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Abengoa deja de pagar parte de las nóminas por falta de liquidez

La empresa sevillana negocia con bancos y acreedores un nuevo rescate para evitar la quiebra

Ramón Muñoz
Sede de Abengoa.
Sede de Abengoa.

Abengoa ha comunicado a sus empleados que no podrá hacer frente a las nóminas correspondientes a este mes en su totalidad, ante la falta de liquidez en que se encuentra la compañía, mientras negocia contra reloj un acuerdo con sus acreedores para evitar una nueva quiebra.

El grupo de ingeniería y energías renovables contaba, a cierre de 2019, con una plantilla que supera los 14.000 empleados en el mundo, de los cuales un 18% se encuentran en España (2.580 trabajadores). A finales del pasado marzo, en pleno estallido de la crisis del coronavirus, la compañía inició un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para en torno al 30% de su plantilla en España y para aproximadamente el 15% de sus empleados en el resto de países donde está presente, debido al impacto en su actividad por la pandemia.

El nuevo anuncio se conoce en pleno proceso de negociación de Abengoa con la banca acreedora (Banco Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y Bankinter y Crédit Agricole) para sacar adelante el último plan de rescate. Este pasa por una nueva financiación a cinco años por 250 millones de instituciones financieras, respaldadas por una garantía del ICO, así como de 300 millones de euros en líneas de avales revolving adicionales de los bancos, cubiertos por la garantía Cesce. En total, 550 millones de euros en ayudas a los que pretende sumar quitas a sus acreedores por valor de 700 millones de su deuda.

Casi todas esas entidades son ya accionistas de la empresa, que les propone un canje de deuda por títulos. El Santander es el principal tenedor de acciones con un 2,84%, seguido de la entidad financiera estadounidense Charles Schwab (1,6%), Caixabank (0,34%), Bankia (0,3%) y el Estado y BBVA con una participación cada uno del 0,29%.

Deuda enorme

La propia empresa se ha dado de plazo para obtener ese acuerdo hasta el próximo martes, día 30 de junio, antes de presentar concurso de acreedores, que sería el segundo en los últimos cinco años. La negociación se produce bajo el peso de una deuda financiera de cerca de 6.000 millones de euros y un patrimonio negativo por valor de 388 millones por el que, formalmente, ya se encuentra en causa de disolución.

A los proveedores, a los que adeuda 1.200 millones de euros, les ha ofrecido como garantía el futuro cobro de los laudos internacionales pendientes, entre otros, con el propio Estado español, al que reclama 1.182 millones por la retribución de las primas de las renovables. La covid-19 ha dañado aún más las malas perspectivas de la empresa, que presentó en 2016 el mayor concurso de acreedores en la historia de España y que prevé que reducirá sus ventas y su ebitda en un 25% por la pandemia.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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