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La hora de los ‘cazarrecompensas’

Las empresas de recuperación de dinero y de búsqueda de subvenciones o ahorros para sus clientes viven un ‘boom’ en los últimos meses

Los consultores cotejan facturas para ver errores en los pagos a proveedores, tasas y suministros.
Los consultores cotejan facturas para ver errores en los pagos a proveedores, tasas y suministros.golero (Getty Images)

El brutal impacto del coronavirus en el 90% de las compañías españolas, ha hecho aflorar los servicios de empresas que trabajan a éxito. Son rastreadores de dinero, buscadores de ahorro, cazasubvenciones o localizadores de herederos. Actividades y consultas cuya demanda se ha disparado hasta un 50% tras el cese del estado de alarma. “Es una fórmula que va a extenderse”, augura el profesor de EAE Business School, Anindya Saha. “Estos arbitrajes dan la oportunidad de contar con análisis y revisiones pormenorizados a las entidades que lo están pasando mal de sus costes fijos”, explica.

El café para todos suma enteros como modelo de negocio en el marco de la recuperación empresarial. Para el docente de EAE y socio en Nero Ventures, el impacto de la covid-19 cambia “drásticamente” el entorno para hacer negocios y encumbra el pago a éxito, que “no solo se afianza sino que se impone como fórmula de viabilidad”. “Pagar a éxito es un buen sistema porque multiplica el número de transacciones y esto genera más eficiencia en el mercado. Es una fórmula recurrente para los abogados en EE UU”, añade.

Chequear fugas

Rastrear por donde pierden o se les escapa el dinero a las compañías, ser capaz de recuperarlo y cobrar un porcentaje del montante, es la propuesta de firmas como ETL Global. “El error estadístico es lo que nos abre la puerta de la recuperación”, sostiene José Luis Suárez, socio de la consultora. “Revisamos los pagos a todos los proveedores que hace una empresa en los últimos cinco años. Y para ello sólo les pedimos su base contable y las condiciones contractuales negociadas”.

Suárez refiere dos líneas de recuperación: búsqueda de errores, como duplicidades en facturas o en el cálculo de impuestos, y una segunda, más prolífica, donde se cruza la base contable con las condiciones firmadas con los proveedores, “de cada pago que no esté conforme con esas condiciones, reclamamos la diferencia”. Se revisan desde pagos de mercancías, telecomunicaciones o alquiler de edificios hasta logística o servicios generales. “La gran distribución y canal Horeca son los sectores más potentes, ya que al sumar miles de referencias y transacciones diarias su margen de error es más elevado”, aclara el socio de ETL Global.

En la consultora recuperan un euro por cada mil que ha pagado una empresa y de lo obtenido se embolsan entre un 25% y un 50%. “Cobramos una vez que al cliente se le ha ingresado en cuenta el importe de la recuperación. En los últimos dos años hemos recuperado más de 30 millones de euros”, asegura Suárez, quien reconoce un incremento en las consultas a su compañía del 50% a consecuencia de la crisis del coronavirus.

El error en el pago de impuestos es otra vía por la que estas empresas, que han cambiado las reglas de pago, prometen ahorros a sus clientes. Desde Impuestalia buscan la optimización de tributos como el IBI o la plusvalía y reconocen que, tras la emergencia sanitaria, la demanda de sus servicios ha crecido un 30%. “Perseguimos el error cometido por la Administración en el cálculo de estos impuestos derivados del Catastro y contamos con un 98% de éxito en la recuperación catastral”, apunta su consejero delegado, Felipe Rufino.

“Se trata de clientes que son propietarios de locales, comercios, edificios, pisos, terrenos o grupos hoteleros en los que advertimos un margen de error que ronda el 19% en el pago de estos impuestos”. Este margen se traduce en un negocio de más de 1,2 millones de euros al año para la compañía, según Rufino, que sostiene que “las empresas obtienen estos ahorros de por vida, ya que son impuestos que se pagan todos los años”.

Los gastos de electricidad y gas suponen el tercer coste fijo más importante que tiene una empresa y su óptima gestión puede representar un buen pico, asegura Rafael Alcalá, socio fundador de la consultora Trébol, que tiene dos tipos de clientes. Grandes consumidores de energía (industria, hospitales, hoteles o farmacéuticas) y comercializadoras de energía. En el primer caso, con consumos mínimos anuales de medio millón de euros en electricidad y gas, “revisamos cada año una facturación de más de 150 millones de euros y encontramos fallos en las facturas por valor del 20% aproximadamente”.

A sus otros clientes, comercializadoras de energía, “les hacemos un traje a la medida en la estrategia de compra de energía, donde obtenemos una optimización del 3% y, por otro lado, les conseguimos aumento de rentabilidad en su cartera de clientes”. Alcalá reconoce que, tras la emergencia sanitaria, “se nos han acercado empresas que buscan mayor control en gestión de sus costes, del gasto eléctrico y aplazamientos para no tener pérdidas o perder los menos posible tras la paralización de las facturas durante el confinamiento”.

El auténtico boom en la demanda de este tipo de servicios lo protagonizan los cazasubvenciones. En Factorydea, su consejero delegado, Ángel Miguel Fernández, cifra en un aumento del 500% las consultas. Algo que les ha desbordado “y hemos tenido que contratar un call center para dar abasto”. La firma gestiona las ayudas lanzadas desde la UE cofinanciadas con las Administraciones públicas estatales, autonómicas e incluso de los Ayuntamientos, “y si son aceptadas, cobramos un 10% por su gestión”, señala. Preguntado por las empresas que pueden solicitarlas aclara “de momento las ayudas se dirigen a la transformación digital de los comercios, para vender electrónicamente; al rediseño de sus tiendas físicas y al sector turístico”.

Legados abandonados

Encontrar a beneficiarios de herencias es un servicio que ha crecido ante la mortalidad por coronavirus. Grupo Hereda habla de un incremento en las consultas del 12%, “no solo por fallecimiento sino por abandono de viviendas”, aclara su directora general, Jenny Sevilla. “Los administradores de fincas contactan con nosotros y, cuando localizamos a los herederos, les ofrecemos tramitar su herencia”, explica. Pese a ser un trabajo que no asegura el retorno de la inversión, cerca del 95% acepta sus servicios, por los que la entidad se embolsa entre un 10% y un 40% del montante legado, ya que “no es lo mismo buscar herencias abandonadas u otras que requieren una exhaustiva documentación de enseres de siglos pasados en España que a nivel internacional. Hemos llegado a buscar a 80 herederos de un edificio”, dice.


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