La crisis refuerza el reinado de los depósitos
La incertidumbre dispara el ahorro de precaución de los españoles pese a que su rentabilidad es prácticamente inexistente
Un viejo refrán asegura que “el miedo guarda la viña”. Quizás por ese motivo, y en plena crisis sanitaria y económica, los españoles han vuelto a mirar a los depósitos bancarios como un refugio donde cobijarse. Con esta estrategia, los ahorradores priman la liquidez y el hecho de no estar expuestos a los vaivenes de los mercados, aunque la rentabilidad sea pírrica.
Las familias atesoraban 862.100 millones de euros en depósitos bancarios —la mayor parte en cuentas corrientes— a finales de marzo, según los datos provisionales ofrecidos por el Banco de España. Es más, durante ese mes, con la primera quincena de confinamiento tras declararse el estado de alarma, los depósitos de los españoles crecieron en 10.200 millones, marcando un nuevo récord.
El experto en fondos de inversión José María Luna, socio de Luna Sevilla Asesores Patrimoniales, explica esta nueva apuesta por los depósitos bancarios en la incertidumbre económica. “Los ahorradores se quedan quietos, están viendo caer los mercados y necesitan tener dinero disponible para hacer frente a los pagos. Nadie sabe qué va a pasar con la covid-19, cómo afectará al trabajo, además de aquellos que ya tienen claro que lo perderán o lo verán reducido. Tener liquidez ahora es un tesoro”, dice.
Para un grupo más minoritario de familias es el momento de hacer liquidez y esperar a que las caídas de las Bolsas, los bonos u otros activos ofrezcan oportunidades más claras de inversión. Y es que en este marzo de primer coletazo de la contagiosa crisis, los españoles sacaron 5.500 millones en fondos de inversión, con lo que su patrimonio alcanza los 247.467 millones de euros. Aunque la cifra es elevada, dista de la salida que se produjo en 2008 con el inicio de la llamada crisis de las subprime, cuando en octubre abandonaron los fondos 8.100 millones de euros.
En la variada oferta de depósitos bancarios, las más altas rentabilidades se consiguen en los bancos online, que intentan ganar cuota atrayendo con algo más de ganancia. Hablamos de cifras en torno al 1% en el mejor de los casos. También ocurre en depósitos de bancos de otros países europeos con ofertas similares, asegurando siempre que se encuentran dentro del paraguas del Fondo de Garantía de Depósitos que cubre los primeros 100.000 euros invertidos por persona. En definitiva, ofertas marginales en relación con el grueso de depósitos que en cuentas corrientes ofrecen en marzo una rentabilidad del 0,01%. El 0,04% es el tipo medio para los depósitos hasta dos años y el 0,54% para aquellos de más de dos años, según datos del Banco de España que incluyen el pasado mes de marzo. En estos tipos están recogidas esas mejores ofertas de la banca digital.
Alternativas
Lamentablemente, no hay alternativas 100% seguras a los depósitos bancarios para sortear esa falta de rentabilidad del ahorro. La experta Victoria Torre, de Singular Bank, indica que “tener dinero líquido sería, sin duda, lo más seguro, pero no podemos olvidar que incluso así estamos corriendo un riesgo: el de pérdida de poder adquisitivo, si tenemos en cuenta el nivel actual de los tipos de interés. Un activo conservador que no es capaz de batir la inflación nos genera una pérdida de valor adquisitivo, algo que en ocasiones no se tiene en cuenta”, explica.
De momento, la inflación no es una amenaza para los ahorros no retribuidos. El último dato correspondiente al mes de abril apunta a una caída interanual de los precios del 0,7%, debido principalmente a los menores precios de los combustibles. Por tanto, en teoría, tener el ahorro en una cuenta bancaria o debajo del colchón nos estaría permitiendo que el poder adquisitivo de ese dinero no se perdiera. Pero habrá que seguir la evolución de este cambiante dato.
Tener liquidez ahora es indiscutible, pero ¿cuánta? Para los ahorradores que tienen más recursos, la socia y directora de Atl Capital, Alejandra Hernández, apuesta por una estructura de cajas en las que repartir el dinero a corto, medio y largo plazo. La primera cubriría entre los 18 y 24 meses y cumpliría una función de liquidez sin asumir riesgos. En la segunda y la tercera el riesgo iría aumentando con la posibilidad de mayor ganancia a futuro. “Actualmente estamos configurando carteras a medio y largo plazo con porcentajes de renta variable entre el 0% y el 30%. Apostamos por incorporar un 18% de Bolsa ahora mismo y el resto en renta fija (deuda y bonos de empresas) de mucha calidad”, explica.
Hernández ve ahora muy necesaria la figura del asesor financiero porque en momentos complicados como el actual “ayuda a modular las emociones de los clientes: sirve de contrapeso”. Cree que el asesor financiero debería ser tan habitual como el abogado cuando tenemos un problema con nuestro ahorro.
También José María Luna y Victoria Torre ven como única posibilidad para lograr rentabilidad acudir a los fondos de inversión. Eso sí, para un ahorrador conservador. Para Luna, han aparecido oportunidades tras las caídas de deuda y bonos. “Los fondos de deuda empresarial son, a partir de ahora, una buena opción, pero centrados en empresas de elevada calidad y con perspectiva de supervivencia”, explica.
La experta de Singular Bank considera que “con los fondos se consigue invertir de forma diversificada en distintos activos de renta fija, y eso ya implica de por sí un menor riesgo, ya que evitamos estar invertidos en un único instrumento. Además, un activo que nos parece interesante en la actualidad es el covered bond, que es un instrumento de deuda emitido por un banco o una institución hipotecaria que cuenta con el respaldo de un conjunto de activos”, concluye.
Y mientras, ¿qué hacen los europeos?
El miedo al coronavirus afecta a todos por igual. Si en marzo los españoles ingresaron 10.000 millones de euros adicionales en sus cuentas de depósito, los italianos destinaban 17.000 millones a sus cuentas bancarias, y los franceses, 19.000 millones de euros, según un reciente estudio de la fintech Deposit Solutions. Incluyendo todas las entradas y salidas, el volumen de los depósitos en los bancos de la zona euro aumentó en 43.000 millones de euros en marzo de este año.
En las cuentas de depósito de los bancos de la zona euro están colocados actualmente un total de más de 7,8 billones de euros. Solo 750.000 millones de estos se sumaron en los últimos dos años. Los bancos alemanes tienen, con mucho, el mayor volumen de depósitos de clientes en Europa, con 2,4 billones de euros. España ocupa el cuarto lugar tras Francia e Italia.
Según este estudio, el pasado marzo Alemania había sido uno de los pocos países de la zona euro en el que los clientes bancarios habían invertido menos dinero en depósitos que en el mes anterior, una disminución que suma unos 10.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, una bajada del 0,4%. Los datos demuestran un comportamiento similar al que se pudo observar ya en septiembre de 2008, el momento del pico de la crisis financiera, cuando los alemanes retiraron también un 0,4% (unos 6.000 millones de euros) más de sus cuentas de lo que ingresaron. En España, en ese fatídico 2008, sin embargo, el ahorro de los hogares creció en 5.800 millones de euros en noviembre y otros 16.000 millones en diciembre.
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