_
_
_
_
_

Hosteleros de València reivindican con una cacerolada ayudas directas

Dueños y trabajadores de bares, restaurantes y cafeterías protestan porque las continuas restricciones por la covid los lleva a la ruina

Protesta de dueños y empleados de locales de hostelería este lunes en el barrio de Russafa, en València.
Protesta de dueños y empleados de locales de hostelería este lunes en el barrio de Russafa, en València.Monica Torres
El País

Hosteleros agrupados en la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de València han protagonizado una cacerolada a las puertas de sus locales en el barrio de Russafa, en València, para exigir un plan de ayudas directas con el que hacer frente a la “sangría económica” que las restricciones por el coronavirus les han reportado. “Nuestras cajas registradoras están en números rojos”, ha denunciado su portavoz, Francesc Sanchis.

Bajo el lema El virus mata y la Generalitat y el Ayuntamiento rematan, la Coordinadora de Hostelería había convocado una cacerolada a las puertas de cada uno de los establecimientos de hostelería para denunciar la “persecución” del Consell al sector después de que el último paquete de restricciones les obligue a bajar la persiana de sus establecimientos a las cinco de la tarde.

Esta manifestación, simbólica [los concentrados en Russafa eran hoy medio centenar], se repetirá cada día a la misma hora hasta el próximo 31 de enero, día en que expiran las últimas medidas aprobadas para frenar los contagios. Su intención es protestar ante el Ayuntamiento de la ciudad y ante las sedes del Consell y la Delegación del Gobierno.

La organización ha criticado que las administraciones públicas “no dan una solución” y “no tienen sobre la mesa un plan de rescate y de justicia económica” para un sector que sufre una “sangría económica”. “Sus tiempos no son los de la economía ni los de la supervivencia de nuestros negocios. No pueden mirar hacia otro lado porque cada día que pasa es crucial para nosotros. Nos estamos arruinando y el Gobierno valenciano nos niega las ayudas”, ha añadido.

Sanchis ha asegurado que son “miles de pymes las que llevamos meses levantando las persianas con pérdidas” y han lamentado que han estado “señaladas constantemente como las culpables de los rebrotes, restricción tras restricción, y sufriendo un injusto agravio comparativo frente a otro tipo de establecimientos o espacios, cerrados y abiertos, en los que se concentran un gran número de personas y parece que ahí no pasa nada”, ha dicho refiriéndose a los centros comerciales.

El colectivo ha exigido ayudas directas “ya” para hacer frente a los gastos fijos que afronta un sector en una situación “desesperante” y “con una caja registradora en números rojos”. “No pierdan más tiempo, hagan números, porque es su trabajo y su obligación, a nosotros ya no nos salen ni nos cuadran”, ha agregado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_