Escrivá descarta recortar pensiones pese al aumento de la deuda

La deuda y el déficit van a crecer por las medidas que ha adoptado el Gobierno para amortiguar el impacto económico de la pandemia. Pero el Gobierno no piensa ajustar el gasto en pensiones. Así lo ha asegurado este miércoles el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quien en una entrevista en TVE se ratificó también en sus planes de tener lista para la segunda semana de mayo el ingreso mínimo vital que está preparando su departamento.

El ministro apuntó que antes de la crisis existía ya un consenso “bastante alto” en el Congreso para garantizar y proteger el poder adquisitivo de las pensiones, en referencia a la comisión del Pacto de Toledo. Y se mostró esperanzado de que cuando el asunto vuelva a ganar espacio en la agenda política se aprueben las recomendaciones sobre una reforma de pensiones que ya estaban avanzadas.

El ministro señaló que la deuda pública aumentará “de manera significativa” por el coronavirus. Pero incidió en que esta subida será de una sola vez y que “no pone en peligro la sostenibilidad de las cuentas públicas”. En todo caso, sí que admitió que la actual crisis retrasará algunos años la senda de reconducción de la deuda pública a niveles de convergencia con los niveles demandados en la Unión Europea: “Eso no quita para que no tengamos que avanzar en la sostenibilidad de las cuentas públicas”.

Escrivá también descartó que “en ningún caso” España llegará a alcanzar una deuda pública del 120% del PIB. “Me parece una cifra altísima, no creo que se llegue en ningún caso a esa cifra, van a ser cifras más bajas”, apuntó.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también ha apuntado que la crisis lo que ha hecho es retrasar sus planes. En una entrevista en Carne Cruda señaló que sigue en sus previsiones la derogación de la reforma laboral de 2012 “en cuanto lo permita la situación de la pandemia”. “Claro que hay que derogarla”, respondió Díaz cuando se le preguntó por esta posibilidad, que es una de las prioridades con las que llegó al Gobierno.

“Es el momento de abordar la precariedad laboral”, anunció, retomando los argumentos que expuso en el Congreso la semana pasada, que, dijo, recibieron una gran acogida por parte de todos los partidos políticos, “menos los de derecha y extrema derecha”.

También mantiene Díaz sus planes sobre reformar el Estatuto de los Trabajadores para evitar confusiones sobre la situación laboral de los repartidores de las aplicaciones digitales como Glovo o Deliveroo, los llamados riders. Antes de la llegada de la crisis, Díaz había anunciado que el próximo paso de su departamento iba a ser cambiar la ley para asegurar que estos trabajadores eran asalariados y no autónomos. Su intención era acelerar este cambio, pero la ministra admitió que la situación que ha provocado la pandemia en este momento es “excepcional”.

En cuanto a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), la ministra incidió en el mensaje lanzado el día anterior por el presidente del Gobierno: “Han de continuar”, zanjó la ministra, que remitió a la negociación que mantiene con los agentes sociales.

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