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CaixaBank, Bankia e ING cuestionan que los tipos negativos ayuden a la banca

Los banqueros salen al paso de las declaraciones del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que señaló que esta situación les beneficiaba

Íñigo de Barrón

El lunes pasado, Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, afirmó que los bajos tipos de interés (negativos desde 2016) favorecen más que perjudican a los bancos comerciales porque impulsan la economía y reducen la morosidad. Sin embargo, el presidente de Caixabank, Jordi Gual, el de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri y el consejero delegado de ING España, César González-Bueno, discreparon del supervisor porque consideran que el lastre que suponen los tipos tan bajos tienen más elementos negativos que positivos y confían en un cambio de la política del Banco Central Europeo (BCE).

Jordi Gual confió este miércoles en que la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los estímulos de política monetaria “sea puntual” y poco a poco vaya retornando a la normalidad con su retirada progresiva. El banquero formuló este deseo durante un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el patrocinio de BBVA, después de que el martes pasado Mario Draghi, presidente del BCE, indicasen que serán “serán necesarios estímulos monetarios adicionales” si no hay “progresos” que empujen al alza la inflación.

Gual admitió que el BCE quiera utilizar nuevas medidas para que Europa supere el “bache” que vive el entorno económico mundial y las muchas incertidumbres existentes como las tensiones comerciales entre EE. UU. y China. No ocultó que si se prolonga esta situación “anómala” de tipos bajos que tuvo su origen en el momento de la crisis financiera vivida “hace unos años”, con claros “efectos adversos” en la intermediación financiera al meter presión en los márgenes y dificultar la emisión de deuda anticrisis (la exigida para construir el colchón MREL) en las entidades de menor tamaño.

“Los tipos negativos son una situación anómala que no debiera prolongarse más en el tiempo. Y esperamos que esta situación anómala acabe desapareciendo”, apuntó. Y confesó tener esperanza de que "el entorno macroeconómico puede cambiar al final de año, aunque los mercados no lo ven ahora porque son cortoplacistas”.

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Menores beneficios en Bankia

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, también ha admitido que le perjudica la situación de los tipos, que se puede prolongar en el tiempo. Este miércoles ha abierto la puerta a una revisión de su objetivo de beneficio para 2020 por el retraso en la subida de tipos, pero ha reiterado su compromiso de repartir 2.500 millones de euros en dividendos a lo largo de los tres años tal y como contempla su plan estratégico.

El Plan Estratégico 2018-2020 de la entidad contemplaba alcanzar un beneficio de 1.300 millones el próximo año y repartir 2.500 millones en dividendos. "Ya veremos si lo hacemos o no. Lo evaluaremos, como estamos evaluando permanentemente la cifra de beneficio. En el caso de que hagamos algún tipo de modificación la haremos, pero ahora no toca", ha matizado.

Tras la intervención de Gual, el primer ejecutivo del banco nacionalizado también ha reconocido que el retraso en la subida de tipos "no será buena" para los planes de privatización de Bankia. Goirigolzarri ha asegurado que se siente cómodo en una situación de tipos de interés bajos, no así cuando las tasas son negativas, y ha reconocido que un nuevo retraso en la subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) penalizará el precio de mercado de las acciones de los bancos, lo que consecuentemente perjudicará a los planes de privatización de la entidad.

Preguntado en otra ocasión por este tema, comento: "Es cierto que los tipos bajos impulsan el crédito y aminoran la morosidad; a nosotros nos gustan los tipos bajos, pero estamos incómodos con los tipos negativos porque si la rentabilidad del activo baja, es decir, las inversiones que podemos hacer, y los depósitos no pueden caer más del 0%, donde ya están, no nos queda la posibilidad de cobrar por tener ahorros porque siempre estará la alternativa de guardar el dinero en metálico".

Insistió en que esta situación del activo y del pasivo del balance bancario "es asimétrica, y los bajos tipos crean una situación compleja para ahorradores, que no ven donde obtener rentabilidad, y a los empresarios les trasmite expectativas negativas y les desincentiva a la hora de tomar decisiones estructurales de inversión. Aun así, nosotros acataremos lo que diga el BCE".

El primer ejecutivo de ING España y Portugal, César González-Bueno, en la jornada del martes pasado, se mostró en la misma línea. Apuntó que es "evidente que tipos bajos no ayudan al negocio, nos exige competir con más ingenio, adaptarnos y establecer una estrategia como la que tenemos, es decir, centrada en productos contracíclicos, como las hipotecas, los productos de inversión y los de ahorro a largo plazo porque dejar el dinero en una cuenta no es rentable si no se va a utilizar en unos años".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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