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Casi cuatro de cada 10 españoles apoyan poner límite a los precios de alquiler

Menos del 13% prefiere arrendar a comprar vivienda, según el último barómetro del CIS

Cartel de anuncio de un alquiler, en un edificio de Barcelona. En vídeo, el 40 por ciento de los españoles cree que se debe poner algún tipo de límite a los precios de los alquileres, según el CIS.Foto: atlas | Vídeo: Joan Sanchez | atlas
José Luis Aranda

Casi cuatro de cada 10 españoles, un 37,7% concretamente, está de acuerdo con poner límites a los precios de los alquileres, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El barómetro de julio del CIS, publicado este miércoles, dedica un apartado específico a preguntas sobre vivienda. Entre otras, pide a los encuestados (la muestra fue de 2.974 personas) que diga si cree que tener una vivienda digna es un derecho que debe ser protegido de manera activa por el Gobierno. Un 90,2% de los encuestados responde afirmativamente a esa cuestión, frente a un 6,2% que lo hace negativamente.

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A continuación, la encuesta preguntó a quienes habían respondido afirmativamente que dijeran por qué medios debían los políticos proteger esos derechos. Como respuestas se proponían varias opciones no excluyentes; es decir, cada persona podía decir con cuántas de esas posibles soluciones estaba de acuerdo. La que mayor consenso generó (un 52,2%) fue construir vivienda social para personas con pocos recursos económicos. Le siguen la de dar préstamos baratos para comprar casas (49,9%), fomentar la construcción de vivienda con precios asequibles para la clase media (46,9%), hacer una política de limitación del precio de los alquileres (41,8%), crear un parque público suficiente de viviendas en alquiler (38,3%) y socializar el suelo para que no encarezca el precio (31,4%).

Esos porcentajes se refieren solo a las personas que compartían la afirmación de que la vivienda es un derecho que el Gobierno debe proteger. Al contabilizarlo sobre el total de la muestra de la encuesta, bajan ligeramente. Por ejemplo, quienes apoyan los límites a las rentas de alquiler son un 41,8% de los primeros, pero sobre el conjunto de los encuestados representan un 37,7%.

Un 18,4% de inquilinos

Al margen de esta cuestión, el CIS también preguntó por la forma de tenencia de la casa donde vivían los encuestados y cuál sería su deseo al respecto. De estas variables se desprende que un 18,4% de los españoles viven ya de alquiler. El porcentaje no deja de crecer desde hace 10 años, ya que antes del estallido de la burbuja superaba por poco el 14%, según el INE. Sin embargo, el alquiler como modo de vida ideal solo es la mejor opción para un 12,9% de los participantes en el estudio, frente a un 81,8% que prefieren comprar una vivienda propia y un 3,5% que declararon que les resulta indiferente.

La culpa de ese desajuste entre quienes realmente viven de alquiler y quienes lo tienen como su opción favorita es fundamentalmente de los precios de compra. Casi seis de cada 10 inquilinos encuestados así lo manifestaron, al determinar que la razón principal para arrendar era la falta de ingresos suficientes para poder comprar (un 45%) o que lo contemplaba como una solución temporal hasta poder comprar (un 14,9%). Estos porcentajes se refieren solo a las personas que viven de alquiler, por lo que hay que tener en cuenta que la muestra es relativamente pequeña en este caso (282 personas).

Más de dos tercios de los encuestados (un 66,4%) está de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación genérica de que comprar siempre es mejor que alquilar y un 59,7% creen que adquirir una vivienda es la mejor forma de ahorro para el futuro. En cuanto a las ventajas del arrendamiento, un 75,4% comparte la idea de que da más libertad de movimiento y un 64% que permite tener una vivienda más adecuada a cada momento vital.

Para más de la mitad de los encuestados, un 51,6% los alquileres son caros o muy caros. Un 23,9% los considera ajustados. Ese porcentaje sube un poco, hasta el 27,4%, entre quienes creen que los precios se mantienen estables. Un 47,7% creen que están subiendo algo o mucho. Para un 1,5% están bajando algo o mucho. La causa de carestía más citada es la especulación: un 35% de quienes creen que las rentas se están encareciendo la citó como primer o segundo motivo (la encuesta permite señalar solo dos causas). Le sigue la explicación de que se debe a que los precios de compra de los pisos también suben (33,9%). En tercer lugar se señala la escasez de pisos en alquiler en el mercado. Así lo cree un 32,7% de los encuestados, aunque como primer motivo es el más repetido (un 21,9%).

Actitudes frente a la okupación

Además, la encuesta pregunta por las actitudes de los españoles ante la okupación. Un 39% cree que se debería expulsar inmediatamente a quienes okupan una casa, frente a un 31,3% que cree que habría que buscarles soluciones habitacionales alternativas y un 22,7% que apuesta por dialogar con los okupas hasta encontrar soluciones. El CIS también pregunta a los encuestados si conocen a alguien a quien le hayan okupado una casa tras irse unos días fuera por vacaciones u otro motivo: un 18,9% respondió que sí conocían algún caso así. Ante esa situación concreta, el porcentaje de quienes piensan que el desalojo debe ser inmediato sube hasta al 57,8%, mientras un 27,3% apuesta por dar un plazo máximo de 48 horas desde la denuncia. Esas eran las únicas opciones que ofrecía el estudio, que recoge además un 8,2% de personas que dieron "otra respuesta".

En cuanto a la rehabilitación de viviendas, un 87,4% de los encuestados se muestran a favor de que las administraciones promuevan políticas encaminadas a ello. Para la mayoría, un 52,3% se debe hacer dando ayudas para pagar parte de las obras. Un 47,7% son partidarios de dar créditos baratos para este tipo de trabajos. Menos de tres de cada 10 encuestados señaló como otras posibles vías (la respuesta a esta pregunta también era múltiple) la de establecer desgravaciones fiscales o la de hacer promoción directa de las obras de rehabilitación.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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