A por 2.000 millones que “perderán” las pensiones privadas
La reforma impositiva de estos productos hará que muchos ciudadanos canalicen su dinero hacia otras inversiones
Los Presupuestos Generales del Estado para 2021 están ya en vigor. Por lo tanto, ya es efectivo que, a partir de este año, salvo en Navarra y País Vasco —tienen su propia normativa al respecto—, el límite de aportaciones a planes de pensiones individuales se establece en 2.000 euros anuales (8.000 en 2020), siempre y cuando no se supere el 30% de los rendimientos netos del trabajo (igual que hasta ahora). Además, las aportaciones a planes de pensiones a favor del cónyuge tienen un nuevo tope de 1.000 euros (2.500 en 2020). A planes de empleo se podrán destinar hasta 8.000 euros (límite conjunto de 10.000 euros).
Con esta nueva regulación, el Gobierno ha estimado que en 2022 se ahorrará en beneficios fiscales unos 580 millones de euros, al reducirse el volumen de aportaciones a estos productos. En un cálculo aproximado y teniendo en cuenta un muy conservador tipo impositivo medio de quienes realizan estas aportaciones del 30%, tal y como explica Unai Ansejo, consejero delegado de Indexa, “esto supone que los planes de pensiones dejarán de ingresar cerca de 2.000 millones de euros”.
Son muchos millones de euros, reconocen la mayoría de los expertos consultados. Por un lado, obligarán a los ahorradores a reformular al menos en parte su ahorro a largo plazo y, por otro, a las entidades a ofrecer una más amplia y diversificada gama de otros productos orientados a la jubilación. La batalla por conseguir este ahorro —hay que pensar que ya es obligatorio reducir las aportaciones periódicas de los clientes que superaban el límite de 2.000 euros anuales y fijar máximos de 166 euros mensuales; 500, trimestrales o de 1.000, semestrales— no ha hecho, dicen, más que empezar.
Para Unai Ansejo, la mejor opción para este ahorro “sobrante” seguirán siendo, dadas sus ventajas fiscales en las aportaciones, los planes de pensiones, aunque en la modalidad de empleo. Consciente, sin embargo, de que más allá de las grandes corporaciones no son muchas las empresas que se los ofrecen a sus trabajadores, en Indexa se lanzó el pasado mes de noviembre un servicio de creación de planes de pensiones de empleo multiadscripción (de varias empresas, sin número mínimo de empleados cada una de ellas), “bajo el mismo modelo de gestión que el resto de nuestros productos: indexación, personalización, diversificación global y bajas comisiones”. Es, añade, el primer plan de empleo en España con ciclo de vida —el porcentaje de la inversión en acciones, y con ello el riesgo de la inversión, se van reduciendo en función de la edad del partícipe— y contratable online.
Eva Valero, directora del Observatorio de Pensiones de Caser Siempre, también cree que los planes de pensiones de empleo serán una buena solución para recanalizar el ahorro que hasta ahora llegaba a los planes privados. De hecho, confía en que desde la Administración Pública se desarrolle en los próximos meses toda una nueva regulación para impulsarlos “dado que hasta ahora tan solo se han establecido pautas y líneas básicas”, explica. Al margen de estos productos, Valero cree que tanto los PIAS (Plan Individual de Ahorro Sistemático) como los SIALP (Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo, en los que durante cinco años se pueden ahorrar hasta 5.000 euros anuales), los Unit Linked (seguros vinculados a una cartera de fondos de inversión) o los propios fondos de inversión pueden ser una buena alternativa de ahorro de cara a la jubilación. Con todo, reconoce que una de sus apuestas más novedosas es Caser Cling Cling, una hucha digital que permite ahorrar automáticamente y acumular dinero con cada compra al redondear estas a voluntad del cliente (que se beneficia también de un descuento del 1% sobre las mismas, hasta un máximo de 120 euros) y destinar estos ahorros (a los que se unen otros sobre recibos…) a preparar la jubilación a través de un seguro de vida ahorro, “que facilita al titular obtener liquidez y e incluso seleccionar horizontes temporales de ahorro más cercanos”, puntualiza. Según sus estimaciones, se podría, teniendo en cuenta el gasto medio de una persona, ahorrar en torno a los 30.000 euros, que se convertirían en 40.000 o 45.000 euros en 20 años.
David Espeja, director de la unidad de banca privada de Banca March, cree que el abanico de posibilidades para preparar la jubilación —”lo que debe hacerse cuanto antes, mejor”, señala— es muy amplio y entre ellas destaca a los PIAS. Estos planes individuales de ahorro sistemático permiten realizar aportaciones de hasta 8.000 euros anuales durante un máximo de 30 años (límite total 240.000 euros) y, al recuperar el ahorro no se tributa por las ganancias obtenidas si el capital se recupera llegada la jubilación y en forma de renta vitalicia. Respecto a estos productos es importante matizar que no existe un registro oficial de rendimientos proporcionados por los distintos PIAS comercializados y que hay grandes divergencias entre los garantizados, que en la actualidad están ofreciendo poco más de un punto básico de rentabilidad asegurada, y aquellos que diversifican entre un 15% y un 20% de sus carteras en renta variable. Entre estos últimos se encuentra PIAS Next Generation en formato Unit Linked de Banca March, que permite invertir en megatendencias: revolución 4.0, sostenibilidad y medio Ambiente y demografía y estilo de vida y exige una prima de entrada de 1.000 euros. Su rentabilidad, según sus responsables, superó el 30% en 2020.
Fondos de inversión
Enrique Borrajeros, presidente de comunicación de EFPA España insiste en que, con el cambio de normativa sobre los planes de pensiones, es imprescindible la planificación financiera y, si bien considera que todos los productos asociados a la jubilación (Unit Linked, PIAS, Seguros…) son complementarios entre sí, “en realidad, ninguno de ellos, salvo para casos de personas de cierta edad, te acaban de resolver el futuro”.
De ahí que su apuesta a medio plazo para recanalizar el posible ahorro sobrante de los planes de pensiones sea clara: los fondos de inversión. Para Borrajeros, estos productos son muy variados, carecen de limitaciones en su volumen de aportaciones, permiten el cambio de unos a otros sin tributación y ésta última es relativamente ventajosa porque hay establecidos unos tipos fijos que oscilan entre el 19% y el 23% hasta los 200.000 euros y solo el 26% a partir de esa cantidad.
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