Seat pacta con los sindicatos y evita el ERTE

No habrá expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en Seat, como la compañía automovilística planteó esta semana a los sindicatos para paliar los efectos del incendio en la fábrica de Abrera (Barcelona) de su proveedor Faurecia. Los representantes de la plantilla y la dirección de la compañía han acordado esta mañana desistir de esa posibilidad, que amenazaba a unos 6.600 trabajadores, en una reunión conjunta, en la que se ha asumido que la plantilla de Martorell trabajará los días 18, 19 y 20 de diciembre, jornadas que no estaban incluidas en el calendario laboral.

La presión de la dirección ha surtido efecto en ese sentido. Aunque la compañía también asumía un extremo que los sindicatos ponían encima de la mesa: que las razones de causa mayor esgrimidas para aplicar el expediente de regulación no obedecían a Seat, sino a Faurecia, encargado de la provisión de los paneles delanteros que monta la compañía en Barcelona y cuya producción había quedado afectada por un incendio sufrido hace dos semanas. Así, Seat asume que se ha tratado de un paro técnico y no da motivos para la regulación.

Además de esos acuerdos de urgencia para intentar equilibrar la producción, existe un acuerdo para que los trabajadores de la línea donde se produce el Audi A1 trabajen tres sábados de enero para tratar de recuperar producción.

Seat ya ha puesto en marcha una de las tres líneas de sus instalaciones de Martorell, la más importante para el grueso de producción y de empleo. Es la que se encarga de montar los modelos Arona e Ibiza, responsables de más del 50% de la actividad de la planta de Seat. El resto de líneas continúan afectadas ante la cautela con la que la compañía ha querido empezar de nuevo a fabricar, con suficiente estoc de suministros para no tener nuevos problemas que obliguen a parar la planta.

El jueves la directora general de Volkswagen en España, Laura Ros, advirtió que los problemas derivados del incendio de Faurecia supondrá una reducción de la producción que no podrá recuperar hasta el próximo año, después que los paros hayan impedido fabricar en torno a 9.000 vehículos.