Navegar con conciencia ecológica

El Salón Náutico Internacional de Barcelona (del 9 al 13 de octubre) alcanza su 58ª edición con un certamen comprometido con el medio ambiente. La muestra contará con la presencia de barcos más sostenibles y acogerá varias actividades centradas en la necesidad de cuidar el mar. “Sostenibilidad del producto, con embarcaciones eléctricas, híbridas o que consumen menos gasoil y contaminan menos. Y también barcos hechos de materiales que faciliten el reciclaje al final de su vida útil”, señala Luis Conde, presidente del salón. Así las cosas, el daño causado por los residuos plásticos en los océanos también protagonizará una de las jornadas de la feria, que vuelve a ocupar los muelles de la Fusta y de España del Port Vell.

En total, participan en el evento más de 300 expositores y 700 embarcaciones, la mayoría, barcos de hasta 20 metros de eslora. En tierra, podrá verse además una muestra de las últimas novedades del sector en pequeñas embarcaciones y neumáticas, así como de productos de electrónica, motores, pinturas, velerías, remolques, chárter y servicios náuticos. “Aunque la finalidad de las ferias ha cambiado comparado con el pasado y sobre todo debido a las nuevas tecnologías, sigue siendo una buena ocasión para presentar tus productos y estar en contacto con tus clientes”, reconoce Marieli Solé, directora de operaciones de la firma Motors Soler.

Todo ello convierte el certamen en el salón náutico más importante de España y el cuarto de Europa tras Düsseldorf, Italia y Cannes. Y es que la muestra se ha erigido en los últimos años como uno de los mejores escaparates comerciales de la náutica española. “Un 70% de las gestiones de compra de embarcaciones que se llevan a cabo en España cada año se inician en el Salón: si quieres un barco, vas al Salón Náutico de Barcelona”, asegura Conde.

En el evento participarán más de 300 expositores y 700 embarcaciones

Entre las embarcaciones de motor que se exhibirán destaca la presencia del Beneteau Swift Trawler 41, un modelo de 13,43 metros de eslora que renueva el espíritu viajero de las Beneteau tragamillas. La Jeanneau Merry Fisher 1095 Fly, que representa el máximo confort en una eslora del segmento de los 10 metros. Y la Montecarlo MYC 76. Por lo que a la vela se refiere, Barcelona acogerá al espectacular trimarán Neel 65. “Contamos con la exposición de catamaranes más importante de la náutica europea”, destaca el presidente del salón.

El certamen se ha convertido en una plataforma de dinamización sectorial. El mercado de embarcaciones de recreo se recupera de la crisis sufrida entre 2008 y 2013 —las matriculaciones cayeron un 70% y el 68% de los astilleros cesó su actividad— y sigue con su curva de crecimiento: en lo que llevamos de año, se han matriculado un 9,3% más de embarcaciones recreativas (5.232) que durante el mismo periodo de 2018, según la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN).

“En líneas generales, los datos son positivos. Son ya cinco años de mejora continuada y esperamos cerrar el año con un incremento de entre el 5% y el 10% de matriculaciones. Es un escenario aún lejos del de antes de la crisis, pero es un crecimiento consolidado y sostenible que nos tranquiliza. Aunque hay que recordar que los nuestros son números pequeños, así que cualquier variación afecta mucho a las cifras del sector”, señala Carlos Sanlorenzo, secretario general de ANEN.

El sector se recupera de la crisis y desde enero las matriculaciones crecen un 9,3%

Los datos confirman que el alquiler está desplazando a la propiedad. Y que la mayoría de embarcaciones de nueva matriculación son de menos de ocho metros de eslora. “Se impone la navegación de día. Barcos en los que se busca más la confortabilidad que unas buenas cabinas”, conviene Sanlorenzo después de lamentar que se graven las embarcaciones de más de ocho metros “con un 12% más de impuestos”. En el mismo sentido, Luis Conde, presidente del Salón Náutico Internacional de Barcelona, reclama “ventajas fiscales para las embarcaciones más sostenibles, como los veleros”.

Con este panorama, el crecimiento del sector en los próximos años pasa, según Sanlorenzo, por un cambio cultural, que incluya “la apertura al mar” de las poblaciones costeras españolas y una nueva visión de la náutica recreativa “menos elitista”. El sector registró unos ingresos de explotación (industria y servicios) que ascienden a 3.000 millones de euros, según el último informe de impacto económico de la náutica recreativa en España (2017). Con una generación de empleo directo de 19.700 personas y 653 millones de euros anuales de remuneración de estos trabajadores. En total, la náutica recreativa aglutina 3.700 empresas, incluidos autónomos (25%). Y destaca su rejuvenecimiento, con un 42% de compañías de 10 o menos años de antigüedad. En cuanto a su envergadura, un 90,6% de las empresas del sector son microempresas.

Industria muy localizada

En cuanto a la localización, Cataluña y las islas Baleares concentran en su conjunto el mayor número de empresas (37,2%), empleo directo (33,7%) e ingresos de explotación y valor añadido (40%) de esta industria. “El elemento internacional en el turismo se traslada a los datos positivos del sector. Donde no hay componente internacional, al sector le cuesta más crecer”, justifica Sanlorenzo. Precisamente de Cataluña son la mayoría de visitantes del Salón Náutico barcelonés, un certamen que en los últimos años ha incrementado los visitantes del resto del Estado e internacionales, sobre todo, de Francia.

En la línea de anteriores ediciones, la innovación y la tecnología tendrán un espacio destacado en el salón. Y el Espacio de Mar contará con una amplia agenda de jornadas profesionales que servirán para dar visibilidad a diversas start-ups vinculadas con el sector dentro de la segunda edición del Nautic Tech International Investment Forum, organizado por la consultora Seed & Click.

El certamen también acogerá el Foro Mujeres del Mar. “El náutico es un sector históricamente masculino, pero como en otros sectores, cada vez hay mayor presencia femenina”, apunta Marieli Solé. “En nuestro caso, que dentro de la náutica estamos en la parte industrial, vemos que hay más graduadas ingenieras navales, pero la proporción sigue siendo baja. Yo creo que, como en otros sectores, cada vez se incorporarán más mujeres”, vaticina.