La erupción de un volcán desata una explosión turística en Islandia
El país se ha convertido en uno de los primeros en admitir la llegada de visitantes con pasaporte de vacunación
Una erupción volcánica está causando un auténtico auge turístico en la península de Reykajanes (suroeste de Islandia). En un país en el que algo más del 8% del turismo depende directamente de los visitantes extranjeros y que la pandemia ha dejado bajo mínimos, la lava está causando auténtico furor entre los nacionales y los pocos extranjeros vacunados que están pudiendo llegar a la isla.
Miles de personas se han acercado en los últimos días a la zona, unos 30 kilómetros al suroeste de la capital y principal puerta de entrada a Islandia —Reikiavik— para asistir al espectáculo de toneladas de lava de color naranja manando de la tierra. “Es una erupción turística perfecta”, apunta Thorvaldur Thordarson, profesor de Vulcanología de la Universidad de Islandia en declaraciones a la cadena británica de televisión Sky News, que recomienda a los visitantes “no acercarse demasiado”. Según sus cálculos, desde la erupción inicial, hace casi dos semanas, la lava sale de la tierra a un ritmo de 10 metros cúbicos por segundo. Un flujo continuo suficiente como para que el magma no se solidifique.
Thordarson traza un paralelismo entre esta erupción y la del volcán hawaiano de Pu’u ‘O’o, que comenzó en 1983 y que estuvo 35 años en erupción. “Podría terminar mañana o seguir así durante décadas”, subraya a Sky News.
Reapertura gradual a los visitantes extranjeros
Islandia se convirtió a mediados de mes en el primer país del espacio Schengen en abrir su renqueante sector turístico a los visitantes que puedan acreditar haber sido vacunados. La isla se adelantaba así a la Unión Europea, que espera tener listo para el verano un pasaporte sanitario que permita moverse libremente a aquellas personas que ya hayan recibido la pauta completa. Un movimiento con el que las autoridades del país esperan —sobre todo— atraer a visitantes estadounidenses y británicos, que suponían más de un tercio de aquellos que visitaron Islandia antes del estallido de la pandemia.
El turismo es uno de los principales sectores de la economía islandesa: en 2019, el ejercicio inmediatamente anterior a la pandemia, representó el 8,1% de la actividad productiva. Casi dos millones de personas visitaron ese año la isla, de solo 365.000 habitantes.
En las cuatro semanas anteriores a la erupción, el pasado día 19 de marzo, más de 40.000 terremotos de diversa consideración sacudieron la península de Reykajanes, entre 30 y 40 veces más que cualquier otro año. La entrada en actividad del volcán no ha causado daños personales ni materiales.
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