Las 232 empresas con mayor facturación tributaron un 4,6% de su beneficio en 2019

Las 232 mayores empresas que tributan en España son las que, en proporción, pagan menos impuestos. Así lo refleja la última estadística de Cuentas anuales consolidadas del impuesto sobre sociedades que publica este jueves la Agencia Tributaria: las compañías con facturación superior a los 1.000 millones de euros soportaron un tipo efectivo sobre beneficio de tan solo un 4,57% en 2019, el ejercicio al que se refiere la estadística, frente al 5,47% del año anterior y pese a aumentar sus ganancias. Si el cálculo se realiza sobre la base imponible, el porcentaje se eleva considerablemente, hasta el 18,95%, una cifra casi cuatro puntos por encima del tipo mínimo que pretende aplicar el Gobierno a partir del año que viene.

El Consejo de Ministros aprobó hace dos semanas el proyecto de Presupuestos del Estado para 2022, en el que se contempla la fijación de un tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades para las grandes empresas. Este suelo de tributación se aplicará a todas las multinacionales y también a las compañías no integradas en grupos que tengan una cifra de negocio superior a los 20 millones de euros. Pero se tomará en cuenta la base imponible, y no el beneficio, para calcular el tipo mínimo.

La diferencia no es baladí. La base imponible es la magnitud sobre la cual se abona el impuesto de sociedades ―el tipo legal en España es del 25%, del 30% para banca y empresas de hidrocarburos―, y es el resultado de aplicar al beneficio una serie de minoraciones. Entre ellos está la exención por doble imposición: las filiales en el extranjero están prácticamente exentas de tributar en España porque en las jurisdicciones donde operan ya pagan impuestos, que pueden ser inferiores a los españoles. Por ello, no es casual que los grupos muy internacionalizados soporten tipos medios menores sobre su beneficio global.

Otro factor que reduce el beneficio es la compensación de bases negativas de periodos anteriores, un elemento que según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, supone un “gran problema del impuesto de sociedades”.

En la presentación del proyecto de Presupuestos, que se celebró en el Congreso hace una semana, Montero reconoció que “la acumulación de los llamados créditos fiscales” es un obstáculo para que la recaudación del impuesto de sociedades recobre su vigor ―ingresa la mitad que antes de la crisis financiera―, ya que las empresas pueden imputarlos cuando más les convenga. En este sentido, señaló que espera que lleguen soluciones por parte del comité de expertos para la reforma fiscal, que en febrero del año que viene tendrán que presentar sus conclusiones, y de la comunidad internacional, que está negociando un impuesto mínimo del 15% a nivel global.

En el mismo acto, la responsable de Hacienda también puso cifras al impacto que tendrá el suelo de tributación nacional del 15%. Detalló que la subida fiscal solo afectará a unas 1.070 empresas y brindará a las arcas públicas cerca de 400 millones de euros en ingresos adicionales, un pequeño ajuste que además no se materializará antes de 2023 con la liquidación anual del impuesto.

Tipo medio del 21,3%

Si se toma en cuenta todo el universo empresarial, del que forman parte más de un 1,5 millones de empresas, según la estadística de la Agencia Tributaria, el tipo efectivo medio pagado sobre la base imponible se situó en 2019 en el 21,3%, muy por encima del suelo mínimo de tributación del 15% que quiere fijar Hacienda y algo por debajo del porcentaje de 2018 (21,48%). Sobre el beneficio, la cantidad pagada de impuesto se reduce al 9,09%. También en este caso se produce un descenso con respecto al año anterior, cuando alcanzó el 9,49%.

En 2019 había más empresas con facturación superior a los 1.000 millones: 232 frente a las 216 del año anterior. Este crecimiento en el número de grandes compañías ha elevado su beneficio conjunto un 16%, pero el importe que han pagado en impuestos, paradójicamente, no ha seguido la misma evolución: ha disminuido un 3%. Es así que este colectivo de sociedades acaparó en 2019 el 46% del beneficio de todo el sector empresarial, pero solo un 23% del impuesto pagado, equivalente a 5.391 millones de euros.

La estadística también permite desgranar cuánto pagan las empresas integradas en grupos y las que no lo están. Las primeras son las que soportan una menor presión fiscal: antes de la pandemia tributaron a un tipo medio del 4,87% sobre beneficio y del 18,97% sobre base imponible. Una vez más, las sociedades de mayor tamaño fueron sujetas a una menor presión, con tasas del 3,79% y del 17,74%, respectivamente.

Las empresas no integradas en grupos, que suponen el 99,6% del total, soportaron tipos muchos más elevados, en todos los casos por encima del tipo mínimo de tributación del 15% que quiere aplicar el Gobierno. En concreto, fue del 16,16% sobre beneficio y del 22,73% sobre base imponible.

Las constructoras, las que menos pagan

Las grandes empresas de la construcción y el sector inmobiliario son las que, con diferencia, pagan el tipo efectivo más bajo del impuesto de sociedades: un 0,41% sobre el beneficio, y un 8,55% sobre la base imponible. Si se toma en cuenta el conjunto del sector, independientemente del nivel de facturación, la tasa media se eleva al 11,19% sobre beneficio y al 22,02% sobre base imponible.