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Marc Puig afea a Pedro Sánchez su ausencia en el Congreso de la empresa familiar

El colectivo se ofrece para “estrechar el cerco” sobre la economía sumergida y reclama a los poderes públicos las mismas reglas del juego que los países vecinos para competir

Miguel Ángel Noceda
El presidente del IEF, Marc Puig.
El presidente del IEF, Marc Puig.Rafa Martín (IEF)

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Marc Puig, ha tendido la mano al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para forjar una alianza con los poderes públicos que permita a las empresas crecer y consolidarse. En ese sentido, se ofrece a “estrechar el cerco y reducir el tamaño” de la economía sumergida (”que nadie quede fuera de del esfuerzo tributario que se necesita”) y de colaborar en la reforma tributaria, así como optimizar el gasto público y dotar de más eficiencia a los servicios del Estado del bienestar. Al tiempo, ha reclamado al Ejecutivo que no se pongan trabas al crecimiento y que las empresas españolas cuenten con las mismas condiciones que las del resto de países europeos para competir. Puig ha afeado a Sánchez su ausencia en el XXIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar. “Me hubiera gustado que lo hiciera para compartir con él nuestra labor”, ha dicho ante un auditorio de 500 empresarios familiares representantes de un colectivo que supone el 60% del PIB y el 60% del empleo.

“Desde nuestra voluntad de diálogo, desde nuestra demostrada neutralidad, el IEF estará siempre dispuesto a la colaboración y al esfuerzo compartido. Sin embargo, que nadie cuente con nosotros para poner trabas a las aspiraciones legítimas de nuestras empresas de seguir progresando, de seguir existiendo. Concentremos todos nuestros esfuerzos en favorecer el desarrollo de las empresas familiares. Su consolidación, su crecimiento, su éxito es sinónimo del éxito de España y del bienestar de los españoles”, ha afirmado Puig en la clausura del congreso.

Puig ha pronunciado un discurso maduro, en el que ha incidido en que los retos de la economía española son los mismos que los de las empresas familiares: superar la pandemia y adaptarse a las exigencias de un nuevo entorno marcado por la digitalización, el respeto al medio ambiente y el compromiso social. Para abordar esos retos, las empresas necesitan, según el empresario catalán, “mayor productividad y poder competir en igualdad de condiciones con empresas de otros países”. Por ello ha pedido a la Administración que facilite el crecimiento. “Está demostrado que a tamaño similar, nuestras empresas son perfectamente competitivas”, ha destacado.

“Es muy fácil caer en esa filosofía falaz que alaba a la pequeña empresa para criticar a la grande. Se apoya al emprendedor, y eso está muy bien, pero no se valora lo suficiente la labor del empresario. Solo desde una masa crítica suficiente pueden abordarse los enormes esfuerzos de innovación tecnológica y de transformación de los modelos de negocio que requiere esa sociedad mejor por la que todos trabajamos”, ha añadido.

Con el convencimiento del papel fundamental de la empresa familiar en el despegue económico como argumento, Puig ha reclamado que “no se penalice la tenencia de aquellos bienes que se dedican a generar prosperidad y trabajo, de no hacer nuestras empresas menos competitivas que nuestras homólogas europeas, y de no gravar la transmisión de esos bienes para evitar desmantelar empresas en funcionamiento”. Es decir, una fiscalidad igualitaria. “Somos muy conscientes de la necesidad de acometer políticas de consolidación fiscal para restablecer el equilibrio de las cuentas públicas. En esa tarea, cuenten con nosotros”, ha manifestado al respecto. Y ha asegurado que acogen con respeto la Comisión de Expertos creada para poner en marcha una reforma tributaria y que el instituto ha remitido sus propuestas, “que se caracterizan por su moderación y su realismo”.

Pero, además, Puig considera que “hay enormes oportunidades de colaboración público-privada para que los españoles disfruten de mejores servicios”. “Atrevámonos a explorar esas vías para que cada euro pagado en impuestos y cada euro recibido en prestaciones sociales rinda con todo su potencial en beneficio de los ciudadanos. Si hay que contribuir de forma adicional a la recuperación tras la pandemia, cuenten con nosotros. Pero no caigamos en la tentación fácil de destruir nuestras estructuras empresariales para responder a urgencias coyunturales”.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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