Jean-François Fallacher (Orange): “En España hay 40 empresas de telecomunicaciones pero solo invertimos tres”
El máximo responsable de Orange en España apuesta por un mercado más consolidado y pide al Gobierno que rebaje la fiscalidad y la recaudación del 5G
Jean-François Fallacher (Albí, Francia; 53 años) tomó las riendas de Orange España el 1 de septiembre, aunque su segunda aparición pública fue el pasado jueves con motivo de la presentación de resultados de 2020. En una entrevista con EL PAÍS, admite que la pandemia y la brusca caída del turismo ha afectado negativamente a los ingresos de la filial y que no se volverá a crecer hasta al menos 2022. Defiende una consolidación del mercado español dado el alto número de operadores, un proceso en el que no descarta que esté Orange si se presenta un escenario oportuno. Cree que la economía española se recuperará gracias a la digitalización y le pide al Gobierno que rebaje la fiscalidad y que se no se exceda en la recaudación en la subasta de las licencias 5G que se va a celebrar en marzo. Reivindica a Orange como la segunda compañía de telecomunicaciones española, comprometida con el país, como demuestran los 1.000 millones que invierte anualmente frente a otras empresas del sector que solo quieren ganar clientes y dinero.
Pregunta. Acaban de presentar resultados, con caída de ingresos y rentabilidad. ¿Es achacable solo a la pandemia? ¿Habrá ajuste de plantilla?
Respuesta. Es evidente que la pandemia y sus consecuencias –confinamientos y , paralización de actividades- han influido en nuestra cuenta de resultados. En un país como España, la caída del 80% del turismo nos ha afectado de una manera muy importante, tanto en la caída de un 40% de los ingresos de roaming como por esas tarjetas prepago que adquieren los visitantes en nuestro país. Y no olvidemos que en los últimos años ha habido una lowcostización del mercado. No obstante, llevamos ya dos trimestres consecutivos creciendo en todos los segmentos del mercado, gracias al reposicionamiento de nuestras tarifas adaptadas a todas las necesidades, desde el alto valor, hasta los segmentos de precio más bajo. En cuanto al recorte de plantilla, a día de hoy no tenemos ningún plan al respecto.
P. Desembarcó en España en septiembre. ¿Qué es lo mejor y lo peor que se encontró?
R. Lo mejor, el equipo, indudablemente. Se han vivido situaciones límite durante la pandemia, con incrementos exponenciales del tráfico de un día para otro y es un verdadero orgullo ver cómo han respondido. Hemos trabajado sin descanso para asegurar que funcionara perfectamente el servicio de nuestros clientes, de hospitales, de colegios, de las Administraciones, de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado…Y el reto que tenemos que abordar con urgencia es, sin duda, la vuelta a la senda del crecimiento en un entorno especialmente complicado. Estamos en el buen camino.
P. Orange fue el operador que más líneas perdió en 2020 por la portabilidad, más de 400.000. ¿Qué van a hacer para tratar de detener esa fuga?
R. En España nos encontramos, por un lado, con unos operadores que realizan los mayores esfuerzos inversores en desplegar las mejores redes y las más capilares –ahí están los resultados de España como líder indiscutible en despliegue de fibra- y al mismo tiempo, con un número muy elevado de operadores que prestan servicios sobre esas redes, sin inversiones y por tanto, sin necesidad de cuidar de ellas a medio y largo plazo. Eso sin duda, crea unas distorsiones. Ante esta situación, desde mediados del año pasado hicimos un replanteamiento de la oferta comercial de nuestras marcas. Así, tenemos la mejor propuesta de valor: Orange es el único operador que puede dar el producto más premium (y premium en España significa con fútbol) al precio más competitivo. Pero también con ofertas para todos los bolsillos, desde Jazztel, por menos de 40 euros, hasta propuestas muy lowcost a través del resto de nuestras marcas.
P. Orange presume de que es el operador que más ingresos mayoristas tiene por alquilar su red a otros operadores. ¿No es un poco contradictorio que gracias a la cobertura que le presta a rivales como MásMóvil consigan arrebatarle clientes a la propia Orange?
R. Somos un operador que ofrecemos servicios mayoristas porque estamos convencidos de que podemos ofrecer un servicio diferencial, de calidad y, gracias a eso, la red de Orange es la operadora número uno en España por número de clientes, con 25 millones entre fijo y móvil.
P. Telefónica y Vodafone han simplificado su oferta low cost con O2 y Lowi, respectivamente, que están yendo muy bien. ¿Por qué Orange no tiene esa marca reconocible? ¿Van a aligerar su catálogo de marcas eliminando algunas como Amena o República Móvil?
R. Las circunstancias actuales del mercado conducen hacia la simplificación de nuestros procesos y de nuestra estrategia comercial para ofrecer a cada cliente lo que necesita, de una manera eficiente y sencilla. En el segmento premium, Orange es la mejor opción de valor, con tarifas ilimitadas, 5G, dispositivos y contenidos premium (con fútbol y una completa oferta de entretenimiento). Por su parte, Jazztel es la propuesta comercial para el segmento value for money, es decir, aquellos clientes que buscan abundancia por menos de 40 euros. Y avanzamos progresivamente hacia nuestra “cuota natural” en el segmento de mercado convergente más dinámico a través de nuestras marcas Amena, Simyo y República Móvil.
P. ¿Hay demasiada competencia en el mercado español por un problema de regulación?
R. España puede estar orgullosa de tener la mejor infraestructura de telecomunicaciones de Europa, lo que se ha demostrado, y con creces, desde el comienzo de la pandemia y el confinamiento. La inversión dedicada por todos los operadores, incluida Orange, a lo largo de los años es la que lo ha hecho posible. Los ingresos del sector es verdad que se están reduciendo en los últimos años por la dinámica del mercado hacia la lowcostización, y eso, sin ningún lugar a dudas, pone a riesgo las inversiones que se requieren en un momento de transición tecnológica, en las puertas de la revolución de 5G y con la necesidad de hacer un esfuerzo adicional por completar la red de fibra en todo el país.
Los diferentes gobiernos desde la liberalización del sector han mantenido políticas coherentes con promover la inversión y situar a España en la posición de liderazgo que ocupa hoy en infraestructuras digitales. Pedimos un entorno que permita seguir invirtiendo, creando valor y aportando cada día a un mercado en el que Orange es un actor principal.
P. Se habla otra vez de la necesidad de consolidación y, en concreto de una unión MasMovil y Vodafone. ¿Cómo verían esa operación desde Orange? ¿Están interesados en algún tipo de operación con MásMóvil u otro operador?
R. Cualquier resultado de procesos de consolidación dará siempre lugar a operadores más fuertes y por tanto con mayor capacidad inversora. Y eso siempre será bueno para el mercado español. Hoy por hoy, estamos centrados en fortalecer nuestro crecimiento por la vía orgánica y para ello, estamos realizando las inversiones necesarias. Ahora bien, como segundo operador del mercado español, no podemos dejar de analizar cualquier ‘posible escenario’ que se produzca y sus consecuencias, pues impactará al mercado.
“La compra de Jazztel fue un éxito”
P. Hace unos años, Orange compró Jazztel y Vodafone compró Ono y se dijo que con la concentración crecerían los ingresos pero ha ocurrido todo lo contrario, que ha caído la facturación de todos los operadores. MásMóvil surgió de la nada y ahora es el único que gana en clientes y ingresos. ¿No se repetirá la historia si Vodafone y MásMóvil se unen?
R. MásMóvil no surgió de la nada, sino precisamente de las condiciones (remedies) que Bruselas impuso para aprobar la operación de Orange y Jazztel. Y la situación del mercado, ni la del país, son las mismas. En este tiempo hemos aprendido que, si queremos competir en un entorno global es imprescindible tener agentes con el tamaño, con la escala necesaria para competir adecuadamente con los actuales gigantes tecnológicos. Ninguno de ellos europeo. Europa no puede permitirse quedar fuera de esta competición. La consolidación en el mercado es necesaria para crear actores más fuertes, con mayor capacidad de inversión y que puedan por tanto competir en el tablero mundial. Ahí nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro.
P. Ahora ha irrumpido con fuerza Digi, que no tiene red, pero gana más clientes que nadie.
R. Es fácil ser más agresivo cuando todos tus esfuerzos van dirigidos sólo a captar clientes con campañas de márketing y no a invertir en infraestructuras ni a comprometerse con el país y su desarrollo. En todo caso, y como hemos mencionado anteriormente, este operador utiliza la red de otro operador [Telefónica], que por cierto sí ha invertido.
P. Orange compro Jazztel por 3.400 millones. Entonces Jazztel tenía tres millones de líneas de móvil. Hoy MásMóvil, que está valorado en 3.600 millones tiene 11 millones y muchos más beneficios que Jazztel entonces. ¿Se arrepienten de esa compra? ¿No pagaron un precio excesivo?
R. Esa operación dio lugar al que hoy es el segundo operador del mercado y es algo de lo que en Orange nos sentimos muy orgullosos y, sin duda, fue un éxito. La reflexión más bien es otra, es la pérdida de valor de estos mercados en los últimos años. Las valoraciones bursátiles de las compañías de telecomunicaciones en Europa quizá no estén reflejando adecuadamente el valor que tienen. Las operaciones que se han realizado en los últimos meses alrededor de las torres de comunicaciones revelan de alguna manera esta realidad. Los mercados quizá estén descontando el entorno regulatorio en el que vivimos en Europa y eso merece una reflexión que creo que es urgente realizar por parte de las autoridades comunitarias. Este es un sector estratégico, clave en un entorno digital y merece tener el entorno regulatorio adecuado para no perder capacidad competitiva a nivel mundial
El fútbol, la subasta de 5G y la fiscalidad
P. Orange decidió apostar fuerte por el futbol. Vodafone dice que no es rentable por el alto coste de los derechos.
R. El fútbol es excesivamente caro en España, mire lo que ha ocurrido en Francia, con Mediapro, que se ha retirado, y Canal+, que ha obtenido un descuento de, aproximadamente, el 50%. El fútbol como cualquier otra actividad no ha sido ajeno a la crisis y hoy en día, no es, desgraciadamente, el espectáculo al que estábamos acostumbrados. Hemos visto ajustes en el mercado Horecas y no vemos razones para que no haya igualmente ajustes del precio para el mercado residencial. En España a día de hoy los contenidos de fútbol están ligados a los servicios de telecomunicaciones y solo Orange está dando la batalla a Telefónica en ese segmento del mercado. Es bueno para el mercado asegurar que se mantiene la competencia también en ese segmento del mercado.
P. En marzo se van a subastar las frecuencias 5G. El Gobierno español ha puesto un precio de salida de 1.170 millones. ¿le parece excesivo?
R. Recientemente, en una intervención pública, el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, ha abierto la posibilidad de revisar ese precio. Es algo que celebramos ya que consideramos que las condiciones sometidas a consulta pública resultan excesivamente exigentes. Siempre hemos defendido que esta subasta no debe tener un objetivo recaudatorio que pueda comprometer las inversiones necesarias para el despliegue 5G.
P. ¿Cuándo podremos hablar de cobertura 100% de 5G en España? ¿Van a optar a los fondos europeos?
R. Orange tendrá el próximo año más de un 90% de cobertura en 5G y que ya este año superamos el 50%. Los fondos europeos pueden ayudar a conseguir una cobertura del 100%. Nosotros hemos realizado propuestas en esta misma dirección al Gobierno. En Orange hemos trabajado un plan para maximizar el efecto positivo de las ayudas europeas España x10 pretendemos aprovechar el aumento de la velocidad de acceso a internet que ofrecen la fibra y las redes 5G para incrementar hasta en un punto porcentual el PIB español. Estamos además ilusionados al ver que el Gobierno tiene también clara su visión sobre el impacto que tienen la conectividad y la digitalización en la recuperación económica y en la trasformación de la economía para hacerla más resiliente a futuras crisis de las que no estamos exentos.
P. Han anunciado Totem para agrupar las torres de telefonía , ¿qué logra un operador con una operación de este calibre?
R. Totem es la consolidación de todo o parte de estos TowerCos locales en un TowerCo europea, en la cual Orange mantendrá el control mayoritario a fin de aprovechar las oportunidades de consolidación del mercado de torres a nivel europeo. Al mercado le gustan las TowerCos que ofrecen rendimientos a largo plazo sin riesgos, mientras que la valoración de las telecomunicaciones está sufriendo en los últimos años. Esta es una forma clara de valorar mejor algunos de nuestros activos clave.
P. ¿Cómo va en España el banco online?
R. Orange Bank superó sus objetivos para el primer año en España y a finales de 2020 contaba ya con más de 70.000 clientes y más de 100 millones de euros en depósitos.
Además de su éxito como neobanco, no hay que olvidar las importantes sinergias con Orange como operador ya que supone ofrecer servicios adicionales a nuestros clientes. Así, por ejemplo, la financiación de móviles representa para Orange Bank ya 200 millones de euros en créditos que permiten a nuestros clientes acelerar el acceso a terminales de última generación.
P. ¿Qué necesita España para una recuperación acelerada de la economía?
R. Me voy a ceñir a mi sector. Desde nuestra perspectiva, España necesita operadores que inviertan y desgraciadamente en España hay más de 40 empresas que ofrecen servicios de telecomunicaciones y solo somos tres las que invertimos en este país. Orange lleva los últimos cinco años invirtiendo el 20 % de sus ingresos, y es el operador que ha hecho el esfuerzo inversor más importante en este país desplegando redes de fibra, 4G y ahora, 5G.
P. ¿Qué le parece la política fiscal del Gobierno español?
R. A estas alturas hay pocos que no reconozcan que este sector está excesivamente gravado. Las conclusiones de un reciente análisis realizado por Ernst &Young señalan que somos unos de los países que soportan mayor carga fiscal en Europa, con hasta 17 figuras impositivas diferentes, entre las generales y las propias del sector, tanto de ámbito estatal, autonómico como local. Algunas especialmente gravosas, por su impacto y las distorsiones que produce en el mercado, como es la tasa de financiación de RTVE. El impacto del sector en el PIB español es del 3,17%, mientras que su contribución fiscal duplica con creces esa magnitud, hasta el 6,7%. Son cifras que hablan por sí solas, Es urgente su revisión.
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