Ryanair vuelve a beneficios pese a la previsión que justificó el cierre de bases
La aerolínea ganó 66 millones en su tercer trimestre fiscal gracias al aumento de los ingresos adicionales y el alza de tarifas
Ryanair obtuvo un beneficio neto de 88 millones de euros en el último trimestre fiscal de 2019 (del 1 octubre al 31 de diciembre de 2019), tras haber perdido 66 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior. La mejora de los resultados se produce justamente después de que el pasado día 8 la aerolínea materializara el cierre de las bases de Tenerife Sur, Lanzarote y Gran Canaria, con un expediente de regulación de empleo para 70 pilotos y 134 tripulantes de cabina de pasajeros, alegando, entre otras causas, una caída del tráfico para la temporada de invierno que no se ha producido.
La aerolínea irlandesa registró un crecimiento del 21% en las ventas hasta 1.910 millones de euros, debido en gran medida a unas tarifas un 9% más altas y a que las reservas de Navidad y Año Nuevo fueron "mejores de lo esperado". El número de pasajeros creció un 6% hasta los 35,9 millones.
Con todo, la principal vía de crecimiento fueron los ingresos por servicios adicionales (equipajes, venta a bordo, embarque prioritario, elección de asientos...), que aumentaron un 28% hasta los 720 millones de euros. El hecho de que cada vez más viajeros reservaran los servicios de embarque prioritario y asiento preferencial debido a la política restrictiva de equipajes de la compañía explican esta subida de estos ingresos, que ya representan el 37,6% del total.
En cuanto a los costes, la factura de combustible aumentó un 14% hasta 700 millones de euros debido a, según ha explicado Ryainar, precios más altos y el crecimiento del tráfico del 6%.
Las reservas anticipadas del cuarto trimestre fiscal de la aerolínea están un 1% por encima de los registrado en esta época el año pasado a tarifas promedio ligeramente mejores de lo esperado. Por ese motivo, Ryanair espera que el tráfico de todo el año crezca un 8% hasta los 154 millones de pasajeros.
A la espera del Boeing 737-MAX
Ryanair vuelve a incidir en la presentación de sus resultados en el impacto negativo del retraso en la entrega del Boeing 737-MAX, y anuncia que es "probable" que el primer avión MAX no se entregue hasta septiembre u octubre de 2020.
Sin embargo, la aerolínea confía en que la llegada de estos aviones, con un 4% más de capacidad de pasajeros y un consumo 16% inferior, "transformará nuestra base de costes y nuestro negocio para la próxima década". "Debido a estos retrasos en la entrega, no veremos ninguno de estos ahorros de costes hasta finales del año fiscal 2021", ha señalado.
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