Cada vez hay menos cajeros automáticos, pero se usan más y son más rentables
El descenso de las máquinas coincide con el incremento del uso del efectivo, que ha subido 21% entre enero y septiembre pasado
El número de cajeros automáticos no para de descender, hasta el punto de que hasta septiembre pasado en España había 48.081, una cifra similar a la de hace dos décadas, en 2002. Sin embargo, una vez pasado el confinamiento, en 2021 aumentó el uso del efectivo, lo que implicó que los ciudadanos fueran más veces a los cajeros para extraer más billetes que utilizaron en sus pequeñas compras.
Entre enero y septiembre del año pasado, los clientes obtuvieron un 20,9% más de dinero, según los datos facilitados hace días por el Banco de España. Esto ha implicado que se hayan usado más estas máquinas, con un 20,2% más de operaciones, elevando su rentabilidad para las entidades financieras y para las empresas independientes de cajeros, como Euronet, Euro Automatic Cash y Cardtronics. Estos operadores ya cuentan en España con más de 6.000 cajeros, el 12,1% del total, según el Banco de España. Su llegada se explica por el incremento del rendimiento de estas máquinas gracias a las comisiones cobradas por su utilización. Para los bancos también son una fuente de ingresos por las tasas aplicadas a los que no son clientes propios. Desde hace años, la banca ha derivado a los cajeros parte de la operativa de las oficinas, que sigue cerrando, lo que convierte a estas máquinas en piezas clave de su estrategia. La desaparición de los cajeros se ha sustituido, en ocasiones, con planes alternativos, como la posibilidad de sacar dinero de gasolineras o comercios.
Los datos de Banco de España confirman que la retirada de dinero en efectivo mantiene una senda de crecimiento, hasta recuperar niveles previos a la pandemia tras el descenso en 2020. Solo en el pasado verano, entre junio y septiembre, se extrajeron casi 30.000 millones de euros (29.208 millones exactamente). Estos datos se acercan a la media de retirada trimestral de los últimos años, que alcanzó entre 2015 y 2019 los 121.132 millones de euros anuales.
“Los ciudadanos prefieren el efectivo”
Según el portavoz de la Plataforma Denaria, organización que agrupa a empresas que manejan efectivo y otras compañías que defienden el uso del dinero en metálico como método de pago, los datos de 2021 “son positivos porque significan que los ciudadanos nunca han dejado de preferir el uso de los billetes, pese a las recomendaciones de muchas instancias oficiales para que, ante la covid, se usara la tarjeta y las transferencias por internet”. Desde Denaria se denuncia los ataques que sufre el euro, que acaba de cumplir 20 años. “Es la moneda de Europa, pero algunos organismos apuestan por el empleo de canales bancarios privados que tienen riesgos si llegan problemas técnicos y excluyen a una parte de la población”.
El incremento del efectivo en 2021 se explica por el fin del confinamiento y por la llegada de turistas a España, que utilizan los billetes con frecuencia para evitar las comisiones de los cajeros y las tarjetas. En 2020 el uso del efectivo cayó un 18% respecto al año anterior y se produjo un hecho atípico: el Banco de España tuvo que inyectar billetes al sistema en lugar de recogerlos, algo que no ocurría desde 2007. En concreto, introdujo 459 millones de billetes por valor de 20.402 millones de euros, según los datos del organismo emisor.
Además de por la reducción del consumo y de la actividad comercial, así como por las restricciones a la movilidad, el Banco de España destaca que este fenómeno sucedió por “el drástico descenso del turismo, que afectó al flujo de efectivo, ya que los turistas que visitaban España con dinero de sus países de origen contribuían a aumentar el circulante, que superaba con creces la demanda nacional”.
BCE: El efectivo siempre a disposición del ciudadano
Los ataques al uso del efectivo, que han llevado al PSOE a plantear elevar las restricciones en el Congreso, se justifican por su asociación al dinero negro. La Plataforma Denaria rechaza que las fugas de capitales se realicen con efectivo si no a través de sociedades pantalla y despachos de abogados, como se ha demostrado con los Papeles de Pandora, recuerdan. Además, indican que la posición del Banco Central Europeo (BCE) va en sentido contrario, lo mismo que el debate que se está produciendo en grandes países europeos para garantizar el acceso al efectivo.
En uno de los últimos documentos del BCE se afirma que su posición “es clara: El efectivo es una parte importante de la libertad para elegir cómo pagar y es esencial para la inclusión financiera de todos los grupos de la sociedad. Nuestra estrategia de efectivo tiene como objetivo garantizar que el efectivo permanezca ampliamente disponible y aceptado como medio de pago y como reserva de valor”.
La institución presidida por Christine Lagarde añade que “el BCE y los bancos centrales nacionales tienen la responsabilidad fundamental, junto con el sector bancario, de garantizar el suministro fluido de efectivo y facilitar el uso de efectivo en los pagos por parte de personas y empresas”.
Según una reciente encuesta realizada por GAD3 para Plataforma Denaria, el dinero en efectivo es un método de pago crucial para los españoles y la percepción de importancia del efectivo (95%) es muy superior que en el caso de otros métodos de pago. El 90% de los españoles defiende la permanencia del efectivo como método de pago, más del 70% de la población considera que el efectivo es necesario en nuestra sociedad, y un 77%, además, lo califica de “bien público”. El 87% aboga por tomar medidas que permitan garantizar su uso, según datos recogidos por Servimedia.
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