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El TJUE acepta el recurso de un ciudadano suizo contra el registro de la marca Hispano Suiza para fabricar automóviles

El tribunal de Luxemburgo falla contra la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (Euipo), que desestimó las razones de un empresario que tiene derechos sobre una marca homónima para fabricar relojes y prendas de ropa

José Luis Aranda
Sede de la Euipo en Alicante, en una imagen de archivo.
Sede de la Euipo en Alicante, en una imagen de archivo.

Varapalo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra la oficina comunitaria de patentes (la Euipo, por sus siglas en inglés), a la que anula una resolución y le pide que vuelva a revisar el caso. Los hechos se remontan a febrero de 2017 cuando un ciudadano español, Gonzalo Andrés Ramírez, solicitó el registro de Hispano Suiza como marca de la Unión Europea para la fabricación de vehículos. A ese registro se opuso un empresario suizo, Erwin Leo Himmel, por tener registrada desde agosto de 2016 la marca Unión HISPANO SUIZA. Puesto que este último tenía por finalidad la fabricación de productos de relojería y prendas de ropa, la Euipo desestimó su recurso alegando que no había similitud entre unos y otros productos y, por tanto, no había riesgo de confusión ni eran productos competidores.

Pero Himmel recurrió a la justicia europea alegando que la oficina de patentes, con sede en Alicante, no había tenido en cuenta todas las alegaciones en las que señalaba por qué a su juicio ambas marcas sí entraban en competencia. El recurrente sostenía que es una práctica comercial habitual entre algunos constructores de vehículos la de fabricar también relojes, prendas u otros objetos de la misma marca. Y señalaba que esto podía dar lugar a que el consumidor creyera que, en el caso de Hispano Suiza, todos procedían del mismo fabricante. También pedía tener en cuenta la coincidencia en canales de distribución y publicidad, entre otros motivos.

La Euipo se mantuvo en el rechazo a los argumentos del empresario suizo, señalando que los criterios que introducía no formaban parte de los que se deben valorar para analizar la competencia entre marcas. Los factores a tener en cuenta, señaló la oficina de patentes, son la naturaleza, destino y utilización de las marcas y su carácter competidor o complementario. Y señalaba que considerar las prácticas comerciales de uno y otro solo era pertinente cuando existía previamente una marca de renombre, lo que Himmel no aducía ni era el caso.

Llegado el caso a Luxemburgo, el Tribunal General (uno de los dos órganos del TJUE) ha sido el encargado de examinarlo y ha dado la razón al empresario suizo. La sentencia, hecha pública este martes, señala con contundencia que la Euipo cometió “un error de Derecho al excluir, por principio, la apreciación de la similitud de los productos en conflicto a la luz del criterio de las prácticas comerciales invocado por el recurrente”. Es decir, que sí debía haber tenido en cuenta sus argumentos. Y añade que debido a ese fallo, “no examinó concretamente la pertinencia y, posteriormente, en su caso, el impacto de dicho criterio en la apreciación de la similitud entre los productos en conflicto”. Por todo ello el auto del Tribunal General anula la resolución previa de la Euipo y le pide que vuelva a valorar el caso teniendo en cuenta sus apreciaciones.

Una marca mítica con muchos frentes judiciales

El caso, en realidad, es solo el último episodio de un largo culebrón empresarial por aprovechar el legado de Hispano-Suiza, el mítico fabricante español de coches de lujo que deslumbraba a principios del siglo XX y cuya actividad cesó en 1938. De acuerdo con la versión británica de la revista Autocar, Himmel —al que describen como un destacado diseñador de vehículos— y Ramírez han estado vinculados a una empresa suiza llamada Hispano Suiza Automobilemanufaktur AG que en la pasada década intentó recuperar la histórica marca española.

Eso provocó un enfrentamiento con el grupo catalán Perelada, comandado por la familia Mateu, que es la heredera de La Hispano-Suiza Fábrica de Automóviles SA. Estos, junto con un grupo francés, alegaban tener los derechos sobre la marca y el caso llegó al Tribunal Supremo, que no les dio la razón en 2017 al considerar que la compañía había estado más de 80 años sin actividad. No obstante, la compañía de los Mateu ha presentado recientemente un proyecto para fabricar dos modelos de Hispano Suiza. Y, paralelamente, el resto de actores en la intrincada historia también se han seguido moviendo para intentar capitalizar un nombre insignia del lujo español, a juzgar por la sentencia del TJUE.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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