Los eurobonos arrasan
Los tipos de interés con que se remunera a los inversores son ínfimos: entre el -0,50% y el 0,31%
Mientras los de Bizancio discuten del sexo de los ángeles —o sea, sobre los endémicos males de Europa—, los eurobonos arrasan en el mercado. Por todo lo alto, sin paliativos ni misericordia ninguna hacia los euroescépticos.
El martes se cerró la tercera emisión de eurobonos sociales para financiar el programa SURE, dotado con 100.000 millones de euros para sufragar los costes de los regímenes nacionales de reducción del tiempo de trabajo (kurzarbeit y similares, como los ERTE), destinados a salvar empleos.
En el conjunto de las tres emisiones se han adjudicado 39.500 millones, casi un 40% del total del programa. La demanda de los inversores ascendió a 522.000 millones, es decir, 13,2 veces la cuantía que ofertaba Bruselas. Se han marcado récords mundiales de tamaño en la primera emisión (20/10), en relación con las de los demás organismos supranacionales mundiales. Y en la tercera (con vencimiento a quince años), récord absoluto.
Mejor, los tipos de interés con que se remunera a los inversores son ínfimos: entre el menos 0,50% y el más 0,31%. Es decir, el coste para el emisor, la Comisión —con la garantía de los 27 Estados miembros— no llega a un tercio de punto porcentual.
En el único tramo emitido a diez años, fue de -0,23%. Compárese con la subasta de junio de bonos del Tesoro español al mismo plazo, que ya fue excelente: del 0,62%, más de ocho décimas de diferencia. O fijémonos en el tramo de 20 años, remunerado al 0,13%, a comparar con la subasta de obligaciones españolas de noviembre a 20,1 años, al 0,81%. Casi siete décimas de diferencia.
Como el empréstito europeo se troca en préstamo a los Estados miembros sin ningún recargo, al mismo tipo (a España le corresponderán 21.300 millones, de los que ya ha ingresado 10.000 tras la primera y segunda subastas), el beneficio financiero para este país es muy notable.
Esas emisiones exploran el terreno para las del Plan de recuperación, por 750.000 millones (con garantía del presupuesto), ahora en paréntesis temporal gracias a las autocracias húngara y polaca.
Al ser su laboratorio, pespuntean sus efectos beneficiosos: proyectados en hipótesis, si se hubiese satisfecho toda la demanda del SURE, los 522.000 millones ya habrían financiado el 69,6% del Plan. Un útil recordatorio a los saboteadores de que no se les necesita: con meras garantías de 25 socios (en cooperación reforzada, sin necesitar el aval del presupuesto), se alcanzarían resultados equivalentes.
Todo eso sin contar el efecto de la erosión de la cantidad adeudada por causa de la inflación. Aunque ahora esté muy baja, eso no será eterno. Un sencillo cálculo sobre la base de un alza de precios anual del 2% (el objetivo actual del BCE) acumulada durante 20 años reduciría los 21.300 millones del principal a devolver, a la mitad, aproximadamente.
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