El esfuerzo inútil de las ‘telecos’ en la pandemia: excelente servicio, nulo beneficio

La pandemia convirtió a las compañías de telecomunicaciones en firmas modélicas y solidarias, capaces de absorber y garantizar el incremento del tráfico telefónico y de datos por internet tras la explosión del teletrabajo o la enseñanza en línea provocada por el coronavirus. Pero esa buena labor no se ha traducido en la mejora de sus balances. Al contrario, los ingresos de las compañías del sector cayeron en 2020 un 5,2% hasta los 32.215 millones de euros, según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC).

El informe, que también recoge los datos de las empresas audiovisuales (fundamentalmente Mediaset y Atresmedia), refleja que la pérdida de ingresos fue mayor para los tres operadores principales y con la red tanto de móvil como de fibra más amplia. Así, la facturación de Telefónica en 2020 cayó un 5,2% hasta los 14.685 millones de euros; la de Orange, un 5,4% (5.119 millones) y Vodafone cedió un 3,4% (4.830 millones). Por el contrario, MásMóvil incrementó sus ingresos un 16,2% (2.242 millones) y Euskaltel un 2% (713 millones), aunque el operador vasco se benefició del lanzamiento de la marca nacional Virgin.

Una mala noticia para el sector cuyos grandes actores siempre se han quejado, cada vez con más insistencia, de que la regulación española que les obliga a ceder a un precio regulado sus redes a operadores sin infraestructuras penaliza a las empresas que más invierten, y favorece una guerra de precios que desemboca en el modelo de bajo coste. En la última década, los ingresos minoristas de las compañías de telecomunicaciones españolas se han desplomado un 28,5%.

Orange, en horas bajas

Pero los datos de la CNMC también apuntan en otra dirección. La sangría de clientes que está sufriendo Orange en los dos últimos años por el procedimiento de la portabilidad que permite cambiarse de compañía conservando el número, se ha traducido en un desplome de los ingresos de forma que el operador francés está a punto de perder el segundo puesto del sector por ingresos que hace cuatro años arrebató a Vodafone.

De hecho, en 2020, Vodafone ya ha sobrepasado a Orange en ingresos minoristas (los de los clientes finales) con una facturación en el año de 3.970 millones, frente a los 3.952 millones del operador naranja. Y en cuanto a ingresos totales, la facturación en el cuarto trimestre de la compañía británica fue de 1.239 millones, solo 10 millones por debajo de lo que ingresó Orange.

Este el principal reto al que se enfrenta el nuevo consejero delegado de Orange, Jean Francois Fallacher, consciente de que su apuesta por ceder la red en condiciones muy ventajosas a su principal competidor (MásMóvil) le ha aportado ingresos fáciles pero a costa de debilitar en extremo en su oferta minorista, restándole clientes trimestre a trimestre.

Pérdida de ingresos

Los tres principales operadores de telecomunicaciones coparon en este trimestre el 73,3% de los ingresos minoristas del sector, 1,4 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo de 2019. Másmóvil y Euskaltel aumentaron sus ingresos minoristas en tasa interanual hasta representar el 8,5% y el 2,7% del total, respectivamente, mientras que los tres principales operadores redujeron sus ingresos procedentes de cliente final.

El total de accesos instalados de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) creció, con casi 56 millones de accesos desplegados frente a los 52,2 millones de diciembre de 2019, mientras los clientes contratados sumaron 1,4 millones de accesos nuevos en un año hasta los 11,7 millones.

A finales del año pasado, del parque total de 15,9 millones de conexiones de banda ancha fija casi un 87% tenían una velocidad contratada de 30 Mbps o más. Y, de estas líneas (con una velocidad superior o igual a 30 Mbps), el 96,6% tenía una velocidad contratada de 100 Mbps o más. En diciembre de 2020, el 81,9% de las líneas de banda ancha fija pertenecían a los tres principales operadores, 3,2 puntos porcentuales menos que hace un año.