Cuando las inundaciones son parte de tu vida
Por primera vez en Brasil, un informe analiza en detalle cómo las inundaciones afectan los ingresos, la vida familiar, la salud, el trabajo, los estudios y el acceso a los servicios públicos
Es una pregunta que atormenta a miles de personas, especialmente en los barrios más pobres, cada vez que el cielo se oscurece en las metrópolis latinoamericanas: ¿Qué hago si el agua empieza a entrar en mi casa?
En la región, estos eventos son especialmente preocupantes por su recurrencia. En los últimos años las inundaciones han dejado miles de damnificados, desde Argentina hasta México. Y así fue en Porto Alegre, Brasil, en octubre de 2015, cuando se registraron las segundas peores inundaciones de la historia de la ciudad desde 1941. Alrededor de 9.500 personas resultaron afectadas por los temporales, que causaron daños materiales equivalentes a 18 millones de dólares.
Cuando empezaron las inundaciones, el ama de casa Rosimeri Faleiro tenía apenas un objetivo: conseguir que su único hijo, con distrofia muscular de Duchenne, fuera rescatado. Matheus – que se mueve en silla de ruedas eléctrica y respira por aparatos – logró ser trasladado sobre las aguas por su padre y un vecino hasta una calle donde una ambulancia pudo acceder. Entró en coma camino del hospital y pasó cuatro meses internado.
"Mi preocupación era con sus equipos, que son muy caros. Le dije a mi marido: salvémoslo; todo el resto lo recuperamos después", recuerda Rosimeri.
Esta es solo una de las muchas historias registradas durante la investigación Conviviendo con las inundaciones: un estudio para construir resiliencia con las comunidades de Porto Alegre, realizada por el Banco Mundial y la Alcaldía. Por primera vez en Brasil, un informe analiza en detalle cómo las inundaciones afectan los ingresos, la vida familiar, la salud, el trabajo, los estudios y el acceso a los servicios públicos.
El trabajo incluyó una encuesta realizada en 1.500 domicilios en las regiones del Presupuesto Participativo de Humaitá-Navegantes (que cuenta con cinco barrios) y de las Islas (cuatro áreas habitadas que ayudan a formar el barrio Archipiélago). Ambos tienen en común la vulnerabilidad social y los desastres causados por el exceso de agua.
Estos fueron algunos datos encontrados por el equipo:
• El 57% de los encuestados registraron inundaciones en sus casas o edificios.
• El 56% de los entrevistados no sabían que el agua llegaría a su vivienda.
• El 70% del total de los encuestados cree que su residencia sufrirá alguna inundación en los próximos 10 años.
• La mitad de las familias que declaró vivir con ingresos mensuales inferiores a los R$ 1 mil (aproximadamente US$ 250), tuvo que gastar más de una vez este valor para recuperarse; de ese total, el 19% gastó más de 5 veces su ingreso mensual.
• En más de un tercio (34%) de los domicilios, al menos una persona sufrió lesiones, enfermedades, daños físicos o psicológicos como consecuencia del evento.
Los resultados refuerzan algunas nociones discutidas en estudios anteriores del Banco Mundial, como el Informe de Desarrollo Global 2014 y los Choques Agregados en América Latina y el Caribe. El primero destaca que los desastres afectan desproporcionadamente a los más pobres, pues muchas veces es un sector de la población que no tiene información suficiente para tomar previsiones, viviendas seguras ni condiciones de recuperarse. El segundo estudio señala que las inundaciones y otros fenómenos pueden llevar a la extrema pobreza unos 26 millones de personas en todo el mundo cada año.
Según la institución, que realizó análisis basados en datos de 117 países, las pérdidas medias de bienestar debido a inundaciones, tormentas, terremotos y maremotos totalizan 520.000 millones de dólares al año, un 60% más que el causante por pérdidas económicas.
Estos datos se vuelven aún más preocupantes cuando se tiene en cuenta que la incidencia de fenómenos causadores de desastres se ha triplicado en América Latina y en el mundo entre 1970 y 2014 y seguirá aumentando con el cambio climático.
De la prevención a la recuperación
El informe brinda recomendaciones con el objetivo de amortiguar los impactos sociales de futuros desastres en Porto Alegre. Entre ellas:
- Implementar una legislación municipal específica para la gestión de riesgos de desastres, con enfoque en la prevención.
- Reforzar la actuación de la Defensa Civil.
- Mejorar la capacidad de drenaje.
- Perfeccionar el sistema de previsión, monitoreo y alerta.
Para continuar las discusiones iniciadas en el marco del estudio e implementar soluciones - que pasan por prevención, respuesta post-desastre y recuperación a largo plazo -, se formó en Porto Alegre el Grupo de Acción sobre Inundaciones (GAIA), que une miembros del Ayuntamiento y de los habitantes de las zonas afectadas.
Mariana Kaipper Ceratti es productora online del Banco Mundial
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