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Santiago Satrústegui (Abante): “Ser independiente no quiere decir ser pequeño”

El presidente de Abante cree que la alianza estratégica que su firma de asesoramiento tiene con Mapfre les permite ganar escala y ofrecer a los clientes mejores servicios y productos

David Fernández
Santiago Satrústegui
Santiago Satrústegui, en la sede de Abante en Madrid.Víctor Sainz

El año de la pandemia no ha sido un año perdido para Abante. En este tiempo, la empresa presidida por Santiago Satrústegui (Madrid, 57 años) ha acelerado el acuerdo estratégico con Mapfre, que pasará a tener el 20% del capital de la firma de asesoramiento financiero, y ha cerrado la incorporación de dos compañías a su proyecto: ­360ºCorA y C2 Asesores. El próximo año Abante cumplirá su vigésimo aniversario, que llega con un patrimonio bajo gestión de 6.000 millones de euros, cifra que se eleva hasta 8.000 millones si se suman las carteras asesoradas.

Pregunta. ¿Cómo ha afectado la pandemia a su negocio?

Respuesta. Ha sido un año especial. A diferencia de otras crisis económicas, esta ha tenido un impacto en la vida de las personas. Hubo que adaptarse al teletrabajo y descubrimos que la tecnología permite la continuidad de muchas actividades. Desde el primer día del estado de alarma tuvimos una comunicación fluida, tanto con los equipos como con los clientes, para explicar no solo nuestra visión del mercado, sino también qué estaba pasando y cómo íbamos a afrontar la situación. Desde junio pasado, poco a poco, fuimos volviendo a la presencialidad, con muchas precauciones y continuas pruebas PCR, porque, por el tipo de actividad que hacemos, es importante que nos podamos sentar con los clientes.

P. ¿Todos estos obstáculos se han notado en la cuenta de resultados?

R. Nuestros resultados han sido muy buenos. La crisis sanitaria llegó en un momento de gran inercia para la compañía, con muchos planes, que nos ha permitido crecer en activos, clientes y resultados. Además, en este último año, y gracias al acuerdo estratégico que firmamos en septiembre de 2019 con Mapfre, hemos podido tener protagonismo en el movimiento de concentración que se está dando en el sector.

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P. ¿Qué les aporta Mapfre?

R. Somos un grupo independiente, y lo que hace Mapfre es reforzar esa independencia con una participación minoritaria. Tenían un 10% y la posibilidad de elevar su presencia hasta el 20% del capital en junio de 2022, pero han decidido adelantar esa opción, lo que nos da estabilidad y hace que nuestro proyecto sea más atractivo para ir sumando firmas financieras a él. Ser independiente no quiere decir ser pequeño. Solo si puedes aportar valor al cliente, la independencia tiene sentido. Y para aportar ese valor es importante contar con los recursos necesarios. Eso es lo que hemos conseguido con Mapfre.

P. ¿Ese acuerdo se queda aquí o pueden llegar a tomar el control de Abante?

R. El acuerdo llega hasta aquí. Ambas partes estamos cómodas y por eso se ha adelantado la ampliación de su presencia en el capital. Nuestro modelo se basa en que la mayoría de las acciones estén en manos de los ejecutivos. Es un sistema que funciona bien desde hace años en sectores como la consultoría o los despachos de abogados. Sin embargo, en una actividad como la nuestra, es importante contar con algo de balance porque necesitas una marca, contratar y formar gente, unas buenas instalaciones… Por eso, al mismo tiempo que los directivos conservamos el control, es importante contar con un socio estratégico. Varios de los fundadores de Abante venimos de AB Asesores, y en esa aventura, durante varios años, AIG fue un socio estratégico con el 30% y nadie cuestionó nuestra independencia.

P. ¿En cuánto se ha valorado Abante en esta operación?

R. Ese dato no es público y no se lo puedo facilitar.

P. El incremento de la participación de Mapfre se hará mediante una ampliación de capital. ¿Qué destino darán a esos recursos?

R. Aunque ya teníamos recursos suficientes, ese dinero nos ayudará a financiar las adquisiciones que hemos hecho en los últimos meses. También estamos invirtiendo de forma notable en sistemas tecnológicos. Desde hace años la herramienta sobre la que pivota nuestra estrategia tecnológica es Salesforce. La alianza con Mapfre también nos lleva a plantearnos bajar un poco el nivel del cliente al que podemos asesorar y para ello estamos desarrollando un canal conjunto con el que ofrecer soluciones digitalizadas, aunque sin olvidarnos de que detrás de cualquier relación de asesoramiento tiene que haber una persona. La inversión, como hemos podido comprobar durante este último año, tiene un componente emocional importante y llega un momento en el que el cliente necesita tener a alguien al otro lado de la línea para hacerle la pregunta clave: “Y tú ¿qué harías?”. Y por supuesto, con ese dinero queremos seguir ganando escala e incorporar nuevos proyectos a nuestro modelo. Ese ejercicio podemos hacerlo en España o fuera. Gracias a Mapfre estamos viendo la posibilidad de poder hacer alguno en el ámbito internacional.

P. Por el tipo de cliente, Abante siempre se ha relacionado con la banca privada o personal. Dice que están pensando en bajar un poco el nivel para acceder a otros perfiles. ¿No corren el riesgo de desdibujar su esencia?

R. La clave es la calidad del servicio porque hay personas con mucho dinero y situaciones patrimoniales sencillas, y al revés. Lo que debes hacer es dar a cada cliente el servicio adecuado a sus necesidades. En nuestro modelo ese aspecto se cuida porque el cliente es de Abante, no del banquero privado. Además, gracias a ­Mapfre ahora somos más competitivos en clientes más grandes.

P. ¿Se han planteado en algún momento convertirse en banco?

R. Aunque no sean perfectas, nosotros ya ofrecemos soluciones para que los clientes puedan lograr financiación con la garantía de sus inversiones. Ser banco te da la ventaja de poder financiar, pero también te mete en otras servidumbres importantes. Por otro lado, una compañía de seguros con la cultura y el tamaño de Mapfre te garantiza y te da acceso a muchas soluciones de solvencia sin necesidad de ser un banco. Hoy por hoy, las aseguradoras transmiten más sensación de solvencia que los bancos.

P. Recientemente, y junto a su socio, han lanzado un fondo de infraestructuras vinculado al grupo australiano Macquarie. Con tipos de interés tan bajos, ¿veremos más productos de gestión alternativa en el futuro?

R. La parte líquida de una cartera de inversión es muy importante. Pensar que lo cotizado y líquido no interesa porque genera volatilidad es una mala percepción de la realidad porque estos activos, cuando hay una crisis, son los únicos que tienen mercado. No cuidar la liquidez de cualquier patrimonio es un problema. Por eso hay que ofrecer una solución global a cualquier patrimonio y, si los plazos encajan, se puede acceder a otras inversiones que ofrecen más rentabilidad. En este sentido, el fondo de infraestructuras puede cubrir la escasa o nula rentabilidad de la renta fija.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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