Tíjola: al pueblo que más se enriquece en España le toca siempre la lotería

Tíjola tiene buena estrella. En este municipio almeriense de 3.615 habitantes coinciden la cercanía de una planta de Cosentino, la multinacional de las encimeras que distribuye marcas como Silestone en 80 países, y el empresario Estanislao Berruezo, que la revista Forbes colocó en 2017 en el puesto 121º de los superricos españoles, con un patrimonio de 350 millones. Además —ya sea fruto de la buena suerte o de otros factores—, Tíjola lleva a gala ser uno de los pueblos donde más a menudo toca la lotería. Así se explica que este lugar de la sierra de Almanzora se haya encumbrado como el municipio donde más creció la renta media disponible entre 2013 y 2017. En ese periodo, sus vecinos pasaron de declarar 15.841 euros a 32.860, según los datos de la Agencia Tributaria. Un aumento de más del doble.

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Lo que más llama la atención de Tíjola es la insistencia de la lotería en rondar por la zona. “Tenemos la administración de lotería que da más premios…”, comienza el alcalde, José Juan Martínez. El regidor pasa a hacer un rápido recuento de la buena suerte del pueblo en forma de premios. “En los últimos cuatro o cinco años ha tocado tres o cuatro veces el Gordo de Navidad… Tocó el Euromillón ese del millón de euros… Hace 15 días tocó el Gordo de la Primitiva: tres millones y pico…”, asegura.

Desde 2014, todos los años han caído premios importantes, como los más de tres millones de la Primitiva de este año y los 22 de la Lotería de Navidad de 2015. Según informaba Europa Press en 2007, el millonario Berruezo era el padre de la propietaria de la administración de lotería del pueblo. “Vendemos mucho, y más desde que estamos dando muchos premios”, admite la lotera. El último, un afortunado o afortunada que acaba de ganar 3,6 millones. 

Esta bonanza se traduce en un mercado laboral envidiable. “Algunas empresas me dicen que si alguien pide trabajo en el Ayuntamiento se lo envíe, que siempre necesitan mano de obra”, asegura el alcalde, que destaca el carácter emprendedor de los tijolenses. “Este es un pueblo pequeño, pero aquí tenemos empresas de tamaño considerable”, asegura. Cita el caso de Gerial, propietaria de siete centros geriátricos en la provincia, varias empresas de construcción, entre ellas las del propio regidor, con más de 100 empleados, o Aguaema, con más de medio centenar. Pero sobre todo destaca Cosentino, que emplea a más de 200 tijolenses.

Al alcalde no le sorprenden las cifras de renta difundidas por Hacienda ni la evolución económica tan positiva de los últimos años. Además de la abundancia de empresas, Martínez destaca la evolución del sector agrario, que ha dejado de basarse en terrenos divididos en pequeñas parcelas donde cada familia cultiva sus productos. “Se ha profesionalizado mucho”, asegura. Los mayores propietarios de terreno agrícola del término municipal son Aloha C. B., con sede en la vecina Pulpí, y Estanislao Berruezo, el empresario con residencia en la localidad y numerosas empresas que se ha convertido en uno de los más ricos de España.

El comercio local es más abundante y lujoso de lo que en principio se esperaría de un pueblo de este tamaño. En Tíjola hay dos joyerías, cinco supermercados, varias pastelerías y cafeterías, numerosas carnicerías y pescaderías, una tienda de muebles, además de tres sucursales bancarias. La pescadería en la avenida principal es un local muy bien acondicionado. Y no vende producto de batalla. Varios kilos de cigalas, gamba roja de Garrucha o blanca de Huelva brillan en el mostrador. “Sí, claro que las vendemos. Entre semana y, sobre todo, viernes y sábado. La gente aquí se cuida mucho y bien”, dice la dependienta. La gamba está hoy a 59 euros el kilo. Y tiene una pinta excelente.

Como sus ciudadanos, el Ayuntamiento de Tíjola también tiene mucho dinero. Su alcalde reconoce que las arcas municipales cuentan con cuatro millones de euros en el banco, de los que apenas puede gastar 200.000 por la imposibilidad de incrementar el gasto local. El presupuesto para 2020 es el sueño de muchos alcaldes. “No he podido cuadrar los gastos y los ingresos. Lo que vamos a ingresar supera a lo que vamos a gastar”, concluye.