drástico de las medidas tomadas, y por la incertidumbre que genera en un momento en que, además, tienen que hacer frente a los cuellos de botella en la cadena de suministros ocasionados por la pandemia, así como a las dificultades de aprovisionamiento por las oscilaciones en la cotización de la moneda turca. El domingo se produjo una reunión de emergencia entre el ministro de Energía, Fatih Dönmez, y el de Industria, Mustafa Varank, con los presidentes de las distribuidoras de gas y electricidad y representantes de la industria. Pese a las peticiones de diversos sectores, solo se eximió de cumplir el parón industrial a las empresas cárnicas y lácteas por los problemas que podría ocasionar en la conservación de productos perecederos.
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