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Nuevas formas de transportarse en el futuro

Los expertos debaten sobre los cambios en la movilidad urbana y el impacto de la tecnología en las ciudades

José Bogas, consejero delegado de Endesa, a la derecha, habló sobre la necesidad de descarbonizar el sector energético. En vídeo, resumen de la jornada.Vídeo: CARLOS ROSILLO / ELPAÍS
J. L. A.

Autobuses sin conductor, drones que traen la compra, helicópteros para ir desde la azotea hasta el aeropuerto… Son realidades que ya existen y que prometen transformar un futuro mucho más próximo de lo que creemos. El cambio de hábitos sociales y la creciente conciencia medioambiental obligan cada día a las empresas a anticiparse a retos inimaginables hace apenas unos años. Y en el centro de todo ese debate, la manera en que personas y mercancías se mueven por la ciudad (y fuera de ella).

Para analizar el nuevo paradigma el pasado miércoles se celebró Movi. El foro de la movilidad futura. Empresas, profesionales y representantes públicos protagonizaron la cita organizada por EL PAÍS en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), Correos, Endesa y Ferrovial. “La movilidad del futuro tiene mucho que ver con el diálogo”, señaló Susana Bañares Hernández, responsable del departamento de Gestión de la Demanda y Redes Inteligentes de Red Eléctrica Española (REE). “Ya estamos trabajando juntos en sectores que nunca imaginamos”.

Las soluciones más creativas permiten, por ejemplo, que el carrito de un repartidor de Correos mida los niveles de contaminación de la ciudad. La empresa pública presume de tres siglos de historia ante su enésima reinvención. “Si nos dicen hace dos años que íbamos a gestionar el volumen de mercancía que tuvimos en la última campaña de Navidad, no nos lo hubiéramos creído”, ejemplificó Susana Cuervo, subdirectora de Organización, Eficiencia y Sostenibilidad de la compañía postal. Los envíos de paquetería crecen a ritmos anuales del 40% y para ello se prepara ya una legión de vehículos eléctricos que alcanzará los 1.500 a finales de este mismo año.

Los avances tecnológicos permiten llegar a cualquier punto de manera más rápida, ecológica y segura. Jordi Escruela, subdirector de Innovación, explicó cómo Correos ha puesto en marcha una experiencia piloto para hacer llegar los envíos mediante dron a Penalba de Santiago (León), un pequeño pueblo del Bierzo donde las heladas de invierno dificultan el acceso por carretera.

“Hace falta una estructura y un orden aéreo en las ciudades”, reivindicó Isabel del Pozo, responsable en Airbus de UTM, la división que explora nuevas maneras de surcar los cielos. El gigante aeronáutico europeo ya gestiona taxis aéreos a través de Voom en São Paulo (Brasil) y Ciudad de México, pero cree que, además de llevar pasajeros, un futuro de drones facilitará el transporte de medicamentos y sangre para casos de urgencia. O ayudarán a vigilar los parques de las ciudades. Airbus y el Ayuntamiento de Madrid firmaron recientemente un acuerdo que permitirá testar ese tipo de experiencias. “Ninguna otra ciudad en Europa tiene esta oportunidad”, destacó Del Pozo.

Pero la capital también explora sus posibilidades en tierra. El coordinador general de la alcaldía de Madrid, Luis Cueto, anunció la construcción de una nueva cochera que permitirá recargar hasta 100 autobuses eléctricos a la vez. Cueto sacó pecho por la puesta en marcha de Madrid Central, la zona que restringe el tráfico a vehículos contaminantes y de no residentes, y lamentó no haber podido construir más carriles bici en la última legislatura.

Contaminación

La movilidad urbana causa un 14% de los gases de efecto invernadero y obliga a destinar el 50% del espacio de las ciudades a calzadas. Son datos que puso sobre la mesa Maria Tsavachidis, directora ejecutiva de EIT Urban Mobility, una iniciativa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología que ya aglutina a 48 empresas y centros de conocimiento para acelerar las soluciones a nuevas formas de desplazarse y usar el espacio público en las 13 ciudades europeas que se han adherido al programa.

Y en el foco de muchas miradas, el coche eléctrico. Para Carl Fiedrich Eckhardt, director del Centro de Movilidad Urbana del grupo BMW, no cabe duda de que el vehículo enchufable va a traer “más calidad de vida y mejor movilidad”. Pero la oportunidad va más allá de los fabricantes. Por ejemplo, ha sido la puerta de entrada de Ferrovial en el negocio de los coches compartidos. La compañía planea extender su servicio Zity de Madrid a otras ciudades, anunció su director general de Sistemas de Información e Innovación, Federico Flórez.

“Si el mundo se va a desarrollar, va a hacer falta más energía”, advirtió el consejero delegado de Endesa, José Bogas, quien recordó que la descarbonización del sector energético deberá ir en paralelo con la del transporte. Para contribuir a ello, la eléctrica prepara la instalación de 108.000 puestos de recarga hasta 2023. De ellos, 8.500 serán públicos y permitirán cubrir la red de autovías con un punto de suministro al menos cada 100 kilómetros.

Esa es una de las transformaciones más evidentes de nuestras redes de comunicación, pero aguardan muchas otras. La colaboración de Cintra con una start-up permite medir la velocidad media a la que circulan los coches en sus autopistas. Porque en las vías ya no circulan solo vehículos, también lo hacen billones de datos. Y a la vuelta de la esquina espera el 5G, que, según recordó desde Telefónica su directora global de IoT (Internet de las cosas), Rosalía Simón, marcará un nuevo hito para conectar entre sí objetos y desarrollar el vehículo sin conductor.

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Sobre la firma

J. L. A.
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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