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El consejero delegado de Pfizer vendió más de la mitad de sus acciones el día de la noticia sobre la vacuna

La compañía explica que la operación estaba prevista desde hace casi tres meses

Albert Bourla, consejero delegado de Pfizer.
Albert Bourla, consejero delegado de Pfizer. Getty
Álvaro Sánchez

Mientras las Bolsas se sumían este lunes en una alocada espiral de euforia y compras de acciones por la noticia de la efectividad de la vacuna de Pfizer, el máximo ejecutivo de la farmacéutica en boca de todos vendía las suyas. Según consta en los registros de la comisión del mercado de valores estadounidense —la SEC—, el consejero delegado de Pfizer, el griego Albert Bourla, se deshizo del 62% de los títulos que posee en la multinacional que dirige, una transacción que le reportó casi 5,6 millones de dólares —unos 4,7 millones de euros—.

El momento de la operación no podía ser más oportuno para alimentar las suspicacias: justo el día del gran anuncio y a un precio por acción de 41,94 dólares, muy cerca de los máximos anuales de 41,99 que marcó en dicha sesión antes de perder fuerza. Sin embargo, como recoge la SEC, la venta se realizó conforme a la regla 10b5-1, un mecanismo que permite a aquellos directivos susceptibles de poseer información privilegiada fijar un plan de venta de sus acciones con antelación para evitar sospechas. En el caso de Bourla, el programa de venta se aprobó el 19 de agosto, casi tres meses atrás, cuando no había evidencias públicas de que el inyectable fuera a tener éxito, con lo que aparentemente la venta no fue fruto de un impulso al ver la cotización dispararse, ni un síntoma de súbita desconfianza hacia el fármaco, sino una decisión financiera personal más meditada, cuyos motivos no ha explicado.

El CEO de Pfizer aún posee 81.812 acciones de la empresa. Dado que este miércoles cotizaba en el entorno de los 38 dólares, el valor de mercado de ese paquete es superior a tres millones de dólares. Según declaraciones de la compañía recogidas por la agencia Reuters, la venta también estaba condicionada a que la acción alcanzara un determinado precio, con lo que no se habría ejecutado si los títulos no hubieran llegado a ese umbral, cuya cuantía no han desvelado. Tampoco han revelado el precio de compra, lo que permitiría saber si la venta se ha efectuado con beneficios o pérdidas —la acción estuvo por encima de su precio de venta durante parte de 2018 y 2019—.

El anuncio de Pfizer de que la vacuna en la que trabaja junto a la alemana BioNTech tiene una eficacia del 90% ha hecho revalorizarse a la compañía en las últimas horas, pero sin avances desmesurados: su precio sigue por debajo del que alcanzaba a comienzos de año, cuando la pandemia todavía no era considerada una amenaza de la gravedad que se probó luego. El movimiento del consejero delegado supone un porcentaje ínfimo para una empresa valorada en más de 200.000 millones de dólares, pero tras conocerse la noticia, los títulos perdían en torno al 1,5% en una jornada de leves subidas en la Bolsa americana. Meses atrás, directivos de Moderna también saltaron a los titulares por vender acciones de su compañía en plena investigación de la vacuna.

Mucho más favorablemente ha notado la empresa alemana BioNTech la posibilidad de convertirse en uno de los fabricantes clave de la vacuna contra la covid-19. En lo que va de año, sus acciones se revalorizan un 184% tras alcanzar máximos históricos con la noticia de los progresos en el laboratorio.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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