El Santander gana 5.849 millones hasta septiembre con un fuerte impulso de las filiales del Reino Unido y Estados Unidos
La entidad deja atrás lo peor de la crisis de la covid, que le produjo pérdidas de 9.048 millones en el tercer trimestre de 2020, tras reducir un 70% las provisiones
El Banco Santander deja atrás los peores escenarios de la crisis derivada de la pandemia e incrementa todos los márgenes de la cuenta de resultados de los nueve primeros meses gracias a los buenos desempeños de las filiales del Reino Unido y de Estados Unidos, que en otros tiempos fueron fuentes de problemas. Así, la entidad que preside Ana Botín obtuvo un beneficio atribuido de 5.849 millones en los nueve primeros meses de 2021, frente a las pérdidas de 9.048 millones en el mismo periodo del año anterior, cuando el banco realizó ajustes del fondo de comercio y de los créditos fiscales diferidos (DTAs) ante el hundimiento de la economía por la crisis sanitaria.
En un año, el banco ha pasado de realizar provisiones por 19.760 millones en el tercer trimestre de 2020, a 6.134 millones este año, un 69% menos. La morosidad del grupo se sitúa en el 3,18%, apenas 0,03 puntos más que en septiembre de 2020. En este aspecto, España destaca como la peor filial, con un 6% de impagados, lo que le sitúa por encima de geografías con peor comportamiento tradicional en este aspecto, como Brasil (4,72%), Polonia (4,34%), o México, (3,14%). Por otro lado, todos los márgenes de la cuenta de resultados presentan mejorías.
En cuanto a los resultados, si se excluye el cargo por 530 millones por costes de reestructuración del primer trimestre, el beneficio ordinario de enero a septiembre fue de 6.379 millones, un 87% más que en el mismo periodo del año anterior. Es el mayor beneficio ordinario de Santander en los primeros nueve meses del año desde 2009.
Optimismo que se trasladará a los resultados
Durante la rueda de prensa de presentación de resultados, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, dijo que veía la situación “con optimismo, que se trasladará a los resultados del ejercicio” gracias a las mejoría del escenario macroeconómico, “ya que nuestras perspectivas de marzo de 2020 eran peores que la situación actual”. Esta mejoría supondrá la recuperación provisiones realizadas en la pandemia y que no esperan utilizar. Por el momento han liberado 700 millones y para diciembre esperan llegar a 1.000 millones, que impulsarán la cuenta de resultados.
El número dos del banco también fue preguntado por la ley de vivienda que prepara el Gobierno y los problemas surgidos por la carestía del alquiler. En su opinión, que el precio del alquiler deriva del precio de la vivienda y que, en este sentido, lo más efectivo es generar oferta suficiente y de calidad. “La oferta es la que tiene que jugar el principal papel”, apuntó Álvarez, para recordar que, si el precio de la vivienda sube, también lo hace el alquiler.
Preguntado por el ruido político y las recientes declaraciones del líder de la oposición, Pablo Casado, en las que afirmó que España estaba en quiebra, Álvarez avisó de que la estabilidad institucional es una condición de la estabilidad financiera, aunque ha restado peso a esas palabras que las consideró “dialéctica política”. “Obviamente, la estabilidad institucional es una precondición de la estabilidad financiera. Por tanto, cuanta más estabilidad institucional haya y más seguridad jurídica, esto ayuda a la economía. ¿Unas declaraciones más aquí o allá cambian esto de forma importante? Una cosa es la dialéctica política y otra el fondo de las cuestiones y su materialización en leyes, y no le daría más trascendencia a aquello”, señaló.
“Pagamos el 34% de impuesto de sociedades”
Sobre la reforma laboral, el banquero solo apuntó que debería tener en cuenta la “intensa” transformación digital que está viviendo la economía y debería facilitar que los nuevos métodos de trabajo y nuevos tipos de empresas “emerjan con fuerza y rigor para que la economía prospere”. En relación con la modificación legal para incrementar el impuesto de sociedades al 15%, afirmó que el banco ha pagado en los primeros nueve meses del año 3.911 millones, “lo que representa un tipo fiscal efectivo del 34%. Imaginen lo que me parece el 15%”.
Volviendo a la cuenta de resultados, los ingresos de los nueve primeros meses de 2021 ascendieron a 34.626 millones de euros, un 8% más que en el mismo periodo del año anterior en euros constantes (sin el impacto de los tipos de cambio), gracias al crecimiento de los volúmenes y a la actividad de clientes en todas las regiones y en todos los negocios, aunque destaca el papel de Estados Unidos y la filial de Londres.
El beneficio ordinario de Norteamérica, que incluye México y Estados Unidos, alcanzó los 2.288 millones de euros, más del doble en comparativa interanual (+122%), impulsado por el incremento del 3% de los ingresos y las menores dotaciones. En EE UU registró un beneficio ordinario récord de 1.788 millones de euros, casi cuatro veces los del año anterior por la caída dotaciones “y la fortaleza de los precios en el mercado de coches de segunda mano, el negocio de Santander Consumer USA”, afirma la entidad. En México, el beneficio ordinario de los primeros nueve meses fue de 602 millones de euros, un 1% más, con un incremento de los clientes digitales en un 11%, hasta los 6,5 millones.
Londres gana cinco veces más
La filial brasileña tuvo un beneficio ordinario de 1.762 millones de euros, un 29% más, impulsado por los mayores ingresos, costes estables y una caída del 10% de las dotaciones. El banco alcanzó un récord de captación de clientes en el segmento de tarjetas y mantuvo la tercera posición por cuota de mercado.
En el Reino Unido el beneficio ordinario atribuido es de 1.145 millones, multiplicando por cinco el del mismo periodo de 2020 “gracias a la liberación de provisiones, al menor coste de los depósitos y al mayor volumen de hipotecas y pymes”, explica el banco.
También creció el negocio en España, donde el beneficio ordinario atribuido asciende a 730 millones, un 47% más, con un aumento de los ingresos del 4% y una reducción de provisiones y de costes (-7%, fruto del 15% de reducción de la plantilla tras el ERE). En España la entidad vivió, en el tercer trimestre, la recuperación de la actividad en particulares, “destacando la nueva producción en hipotecas vivienda” donde regresa a los máximos de producción mensual de los últimos tres años, mientras que el “negocio de consumo excede los niveles pre-covid”. Destaca el incremento en facturación de tarjetas (+16%), transferencias (+13%) y recibos (+6%), aunque “continúa la ralentización en la demanda de créditos y préstamos, principalmente en empresas”. Los terminales punto de venta de los comercios con los que se paga con tarjeta han facturado un 40% por encima del año pasado hasta septiembre. No obstante, el volumen total de créditos se queda plano en España en los nueve primeros meses.
Dividendo adicional en 2022
Respecto al dividendo, el Santander anunció en septiembre su decisión de fijar una retribución a cuenta de los resultados de este año de 1.700 millones con un pago en efectivo de 4,85 céntimos de euro por acción y una recompra de títulos por valor de 841 millones. “En el primer trimestre de 2022, la entidad anunciará una retribución adicional con cargo a los beneficios de 2021″, apunta la nota de la entidad. Los pagos se harán en dos ciclos: “La distribución del dividendo a cuenta será alrededor de noviembre y, sujeto a las autorizaciones internas y regulatorias pertinentes, el pago final alrededor de mayo de 2022″, según la nota.
152 millones de clientes en el mundo
El número total de clientes aumentó hasta 152 millones, mientras que el 54% de las ventas en todo el grupo ya se hicieron a través de canales digitales, frente al 44% del mismo periodo del año anterior. Además, el crecimiento en uso de servicios digitales “ha contribuido a mejorar la eficiencia y la satisfacción del cliente. La ratio de eficiencia es del 45,6%, una de las mejores del sector”, afirma el banco.
Estos resultados dieron lugar a una rentabilidad sobre el capital tangible (RoTE) del 11,8% (RoTE ordinario, 12,6%), por encima del coste de capital, lo que supone casi doblar las cifras de hace un año. “Confiamos en alcanzar nuestro objetivo de rentabilidad a medio plazo del 13% al 15% gracias a los avances conseguidos, una mejora de las previsiones macroeconómicas y la gran capacidad de ejecución de nuestros equipos en todas las regiones y todos los negocios”, indica Botín en el comunicado de prensa enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La ratio de capital CET1 fully loaded, el de más calidad, se situó en el 11,85% tras aumentar en 15 puntos básicos en el tercer trimestre y “se mantiene en la parte alta del rango objetivo del 11-12%, tras haber contabilizado ya casi todos los impactos regulatorios previstos para el conjunto del año”.
Ana Botín también destacó que habían crecido “en más de un millón de nuevos clientes en el último trimestre, al tiempo que los créditos y depósitos crecen un 4% y un 6% interanual, respectivamente”.
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