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El BBVA y el Banco Sabadell negocian su fusión para crear otro gigante en España

Las entidades confirman a la CNMV que han iniciado el análisis de las cuentas para valorar una ecuación de canje

Fachada de una sucursal bancaria del Sabadell, en Madrid.
Fachada de una sucursal bancaria del Sabadell, en Madrid.Luis Sevillano

La venta por casi 10.000 millones de la filial del BBVA en EE. UU. ha sido una operación clave para que la entidad reanude las conversaciones con el Banco Sabadell para tratar de llegar a un acuerdo de fusión. En un Hecho Relevante (comunicado oficial a la CNMV), el BBVA confirmó que mantenía “conversaciones con representantes de Banco de Sabadell, con la autorización del consejo de administración, en relación con una potencial operación de fusión entre ambas entidades, habiéndose iniciado un proceso de revisión (due diligence) recíproco en términos habituales en este tipo de operaciones y designado asesores externos”.

La entidad presidida por Carlos Torres también comunicó al mercado: “Se hace constar que no se ha tomado ninguna decisión en relación con esta potencial operación de fusión y que no existe certeza alguna de que se llegue a adoptar ni, en ese caso, sobre los términos y condiciones de una eventual operación. Se informará oportunamente de las decisiones que, en su caso, se adopten al respecto, cuando y como corresponda legalmente”.

Fuentes de la operación han confirmado a EL PAÍS que las conversaciones a más alto nivel se retomaron la semana pasada, ante el cierre inminente de la venta de la filial de Estados Unidos. Las cúpulas de ambos bancos ya se sentaron a negociar hace unas semanas sin llegar a ningún acuerdo. Sin embargo, las plusvalías obtenidas con la venta de la filial estadounidense y, sobre todo, los 300 puntos básicos de incremento del capital de máxima calidad permiten ahora al BBVA negociar con cierto margen una compra como la del Sabadell, que requerirá tener altos niveles de capital para no pedir dinero al mercado.

Sin la venta de la filial de Texas, el BBVA se habría visto obligado a realizar una ampliación de capital, algo poco recomendable cuando sus títulos cotizan con un descuento del 50% en el último año, lo que habría provocado una enorme dilución de sus accionistas. Según algunos cálculos preliminares, tras la absorción del Sabadell, el BBVA todavía podría disponer de recursos suficientes para realizar una recompra de acciones propias en el mercado, que es una manera de beneficiar a sus accionistas.

Presión de los supervisores y del mercado para la fusión

A partir de ahora es cuando se empezarán a analizar los detalles de las cuentas, las sinergias de fusión que pasarán por el cierre de oficinas y el despido de miles de empleados y el futuro puente de mando. El Sabadell anunció hace dos semanas la reducción de la plantilla en 1.800 personas, el 11% de la plantilla, un plan que se debería adaptar al proyecto de fusión si sigue adelante.

Fuentes de la operación admiten que nadie sabe si este acercamiento llegará a buen puerto (los encuentros del Sabadell con CaixaBank no fructificaron), pero reconocen que la presión de los supervisores y de los mercados es cada vez mayor y empujan a una operación entre estos dos bancos que parece inevitable porque no hay muchos más jugadores que pudieran realizarla.

Por primera vez el mercado vive tres procesos de fusión en paralelo. El pistoletazo de salida lo dieron CaixaBank y Bankia que inauguraron la ronda de integraciones en un proceso que agrupa a 18 antiguas cajas y que aspira a culminar en una sola entidad para marzo de 2021. Pero las fusiones no se dan únicamente entre las entidades más grandes, ya que también Unicaja y Liberbank analizan su integración que podría cerrar su informe interno (due dilligence) esta misma semana.

A media tarde de este lunes, El Confidencial publicó que el BBVA y el Sabadell habían fichado a asesores para poner en marcha una fusión. Por parte del banco azul es JPMorgan, el mismo que les ha asesorado para la venta de la filial de Estados Unidos. Y por parte del Banco Sabadell es Goldman Sachs, al que ya tenían contratado desde el pasado verano.

Durante la presentación de la venta de la filial de Estados Unidos, Torres y el consejero delegado Onur Genç han admitido que la gran inyección de capital permitiría recomprar acciones y realizar compras en mercados en los que están presentes. Sin embargo, no han querido decir nada sobre el Sabadell. Los analistas han insistido en la necesidad de destinar el dinero de Estados Unidos a una compra en un mercado desarrollado porque, de lo contrario, el peso de México y Turquía en el grupo sería demasiado elevado. Tampoco respondieron a esta cuestión.

Pese a que las negociaciones ya están en marcha, el BBVA ha comentado que la venta de su filial no se producirá hasta dentro de seis a nueve meses, lo que podría retrasar la fusión. De todas formas, la fusión de Bankia con CaixaBank puede tardar más de seis meses en cerrarse, por lo que el retraso no sería excesivo.

La nueva vacuna también empuja la Bolsa

La venta del negocio en Estados Unidos del BBVA, junto con la vacuna de Moderna, ha provocado un subidón generalizado en el sector bancario. “El precio es muy atractivo por la valoración que supone del banco en relación con los resultados previstos de esta unidad y el capital invertido”, ha afirmado Torres, presidente de la entidad, en una conferencia con analistas. La transacción, además, se realizará en metálico y no en acciones.

De esta forma, la segunda entidad española por activos ganará en liquidez, lo que le permitirá salir de compras al mercado con efectivo en los bolsillos. Entre los posibles objetivos, ya se especulaba desde hace meses de una posible fusión con el Sabadell, algo que ahora cobra todavía más fuerza. “El mercado descuenta la operación porque este es el movimiento más lógico”, argumenta Joaquín Robles, analista de Bolsa de XTB.

La posible fusión se alimenta además de los cantos de sirena de integración bancaria que llegan desde Europa. En estos momentos, con los tipos por los suelos y con el golpe de la crisis del coronavirus, parece que la consolidación en el sector es casi la única alternativa para mejorar la rentabilidad de las entidades bancarias. “Buena parte de los inversores estamos pensando en que la reestructuración de la banca, léase la integración de las entidades actuales en grupos más fuertes, es un fenómeno que va a seguir presente en los próximos años”, explica Pedro del Pozo, director de inversiones financieras en Mutualidad de la Abogacía.

Las acciones del BBVA han cerrado la sesión con una subida de casi el 16%, mientras que las del Sabadell se dispararon casi un 25%. Ambos valores, así como el resto de la Bolsa, se han aprovechado asimismo este lunes de otro avance científico, de esos que insuflan optimismo —y cierta euforia— a los inversores: el anuncio de la farmacéutica Moderna de que la vacuna que desarrolla contra la covid-19 tendría una efectividad del 94,5%, algo por encima incluso de lo comunicado una semana antes por Pfizer y BioNtech. Entonces, el Ibex se anotó su mayor subida semanal desde 1998. Parece que los inversores ven más cerca la vuelta a normalidad previa a la pandemia, y eso impulsa acciones de firmas turísticas muy deprimidas desde mitad de marzo.

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