Automobile Barcelona: 100 años de potencia
El salón homenajea los éxitos de la industria del motor y exhibe las últimas novedades en movilidad inteligente
España está en el top ten mundial de fabricantes de automóviles. La industria nacional produce 2,8 millones de vehículos al año y es un importante actor en el mercado de los componentes. Además, el coche propulsa a la economía española. Según datos de Faconauto, la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas, la industria del automóvil representa el 8,6% del Producto Interior Bruto (PIB) y ocupa al 8% de la población activa. Y, al tiempo, el sector vive en un desafío continuo. La introducción de nuevas tecnologías, de sistemas de propulsión alternativos y el mayor control de las emisiones se suman a la histórica, y acérrima, competencia entre las grandes marcas.
Todo cuanto rodea a esta industria cobra protagonismo en el Automobile Barcelona. El salón internacional del automóvil organizado por Fira de Barcelona se celebrará del 11 al 19 de mayo y con esta edición alcanza su centenario. No son 100 salones porque el evento ha tenido que salvar escollos organizativos de toda índole y desde el principio, porque desde su estreno en 1919 hizo falta esperar hasta 1922 para la segunda edición, una cita que ya entonces generó más de 33.000 visitas. “Somos la historia de un milagro, un salón que ha sobrevivido a dos guerras y a la mayor crisis económica y que sigue ahí, vivo, fuerte”, apunta Enrique Lacalle, presidente del salón. El siglo transcurrido refleja el salto que ha experimentado el sector, lo que convierte al Automobile Barcelona en testigo de la historia pero, a la vez, en preámbulo de lo que está por llegar, porque al coche le queda cuerda para rato. En 2018 las matriculaciones crecieron un 7% en España.
“La edición del centenario va a ser histórica”, vaticina Enrique Lacalle, al frente del evento desde la edición de 2001. Manifiesta que este año hay un 46% más de marcas que en la edición de hace dos años, convirtiendo a Barcelona durante estos días en “la capital mundial del motor”. El centenario incluirá grandes novedades: 44 marcas, primicias mundiales, europeas y nacionales; una exposición de 25 vehículos que marcaron una época y que ofrecerán a los visitantes un paseo por la historia. “Y, además ,una mirada al futuro, con las últimas novedades tecnológicas que cambiarán la movilidad en los próximos años, como los vehículos autónomos, sin conductor, que podrán probarse”, abunda Lacalle. Incluso podrá verse un coche volador.
El certamen es el primer evento ferial en España en conmemorar 100 años y es el único salón con el reconocimiento internacional de la OICA (Organisation Internationale des Constructeurs d’Automobiles). Tendrá lugar en el emblemático recinto de Montjuïc y ocupará casi la totalidad de los pabellones. La cita es un gran escaparate internacional para las principales marcas de automóviles. Contará finalmente con la presencia de Abarth, Alfa Romeo, Aston Martin, Audi, Bentley, BMW, Cupra, Dacia, EasyMile, Ferrari, Fiat, Fiat Profesional, Ford, Hispano Suiza, Honda, Hyundai, Jaguar, Jeep, Kia, Lamborghini, Land Rover, Lexus, Lotus, Maserati, Mazda, Mercedes Benz, Mercedes Benz Vans, Mini, Mitsubishi, Nissan, Pal-V, Piaggio Commercial Vehicle, Porsche, Renault, Seat, Skoda, Smart, Subaru, Suzuki, Tesla, Toyota, Volkswagen y Volvo. Los boxes para los coches de prueba se ubicarán tanto en la Avenida Reina María Cristina como en la de Rius i Taulet.
Del pasado al futuro
En la edición de este año, Automobile Barcelona ha preparado un novedoso espectáculo audiovisual que transportará a los visitantes en un viaje interactivo e inmersivo a través de los 100 años de la historia del automóvil. Además, el salón ofrecerá este año una exposición coordinada por Fermín Sulé, de casi 3.000 metros cuadrados en el Palacio 7, dedicada a los automóviles que forjaron una parte de la historia del salón. La muestra contará con al menos dos representantes por cada década y, entre las grandes joyas que se expondrán destaca el Ford T del año 1919, el Hispano Suiza H6C de 1924, el Jeep Willys de 1943, el Cadillac El Dorado de 1955, el Pegaso Z102 Rabassada de 1953, el Aston Martin DB5 de James Bond de 1964, el Seat 1500 propiedad del salón de 1970, el Ferrari Testarrossa de 1987 y el BMW Z8 de 2002.
También se mostrará una Bultaco Sherpa de la expedición al Himalaya y varios objetos como los primeros navegadores, salpicaderos y un motor Elizalde de aviación. Recuerdos del pasado pero con la mirada puesta en el futuro porque en el salón se ha dispuesto también la Connected Street. Se trata de un espacio donde los visitantes podrán experimentar las tecnologías más disruptivas del ámbito automovilístico. Toda una calle para descubrir las últimas novedades tecnológicas, así como experimentar en primera persona la movilidad inteligente del presente y del futuro.
El coche que vuela es un elemento que ocupa un sitio destacado en la lista de fantasías de los aficionados al motor. La edición del centenario del Automobile Barcelona permitirá ver el primer coche volador. Se trata del PAL-V Liberty, un vehículo que se convierte en girocóptero. Está propulsado por un motor de gasolina de 200 caballos de potencia que tiene una autonomía de 1.200 kilómetros en modo coche y de 400 kilómetros en modo aviación. Para convertir el coche en volador bastan diez minutos para que se dispongan automáticamente los rotores y se desplieguen las aspas de las hélices.
El vehículo también servirá para homenajear, 94 años después, al Autogiro de Ricardo De la Cierva, un invento que fue protagonista de la exposición aeronáutica del salón internacional del automóvil de Barcelona de 1925.
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