Industria fía al clúster cerámico el liderazgo de la recuperación económica en el escenario postcovid

Genera 21.000 empleos y deja una facturación de 5.500 millones de euros en 2019 y un crecimiento del 4,4% de las exportaciones al cierre de 2020. Son algunos datos que, a juicio de la ministra de Industria, Reyes Maroto, avalan la resiliencia de un sector, el cerámico, que en pleno azote económico por la pandemia “ha logrado mantener el flujo exportador y las empresas abiertas” y sitúan al clúster cerámico como candidato a liderar el proceso de recuperación en el escenario postcovid.

“Quedan semanas duras pero empezamos a ver la luz al final del túnel y si seguimos así 2021 será el año de la recuperación económica y social” y el sector cerámico jugará un papel “estratégico” y “protagonista” en el proceso” por su capacidad para generar riqueza, pero también por su “aportación social y ambiental” y desde el punto de vista de la innovación a través de los nuevos usos urbanos dados a la cerámica, ha señalado Maroto este lunes en Castellón. Aquí, en el epicentro de la industria cerámica, ha asegurado que es “un buen momento” para acordar el Pacto de Estado por la Industria y ha anunciado que el grupo de trabajo creado para elaborar las bases de este pacto “aprobará hoy mismo” un primer borrador que se trasladará al Foro de Alto Nivel de la Industria Española para su aprobación y presentación a los grupos parlamentarios.

Maroto se ha desplazado hasta la capital de la Plana para asistir, junto al presidente valenciano Ximo Puig, a la presentación del estudio ‘Impacto socioeconómico y fiscal del sector de azulejos y pavimentos cerámicos en España’. Un informe elaborado por Ascer en colaboración con PwC España y que arroja que el impacto total del sector de azulejos y pavimentos cerámicos sobre la economía nacional ascendió a más de 3.800 millones de euros en 2019, lo que equivale al 2,7% del PIB industrial de España y a la mitad de la aportación directa del sector de la construcción de la Comunidad.

El citado informe apela también al impacto del sector en el empleo nacional: 60.000 puestos de trabajo, lo que equivale al 83% del empleo directo de la hostelería de la Comunidad Valenciana; el 46 % de la aportación directa de la industria manufacturera valenciana, o el 27% de la industria de la automoción de España. En términos autonómicos, indica el estudio, la actividad de este sector generó en la Comunidad Valenciana más de 42.700 empleos en 2019, lo que equivale al 2,1% del empleo regional.

Sobre la actividad exportadora, ésta representó en 2019 con 2.819 millones de euros el 0,9% del total de sectores en España y el 1,1% de las exportaciones industriales nacionales. Francia (11,4%), Estados Unidos (10,8%) y Reino Unido (6,3%), lideraron el ranking de destinos preferentes de la cerámica española. Las ventas cerámicas al exterior no encuentran competidor en la provincia de Castellón, donde el azulejero se erige como principal sector exportador con un tercio del total del valor exportado. Es el cuarto de la Comunidad Valenciana.

Al potencial exportador del sector en este “annus horribilis” se ha referido también el presidente Ximo Puig, que ha abogado por “reindustrializar Europa” y por establecer una Política Industrial Común. Ve necesario acompañar al sector cerámico en este tránsito hacia el nuevo modelo productivo, pues es un sector “vinculado al futuro de Castellón y de la Comunidad Valenciana”.

Poner la mirada en Europa y en su abanico de “oportunidades” es también la apuesta del presidente de Ascer, Vicente Nomdedéu, para quien la fórmula de la recuperación pasa además por “tener un plan industrial” y apostar “por el conocimiento, porque a través de él llegará la innovación, y por retener el talento, abogar por el diálogo social y construir un modelo energético eficiente y cuidadoso con el medio ambiente y con las generaciones futuras”.

Precisamente al impacto ambiental de la industria cerámica dedica otro de sus capítulos el informe presentado hoy. Según el mismo, el sector de azulejos y pavimentos cerámicos representa el 1,1 % del total de emisiones de CO2 en España. Se encuentra en cuarto lugar en cuanto a las emisiones por millón de euros de producción. Así, la industria genera 143 toneladas de CO2 por cada millón de producción, superada por el suministro de energía, con 478 toneladas; el transporte y almacenamiento, con 368, y la agricultura y ganadería, con 201 toneladas por cada millón.