El plan de ayudas al ibérico no cumple las expectativas
Solo se sacrificaron 40.000 de los 250.000 animales previstos en las ayudas
Las medidas adoptadas por la Administración en julio para el sacrificio de animales en el porcino ibérico no han cumplido las expectativas del sector, especialmente en el segmento de animales de bellota. Se han sacrificado menos cabezas de las previstas y los precios se han mantenido hundidos.
El ibérico, por su alta dependencia de la restauración, fue uno de los sectores más afectados desde la pasada primavera por el confinamiento. Ante esa situación, Agricultura puso en marcha un plan de 10 millones de euros para el sacrificio de animales de entre cinco y nueve meses con un peso de entre 70 y 95 kilos, con una ayuda de 40 euros por cabeza hasta un techo de 500 animales por ganadero. El producto de estos sacrificios se clasificaba fuera de norma para su comercialización como carne de cerdo blanco tanto para el mercado interior, como, fundamentalmente, para su salida al exterior ante la buena marcha de las exportaciones.
Finalizado el periodo de sacrificios a mediados de noviembre, los datos provisionales manejados por el sector señalan que solo se han acogido a esta medida unos 40.000 animales por un montante de ayudas de 1,6 millones de euros, frente a los 250.000 que se podían acoger con el fondo de 10 millones de euros.
Desde la sectorial Anprogapor, donde se integra la mayoría de los ganaderos de cerdo blanco y también de porcino de cebo, Miguel Ángel Higuera lamenta que los ganaderos de ibérico no se hayan acogido a esta medida. A su vez, el presidente de la interprofesional del ibérico, Antonio Prieto, considera que la actuación no ha surtido los efectos necesarios ante la postura de las industrias y mataderos de no adquirir este tipo de animales, presumiblemente por los efectos que podría suponer para el negocio de la producción de los animales de capa blanca, y no por la falta de voluntad de vender de los ganaderos.
El cerdo ibérico supone en cada campaña el sacrificio de unos 3,7 millones de animales, de los que 732.00 corresponden a animales de bellota o dehesa, otros 600.000 a cebo de campo y 2,4 millones a cerdos de cebo en granjas. En medios ganaderos se considera que la salida debería haber pasado por el sacrificio de cerdas madres en lugar de cerdos, lo que no hubiera sido un parche, sino una respuesta de futuro atajando el problema desde la base hasta que pase la crisis de la pandemia en la restauración.
Ante el fracaso de las medidas, los precios del ibérico se mantienen hundidos, con una media de 2,85 euros el kilo vivo para un ibérico 100% de bellota, de 2,65 euros para un ibérico al 50% y de 1,5 euros para un ibérico de cebo. Frente a estas cifras, la producción de cerdo de capa blanca mantiene un año de buena rentabilidad, aunque los precios en los últimos meses hayan bajado de 1,5 a 1,3 euros el kilo vivo.
Las exportaciones, donde China se mantiene como principal destino, siguen siendo un factor clave. Tras la peste de hace dos años que obligó al sacrificio de más de 100 millones de animales en el gigante asiáico, se ha iniciado la recuperación de la cabaña, pero aún a niveles muy lejanos de su anterior capacidad de producción, lo que supone mantener la puerta abierta a elevadas importaciones,, con España como uno de los principales proveedores.
De cara a la actual montanera que se inició el pasado mes de octubre, los datos manejados por los ganaderos de la dehesa son preocupantes debido a la escasa producción de bellota de alcornoque y muy baja en bellota de encina, lo que invita al cierre de muchas explotaciones para el engorde de los animales.
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