Guindos afirma que la zona euro “no está abocada a una recesión”, pero sí ve un crecimiento muy reducido
El vicepresidente del BCE considera que los tipos negativos no son suficientes para impulsar la economía y pide elevar el gasto público de algunos países
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha asegurado este lunes que la zona euro "no está abocada a una recesión en absoluto", pero dejó entrever un panorama gris de la economía. "Creo que una recesión es un evento con una probabilidad reducida, si bien el principal riesgo con el que nos encontramos es con un crecimiento muy reducido, por debajo del potencial durante un periodo dilatado en el tiempo", ha precisado.
Guindos, que ha participado en la jornada 'Retos del nuevo modelo de negocio bancario' organizada por KPMG y Expansión, insistió en que los tipos de interés negativos no son suficientes para impulsar el crédito y el PIB, por lo que, dijo, para evitar este estancamiento se deberían combinar las políticas económicas que contribuyen a la estabilización y que favorecen el crecimiento, pero enfatizó la gran relevancia que tienen las medidas fiscales, es decir, que los países que están en situaciones de hacerlo, eleven el gasto.
Recordó que en estos momentos "no existe el marco adecuado" para hacer efectivo este impulso fiscal de la economía porque los presupuestos son nacionales, "lo que complica la estabilización de la política monetaria". Reclamó un "nuevo instrumento de tamaño relevante para la gobernanza" fiscal que permita actuar ante shocks internos de la economía. "No tengan la más mínima duda de que así el crecimiento potencial se elevará y la política monetaria tendría más margen de actuación", ha remarcado. Al igual que el gobernador del Banco de España, que intervino con posterioridad, también reclamó nuevas reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico.
Crecimiento del 1% en 2020
No obstante, De Guindos ha hecho referencia a los recientes avisos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que apuntan a una desaceleración económica general y desincronizada, al tiempo que ha dicho que en las previsiones centrales del BCE, que estiman un crecimiento de en torno al 1% para 2020, no se incluye la posibilidad de un Brexit sin acuerdo ni un agravamiento de las tensiones comerciales.
También recordó que los países de la zona euro solo implementan el 5% de las recomendaciones que les hace la Comisión Europea sobre reformas estructurales y apuntó que en Estados Unidos sí se llevan a cabo y "su economía crecerá el doble que la europea a largo plazo, algo que también repercute en la mejor valoración bursátil de sus bancos".
Respecto a las posibles fusiones de entidades europeas, el vicepresidente del BCE dijo que eran "ineludibles" en el mercado ante la baja rentabilidad que tienen, sin dar más detalles. Y concreto que "el 90% de los bancos tienen un rendimiento sobre el capital (ROE) por debajo del coste que requieren los inversores". Insistió en que el elevado nivel de costes de la banca europea limita su rentabilidad y que la baja valoración en Bolsa dificulta la realización de fusiones que reduzcan el exceso de capacidad del sector. Guindos señaló que los bancos cotizan, de media, un 50% por debajo de su valor en libros, lo que también complica el acceso de las entidades al mercado de capitales y hace "muy difícil" la generación orgánica de capital.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha resaltado la necesidad de que se conforme un Gobierno estable tras la celebración de elecciones generales que impulse las reformas estructurales y retome el proceso de consolidación fiscal para reducir las principales fuentes de vulnerabilidad de la economía española.
Hernández de Cos pide más capital a los bancos
Según Hernández de Cos, la valoración del balance de los riesgos para la estabilidad del sistema financiera español ha experimentado "un cierto deterioro en el último semestre" debido, en parte, a la revisión a la baja de las perspectivas económicas globales, un deterioro al que no ha sido ajena la economía española.
También ha recordado que los bancos españoles recortaron un 11,5% su beneficio en el primer semestre del año por la reducción del resultado por operaciones financieras y el incremento de gastos de explotación, si bien una parte de estos últimos estuvo asociada a procesos de reestructuración de algunas entidades.
"Las entidades deberían persistir en sus esfuerzos de gestión para mejorar la calidad de sus balances, lo que constituye un elemento fundamental para la recuperación de la rentabilidad a medio plazo", ha señalado.
Por último, transmitió una mala noticia al sector, ya que advirtió de que el conjunto de reformas pendientes de implantación tendrán, previsiblemente, "un cierto impacto en los requerimientos de capital de los bancos en los próximos años", por lo que le pidió un nuevo incremento de la solvencia ya que cuanto mayores sean los colchones de capital con los que cuenten las entidades españolas, mayor será su capacidad para amortiguar el impacto, dijo el gobernador.
Ningún gran banco reconoce que estudia fusiones
"No jugamos este partido"
Los banqueros admiten que en el sector financiero el tamaño importa porque se trata de un negocio con economías de escala. Y mucho más si los tipos de interés son negativos y los márgenes financieros no dejan de caer. Ante este panorama, las fusiones pasan a primer plano. El propio Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, señaló en las jornadas organizadas por KPMG y Expansión que las integraciones eran inevitables.
Tras el supervisor, comparecieron los principales responsables de los grandes bancos a los que se les preguntó por las integraciones, pero no tomaron posiciones claras, echando balones fuera.
Jaime Guardiola, número dos del Sabadell, respondió a esta cuestión con un vago, "el tiempo dirá si", en las fusiones "tenemos un papel activo o pasivo, lo que está claro es que hay que dar valor a los accionistas".
El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, reconoció que las fusiones permiten ganar escala y ser más eficientes en costes y comercialmente, pero también indicó que "no son un tema sencillo y distraen mucho".
Gual explicó que una adquisición puede ser una vía a considerar por "algunas" entidades ante la presión que sufren por no tener la suficiente rentabilidad de manera estructural, por lo que cree que puede darse una nueva oleada de consolidación. Dibujó la situación de su banco, en el que no pareció tener necesidad de más integraciones tras las realizadas en la pasada crisis.
"Es un tema muy de moda", remarcado, aunque ha recordado que en España ya se produjo un "gran" proceso de reestructuración con la consecuente reducción de oficinas o de empleo. "Ha sido muy significativa en relación con otros países, aquí ya se ha hecho mucho", ha precisado.
El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, intervino después y fue el más claro en su mensaje al descartar que la entidad vaya a participar en un nuevo proceso de concentración bancaria. "Les toca a otros jugar" a fusiones en España; "no estamos en este partido", afirmó tras recordar que seguían trabajando en la integración del Banco Popular en su entidad desde hace dos años.
No obstante, advirtió de que la regulación "las hace difíciles" de llevar a cabo, y de que hay "muchos elementos desincentivadores".
Hasta ahora, el banco que más veces había manifestado su interés por las fusiones era el BBVA, en varias declaraciones ante los analistas. Sin embargo, este lunes, el consejero delegado del BBVA, Onur Genç, ha rebajado el interés por este asunto.
"Tenemos la obligación de analizar cada oportunidad que surja, pero nuestro enfoque sigue siendo en el de crecer de forma orgánica", subrayó el 'número dos' de BBVA. "Si surge una oportunidad buena, iremos a por ella", remarcó, una frase habitual en estos casos.
Admitió que la entidad cuenta con un equipo de cincuenta personas que está estudiando las diferentes oportunidades que puedan presentarse en el mercado sobre fusiones o adquisiciones, pero que siempre insiste a los empleados que prefieren el crecimiento orgánico.
Por último, participó José Sevilla, consejero delegado de Bankia, que también fue preguntado por si habrá nueva ronda de fusiones. Sevilla admitió que "si este escenario se profundiza" con nuevos descensos, "y si se prolonga en el tiempo, se estará empujando a las fusiones porque siempre son una vía de reducción de costes". Si embargo, no avanzó más sobre los planes de Bankia.
Sobre su privatización, Sevilla dijo que, ante esta situación de escasa valoración de los bancos en Bolsa, lo más adecuado era esperar a que cambiara la tendencia, con un nuevo rumbo de los tipos de interés.
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