El Corte Inglés ganó 310 millones en 2019, un 20% más

El Corte Inglés cerró el ejercicio 2019 (del 1 de marzo al 28 de febrero) con un leve aumento de ventas, del 1,2% respecto al año anterior, hasta un total de 15.261 millones de euros, con avances en todas sus divisiones. Sin embargo, el beneficio neto del grupo que dirige Marta Álvarez Guil se disparó un 20%, hasta los 310 millones de euros, frente a los 258 del año anterior. Es el mejor resultado desde los 319 millones de 2010, aunque muy lejos de los 717 de 2007. También creció el resultado operativo (Ebitda) hasta los 1.097 millones de euros, un 5,4% más. La generación de caja y la venta de activos, como algunos centros, le permitió reducir su deuda hasta 2.729 millones, 638 menos que un año antes. El grupo, no obstante, admite que la pandemia del coronavirus, que le obligó a cerrar sus grandes almacenes dos meses, tendrá un efecto “significativo” en las ventas de 2020, aunque afirma haber tomado las medidas suficientes para afrontarlo.

En el ejercicio 2019, las ventas ascendieron a 15.260,78 millones, un 1,2% más que el año anterior. Hay que señalar que el año pasado la empresa que dirige Marta Álvarez reportó ingresos por 15.783 millones, pero ha reexpresado sus cuentas de 2018, hasta 15.087 millones, para excluir la parte correspondiente a la filial de informática, Iecisa, vendida al consorcio francés GFI, que ya no se ha incluido en las cuentas de 2019, y para incluir la absorción de la división de ferretería Bricor por la matriz.

Todas las secciones del grupo registraron aumentos de ventas, mientras que margen bruto aumentó un 0,3%, hasta 4.504 millones. El segmento de retail (incluye los grandes almacenes, las tiendas Sfera y los supermercados, sin los viajes o la informática), el más importante del grupo, registró unas ventas del 13.127,9 millones, un 1% más. Igualmente, esta división es responsable de la inmensa mayoría del resultado operativo, con 930,5 millones. La división de viajes facturó 2.731,6 millones, un 0,4% más, aportando 65 millones al resultado operativo del grupo. La división de seguros, con casi 216 millones de ingresos, un 8,1% más, aportó casi 90 millones al resultado.

Dentro de la división de retail, los grandes almacenes facturaron 11.887,2 millones, el 78% de los ingresos del grupo, mientras que los supermercados Supercor aportaron otros 714,6. Mención aparte merece la cadena de moda Sfera, que aumentó sus ventas un 8%, hasta 461 millones de euros.

Igualmente, durante el periodo el grupo logró reducir su deuda. Al cierre del ejercicio, la cifra de deuda era de 2.729 millones, 638 millones menos que el año anterior. Así, el ratio de deuda se sitúa en 2,3 veces su resultado operativo, frente a las 2,9 veces en las que cerró el año anterior y se acerca al ratio de 2 veces que busca la empresa para mejorar sus condiciones de financiación y su calificación crediticia. La empresa señala que la reducción de la deuda se debió a desinversiones (202 millones), entre ellas las ventas de cuatro centros comerciales por 193 millones, y generación de caja (438 millones). En esta reducción no se cuenta la venta de Iecisa, puesto que se culminó en abril de este año, por lo que computará en la reducción de deuda del presente ejercicio.

El impacto del coronavirus

El grupo de grandes almacenes cerró a finales de febrero un buen ejercicio, aunque en esa fecha comenzó uno marcado por la pandemia de coronavirus, que tendrá “un impacto significativo” en las cuentas de la empresa. La pandemia obligó a la empresa a cerrar todos sus grandes almacenes excepto las superficies dedicadas a la venta de alimentación y forzó a presentar un ERTE para 26.000 de sus casi 90.000 empleados hasta que, hace un par de semanas, pudo reabrir sus centros. El director financiero del grupo, Óscar Fernández de Llano, no ha querido cuantificar el impacto de la crisis sanitaria, señalando que es demasiado pronto para calcularlo, toda vez que, tras dos meses de cierre de sus tiendas, solo a comienzos de junio pudo abrir todos sus centros al completo. De cara a las ventas, hay que resaltar que por el momento, persisten —y es probable que duren buena parte del año— las limitaciones de aforo en sus tiendas y los ingresos procedentes de los turistas extranjeros a buen seguro se quedarán en una fracción de lo habitual.

De Llano sí ha afirmado en la conferencia con analistas paralela a la presentación de resultados que el buen resultado del año pasado y los pasos dados para fortalecer la estructura financiera permiten que el grupo pueda afrontar este año difícil y que la empresa saldrá de la crisis “más fuerte” y con una “gran capacidad de adaptación. En este sentido, la empresa recuerda que en febrero, antes de la pandemia, el grupo refinanció 2.000 millones de su deuda, ampliando plazos y reduciendo intereses, y ya con la crisis sanitaria encima, logró un crédito adicional de más de 1.300 millones avalado por el ICO para dotarse de la liquidez suficiente para afrontar el impacto de la pandemia, incluyendo, sostiene, una “potencial segunda oleada a final de año”. También afirmó haber reducido sus compras de mercancía, que se comenzarán a notar ya este mes, y haber tomado medidas para la “optimización” de la inversión de capital.

“Afrontamos un 2020 impactados por la demanda, pero al mismo tiempo reforzados por nuestra omnicanalidad y después de haber realizado importantes procesos de transformación (tecnológicos, de organización y de dirección)”, señala el grupo en una presentación. Afirma que ha acometido inversiones por valor de 344 millones, sobre todo para “mantener el estándar de calidad de los centros comerciales y reforzar el negocio digital”.

Igualmente, ha descartado que tengan en mente “despidos ni nada parecido”, aunque sí admite la empresa que la “alta rotación” de la plantilla (empleados que entran y salen según temporadas) les permite un colchón para reducir la plantilla sin costes extra en caso de que fuera necesario.