Fabricantes y distribuidores critican los altos sobrecostes que han asumido por el retraso del acuerdo entre el Gobierno y los transportistas
Las dos grandes asociaciones del sector, AECOC y Asedas, califican de positiva la desconvocatoria del paro previsto para antes de Navidad, aunque calculan un gasto extra superior a 250 millones de euros solo en alimentación
Los transportistas no pararán su actividad este lunes al desconvocarse el paro patronal convocado del 20 al 22 de diciembre por la confederación española del sector, a través del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC). Este paro, que podría haber dificultado el suministro en fechas claves antes de la Navidad, fue convocado el pasado 10 de noviembre para protestar por el encarecimiento de los carburantes y las condiciones laborales que está sufriendo el sector desde hace años. Una noticia que las grandes asociaciones empresariales de la fabricación y de la distribución califican de positiva, aunque critican que la negociación se haya prolongado durante más de un mes, puesto que para asegurar el abastecimiento durante las Navidades el sector ha incurrido en sobrecostes de varios cientos de millones de euros. “Solo en alimentación el sobrecoste ha sido de 250 millones de euros”, calcula José María Bonmatí, director general de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (AECOC).
Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) hablan de graves perjuicios a toda la cadena de suministro, sobre todo teniendo en cuenta que las demandas de los transportistas venían del año pasado y que el paro se ha desconvocado a tan solo dos días de su comienzo.
“Se ha incurrido en un enorme coste para prevenir que no hubiera desabastecimiento en una de las semanas de venta más importantes del año porque ha habido que anticipar pedidos, doblar turnos y rutas, aumentar la capacidad…”, cuenta Ignacio García Magarzo, director general de Asedas. Y añade: “Una convocatoria del 10 de noviembre se tenía que haber negociado evitando el daño que se ha hecho”. Esta asociación no cifra aún cuánto ha costado la anticipación porque dicen estar pendientes de ver qué pasa el lunes, martes y miércoles, cómo reacciona el consumidor y “qué cantidad de producto va a terminar en desperdicio; esperamos que sea lo menos posible”, señala García Magarzo. “En los próximos días haremos balance”, añade.
Los distribuidores y fabricantes llevan días, si no semanas, anticipando pedidos. También los mataderos y pescadores. “Ha habido que hacer un gran esfuerzo”, dice García Magarzo, “ante una amenaza tan grave y rotunda y que iba a durar nada menos que tres días en la semana de Navidad”.
Asedas no ha participado en la mesa de negociación, por lo que no cuestiona ni las reivindicaciones de los transportistas ni la capacidad de diálogo del Gobierno, pero sí remata el asunto diciendo que “entre todos han tensado la negociación hasta el último día en una semana clave y han provocado un grave daño en el momento más inoportuno”. No se refiere solo a la Navidad, sino también a las tensiones del gran consumo provocadas por las subidas del precio de las materias primas y de la electricidad.
La misma postura comparten en AECOC, donde hacen una doble valoración. Por un lado, “es muy positivo que se haya desconvocado este paro”, incide José María Bonmatí. Por otro, “se ha provocado un desajuste de toda la cadena”. El director general de la asociación lo explica: “En Navidad los sobrecostes que se han asumido por romper toda la cadena son enormes, de 250 millones de euros solo en alimentación, porque me obliga a sobrecargar los stocks y a pedirle a mis proveedores que trabajen a otro ritmo”. Además, critica que en una negociación como esta no hayan estado representados los cargadores que usan el transporte.
Principio de acuerdo
Fue el viernes, en torno a las 22 horas, cuando el Comité Nacional del Transporte por Carretera y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana alcanzaban un principio de acuerdo. Los camioneros consiguen así reivindicaciones históricas, como la estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte y la prohibición de la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga.
La ministra de Transporte, Raquel Sánchez Jiménez, ha celebrado la noticia y ha calificado el acuerdo como histórico, ya que mejora las condiciones de un sector esencial y estratégico para la actividad económica. “Había que garantizar que estos trabajadores ejerzan su actividad en condiciones equilibradas. Este pacto contribuye a ofrecer un marco de certidumbre a la ciudadanía en fechas tan importantes como las Navidades”, ha añadido. Los transportes aportan cerca del 5% del PIB nacional y emplean a 1,2 millones de profesionales. Asimismo, el 95% del movimiento terrestre de mercancías en España se realiza por carretera, y el 70% de las exportaciones españolas a la UE viajan en camión.
Entre las líneas rojas marcadas por el Comité Nacional destaca la prohibición de la carga y descarga de las mercancías por parte de los conductores, salvo aquellas excepciones lógicas por la naturaleza del género (portavehículos y paquetería, entre otros). Según estos trabajadores, no es aceptable tener que mover toneladas de un camión después de ocho horas de conducción. Las patronales han achacado siempre este problema a la estructura del sector, formado mayoritariamente por empresas pequeñas y autónomos que tienen un ínfimo poder de negociación con los clientes.
En segundo lugar, el ministerio se ha comprometido a incorporar de forma imperativa en la Ley la cláusula de estabilización del precio del gasóleo en los contratos de transporte, sin posibilidad de pacto en contrario. Otra reclamación que el sector lleva años persiguiendo para equilibrar las relaciones de los transportistas con los clientes. Los conductores autónomos o aquellos empleados en pequeñas sociedades lamentan que este encarecimiento se ha repercutido hasta el momento sobre ellos, obligándoles a recortar gastos y a alargar las revisiones de los vehículos. Entre sus exigencias, la patronal ha conseguido también reducir a la mitad los tiempos de espera, a partir de los cuales el transportista tendrá derecho a una indemnización.
En cuanto al posible aumento de la capacidad de carga de los camiones, cualquier modificación se hará de forma progresiva y solo en determinadas especialidades del transporte, siempre con la participación del CNTC, medida adoptada en aras de la sostenibilidad y eficiencia, y como manifestación del compromiso del sector del transporte con la mejora del medioambiente.
Entre las reivindicaciones del Comité Nacional, figuraban también la construcción de áreas de descanso seguras y la no implementación de la euroviñeta, una forma de peaje que se aplicará a los vehículos pesados de más de 12 toneladas. Otra batalla ganada por las asociaciones, puesto que el ministerio se ha comprometido a no implantar peajes al transporte pesado sin el consenso del CNTC.
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