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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La voz de los eurodiputados

Europa no es sólo un presupuesto y una capacidad para compartir determinadas deudas

Andreu Missé
Desde la izquierda, el primer ministro holandés Mark Rutte, el presidente español Pedro Sánchez, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y el presidente francés Emmanuel Macron durante la cumbre europea de la semana pasada.
Desde la izquierda, el primer ministro holandés Mark Rutte, el presidente español Pedro Sánchez, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y el presidente francés Emmanuel Macron durante la cumbre europea de la semana pasada.AFP FRANCISCO SECO (AFP)

Si alguien alberga dudas sobre la relevancia del pacto alcanzado en el último Consejo Europeo, sólo tiene que pensar cuál sería la situación si el cónclave hubiera terminado sin acuerdo. Las crónicas de los periódicos, especialmente las de este diario, dan buena cuenta de los riesgos por los que ha atravesado el proyecto europeo durante las reuniones del 17 al 21 de julio.

El acuerdo de financiar la recuperación económica y especialmente a los más necesitados con una deuda común de 750.000 millones de euros, de los cuales 390.000 millones son subvenciones sin obligación de devolución, es un hito histórico. El contenido del pacto, sin embargo, ha sido duramente censurado por parte de los eurodiputados por los retrocesos que supone en aspectos sustanciales. Es dudoso que exista una voz más autorizada y con más compromiso europeo que el Parlamento de Estrasburgo. Por ello es muy recomendable prestar atención a las fundamentadas críticas de los eurodiputados a las conclusiones de la reciente cumbre. No se trata de retórica. Tal como ha advertido el presidente David Sassoli, “somos autoridad presupuestaria y tendremos la última palabra”.

Europa no es sólo un presupuesto y una capacidad para compartir determinadas deudas. La Unión es sobre todo una construcción de derecho que otorga a sus ciudadanos un nivel de protección y garantía de libertades que son referencia mundial. Los españoles tienen numerosas pruebas de cómo sus derechos esenciales han sido elevados por las directivas europeas y el Tribunal de Justicia.

Por esta razón es significativo que el Parlamento Europeo haya “lamentado profundamente” que el “Consejo Europeo debilitara significativamente los esfuerzos de la Comisión y del Parlamento para mantener el Estado de Derecho, los derechos fundamentales y la democracia en el MFP (Marco Financiero Plurianual) y el Instrumento de Recuperación de la Unión Europea”. El Parlamento había exigido vincular los fondos del presupuesto europeo al cumplimiento del estado de derecho a la vista de las violaciones ocurridas en Polonia y Hungría. La condicionalidad establecida por el Consejo es muy ambigua. Esta batalla no ha hecho más que empezar y el Parlamento tendrá un papel determinante.

Los eurodiputados ponen el dedo en la llaga al señalar otras importantes deficiencias del acuerdo. En primer lugar Europa dispondrá menos dinero. “A partir de 2024 el presupuesto de la Unión en su conjunto será inferior a los niveles de 2020, lo que pone en peligro los compromisos y las prioridades de la Unión, en especial el Pacto Verde y la Agenda Digital”.

La deficiencia de recursos es consecuencia de la falta de impuestos europeos que el Parlamento exige para garantizar la amortización del instrumento de recuperación.

En segundo lugar aumentan los descuentos de contribución al presupuesto europeo (cheques). Los beneficiarios son Alemania, Holanda, Suecia, Austria y Dinamarca. El aumento de los nacionalismos es uno de los problemas de fondo. Los líderes y los medios priorizan el dinero que cada país se lleva a su casa a costa de reducir los fondos para las políticas comunitarias.

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