Los usuarios tienen derecho a fraccionar el pago de la luz si han sufrido retrasos en la lectura del contador
La CNMC subraya que son las comercializadoras las que deben ofrecer el fraccionamiento y reconoce haber recibido “numerosas” quejas de clientes de las eléctricas
El regulador toma cartas en uno de los asuntos que, junto con la escalada de precios, más preocupa a los usuarios del mercado eléctrico: los perjuicios causados por el retraso en la lectura de los contadores. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha determinado este martes que los consumidores afectados por estas demoras tienen derecho a fraccionar el pago en varios meses. El problema ha sido especialmente acuciante en los últimos tiempos —particularmente, después del verano pasado—, cuando algunas distribuidoras de luz han dejado de enviar a las comercializadoras los datos de consumo acumulado por cada cliente.
Tras haber recibido “numerosas” reclamaciones de clientes que llevan meses sin recibir sus recibos —con la consecuente preocupación de muchos de ellos, dice, por la deuda contraída con su suministradora y por la imposibilidad de hacer frente a los pagos una vez normalizada la situación—, el regulador recuerda que los afectados pueden “fraccionar el pago de la deuda en tantas facturas mensuales como meses haya estado sin recibir la factura”. No obstante, la CNMC también deja la puerta abierta a “posibles actuaciones en el ámbito sancionador”.
Además, el organismo recuerda que la comercializadora, que es quien factura los importes a partir de los datos de consumo proporcionados por el distribuidor, debe ser quien ofrezca al cliente la posibilidad de aplazar el pago. Para ello, el regulador subraya que “deberá poner todos los medios a su alcance y promover que este solicite el fraccionamiento de la deuda en mensualidades si así lo desea”. Una vez solucionado el problema que les impide facturar con normalidad, agrega, las comercializadoras “deben evitar cobrar cantidad alguna sin avisar previamente a sus clientes y cerciorarse de que estos han recibido el aviso y han comprendido sus términos”.
Las demoras se han disparado desde el verano pasado y responden, sobre todo, a dos factores que no han digerido bien los sistemas informáticos de las distribuidoras: los cambios en el sistema de tarificación de los hogares por tramos horarios y la rebaja del IVA de la luz del 21% al 10%.
Las pequeñas comercializadoras, también damnificadas
El problema de estos retrasos en la lectura no es solo para los usuarios, sino también para muchas comercializadoras independientes, que han tenido que hacer frente al coste de suministro sin haber podido emitir las facturas finales a sus clientes (y, por tanto, sin haber podido cobrar). Ese decalaje ha presionado aún más la tesorería de unas comercializadoras que también están sufriendo los rigores de la crisis de precios. A ese respecto, la CNMC reconoce que la situación les está generando “tensiones financieras”, especialmente en el caso de las de menor tamaño.
“Las comercializadoras afrontan diariamente las compras de energía en el mercado mayorista para el consumo de sus clientes, pero no pueden facturarles porque no disponen de las lecturas de peajes y cargos que emite el distribuidor. Además, una vez regularizada la situación, el fraccionamiento del pago al cliente, les supone un nuevo retraso en sus cobros”, reconoce el regulador en la nota publicada este martes. Para aliviar la situación, añade, “la CNMC está llevando a cabo otras actuaciones en relación con la facturación y pago de las comercializadoras a las distribuidoras para aliviar esta situación”.
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