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El presidente de la CNMV cree que la poca autonomía laboral que tiene el supervisor es una amenaza para su independencia

“Los efectivos son insuficientes para las nuevas competencias que hemos ido recibiendo”, señala Rodrigo Buenaventura quien pide que el mandato al frente del supervisor sea de al menos cinco años

David Fernández
Bolsa
El nuevo presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, en la toma de posesión de su cargo.EUROPA PRESS

Rodrigo Buenaventura, que fue nombrado presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en diciembre pasado en sustitución de Sebastián Albella, empieza su mandato retomando una vieja reivindicación de este organismo: tener mayor autonomía en materia laboral. “La principal amenaza para la independencia efectiva de la CNMV, y por tanto de su correcto funcionamiento, es el régimen actual de contratación, remuneración de personal y conservación de talento”, señaló durante su intervención ante la Comisión para la auditoría para la calidad democrática del Congreso de los Diputados.

El supervisor bursátil cuenta actualmente con una plantilla compuesta por 420 personas, cantidad que en opinión de Buenaventura es “insuficiente” para las nuevas competencias que ha ido recibiendo esta institución en los últimos años. “Hemos perdido en la práctica la autonomía para cubrir las bajas, quedando sujetos a un mecanismo de oferta de empleo público que implica por ejemplo que el personal que perdimos en 2019 lo sustituiremos en 2021″. Además, el presidente recordó que la CNMV “carece de la mínima flexibilidad para ofrecer una carrera profesional a sus empleados más valiosos” pues está sujeta al control previo de la Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones para cualquier decisión en materia de retribuciones. El 31% de las bajas de los últimos cinco años fue de técnicos que opositaron para puestos en el Banco de España, que sí cuenta con mayor autonomía en este ámbito.

La CNMV no supone una carga para el contribuyente ni incrementa el déficit público ya que se financia con las tasas que paga el sector privado supervisado. “Lo que pedimos es sencillo: que el gasto global de personal sea sujeto a un control estricto en su conjunto por el Ministerio de Hacienda y por este Parlamento, pero que recuperemos la flexibilidad para reponer bajas sin esperar años y para realizar ajustes internos, dentro de la masa salarial global”, propuso Buenaventura que propuso tener un sistema de recursos humanos equivalente al del Banco de España o el FROB.

El presidente del supervisor dio su opinión ante los miembros de la Comisión sobre la duración del cargo que ahora tiene. “Siempre he creído que los mandatos que duren más de una legislatura (por ejemplo cinco o seis años) y sin posibilidad de renovación, contribuyen a reforzar la independencia real de quien los ejerce”. Actualmente, la duración del mandato en la CNMV es de cuatro años.

Consejeros natos

En cuanto a los órganos de gobierno colegiados del organismo, Buenaventura se sumó a la tesis del Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, de revisar el sistema de consejeros natos. “Las razones que llevaron la implantación de este diseño de consejeros natos en 1988 están ya superadas y pueden satisfacerse mediante mecanismos como los que ahora existen: acuerdos de cooperación que tenemos desde hace años con el Banco de España, instituciones coordinadoras como la AMCESFI, etcétera”. Adicionalmente, en una eventual reforma normativa, el presidente de la CNMV cree que se podría reforzar la independencia de los consejeros del organismo “introduciendo la previsión explícita que figura en otros organismo similares según la cual terceras personas o autoridades, incluso gubernamentales, no deben tratar de influir en el criterio de los miembros del consejo ni éstos recabar ni aceptar instrucciones de instancias externas”.

Durante su intervención, Buenaventura también se refirió al modelo supervisor actualmente vigente. En España existe un sistema de vigilancia sectorial: un supervisor para la banca, otro para los mercados de valores y un tercero para seguros y fondos de pensiones. A su juicio este esquema no aborda correctamente la creciente interconexión entro los tres subsectores y los conflictos que pueden presentar entre los objetivos de solvencia y conducta. En otros países, sin embargo, hay sistemas de supervisor único o el conocido como twin peaks, diseñado en torno a un supervisor de la solvencia de las entidades y otro de las normas de conducta de los agentes. “Es el modelo vigente desde hace tiempo en varios países debido a su solidez conceptual y a que previene mejor los potenciales conflictos de interés. Además, es un sistema que permite desarrollar un elevado grado de especialización en la materia que genera economías de escala en su aplicación a todos los subsectores financieros”.

El presidente de la CNMV también recordó que en la normativa española aún se detecta “restos de una concepción antigua de ente dependiente del Gobierno” en algunas autoridades administrativas independientes. “Por ejemplo, las sanciones graves y muy graves que impone la CNMV deben ser recurridas en alzada ante el Ministerio de Economía como paso previo y necesario para acudir a la vía jurisdiccional, mientras que el régimen lógico sería acudir directamente a la jurisdicción contencioso administrativa, al no existir una relación jerárquica”.

Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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