Seat anuncia un nuevo ERTE hasta junio de 2022 por la falta de semiconductores

Seat ha anunciado este miércoles a los sindicatos su intención de presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para sus tres centros de trabajo en Cataluña que empezaría el 27 de septiembre y se prolongará hasta el 30 de junio de 2022. El motivo es de sobras conocido en el sector de la automoción de todo el mundo: la falta de abastecimiento de semiconductores, que está provocando cambios en la industria tanto en lo que respecta a la logística como a la política de ventas de las marcas.

Una semana después de que el consejero delegado de Seat, Wayne Griffiths, admitiera que la crisis de los microchips tendría un impacto en las cuentas de la marca española de Grupo Volkswagen, la compañía ha convocado a los sindicatos para negociar el ERTE. En paralelo se plantea desconvocar nuevos turnos de trabajo porque los pequeños elementos tecnológicos no llegan en suficientes volúmenes para soportar la producción.

La nueva regulación de empleo, la compañía ya aplicó uno entre finales de enero y mayo, afectará de forma potencial en torno a 11.000 trabajadores potenciales, entre la factoría de Martorell, el centro de la Zona Franca y la fábrica de componentes. Se favorecerá la afectación sobre voluntarios, ha explicado un portavoz de la compañía.

La argumentación de la medida está en que la acumulación de turnos de trabajo desconvocados en lo que va de año por Seat ya estaban comiéndose buena parte del margen de flexibilidad presente en el convenio colectivo y la asunción de pérdidas por parte de la compañía. Rafael Guerrero, secretario general de CC OO en Seat, explica que en lo que va de año se habrían perdido en torno a 150 turnos de trabajo. En cada jornada, formada por siete turnos de trabajo, se producen en torno a unos 2.200 coches.

En paralelo al ERTE la compañía española plantea la posibilidad de anular nuevos turnos de trabajo, como el de noche de la línea que ensambla los modelos Leon y Formentor para Seat y Cupra. La afectación de estos dos vehículos es una muestra de la complejidad de gestionar la falta de suministros por parte del grupo. En un momento en el que las marcas están dirigiendo los microchips que consiguen en el mercado a las líneas de producción de sus vehículos de mayor gama y más rentables, Seat tiene que comprometer la fabricación de su coche más caro. El motivo: no recibe suficientes microchips porque para Volkswagen es todavía más rentable alimentar la cadena de producción del Audi Q7, que comparte componentes con Cupra.

Como han planteado otras marcas, la filial española de Grupo Volkswagen prevé que en el segundo semestre continúen los problemas y prosigan las complicaciones para alcanzar los objetivos. La voluntad era que no se prolongara más allá del primer trimestre. La elección del umbral del 30 junio se debe a la incertidumbre existente y para sortear posibles afectaciones posteriores que obligaran a presentar nuevos ERTE. El que Seat planteó en enero tenía fecha final en junio y finalmente se levantó en mayo. Finalment, para recuperar producción, se puso en funcionamiento la fábrica en agosto para intentar recuperar parte de la producción perdida.

Mientras Seat plantea la regulación de empleo, Mercedes plantea recuperar la producción de su factoría de Vitoria el próximo martes, después de cuatro semanas parada la fabricación de furgonetas. La planta también tiene activado un ERTE.