Un Día del Libro con un horizonte más claro para los autores

Escribo estas líneas en vísperas de la gran celebración de nuestras letras: el Día Internacional del Libro. Un día en el que, además, se reafirma el compromiso de la sociedad, a través de sus instituciones, con el fomento de la lectura, con la defensa de la industria editorial y con la protección de la propiedad intelectual y de los derechos de autor. La celebración de este año tiene, además, un sentido muy especial para los autores españoles por una razón: el pasado otoño fue aprobado por el Parlamento el Informe sobre el Estatuto del Artista y hace solo tres meses se ha ratificado en el Congreso de los Diputados, por unanimidad, el Decreto Ley del pasado diciembre por el que se reconoce la plena compatibilidad entre pensión de jubilación y rendimientos de la Propiedad Intelectual.

Sólo precisa el desarrollo reglamentario para entrar en vigor. Un problema que ha concitado la atención de la opinión pública a lo largo de los últimos tres años, que ha sido eje de los trabajos desarrollados en relación con los autores por la Fundación Alternativas, y que ha llevado a situaciones económicamente difíciles a diversos escritores, algunos muy conocidos, debido a la imposición de graves sanciones, ha encontrado una vía de solución.

Confío en que en los pocos días que quedan hasta las elecciones generales, el compromiso del Gobierno y, de manera concreta, del ministro de Cultura y Deporte, sea cumplido en su totalidad y en el futuro derechos de autor y pensión no sean realidades incompatibles y confrontadas. Ese hecho, junto a la aprobación por el Parlamento Europeo de la directiva sobre propiedad intelectual y sus derechos en el mercado digital, reconociendo la justa remuneración a los creadores, son dos hitos, uno europeo y otro de ámbito nacional, que acercan la Legislación española a la de los países más avanzados de la Unión.

Tenemos un horizonte, los escritores -y por derivación, los lectores y el mundo del libro en general-, más claro que hace solo unos meses. Un horizonte que solo se despejará del todo, en cualquier caso, si el Gobierno busca fórmulas para anular las sanciones (la sentencia favorable a Javier Reverte es todo un hito) y restituir los derechos económicos y las pérdidas patrimoniales a los autores sancionados.

Una exigencia obligada que evitaría contradicciones y sinsentidos entre una legislación nueva que compatibiliza y una residual que ha penalizado con dureza e injustamente. Más allá de estas demandas, justas y arrastradas durante años, el Día del Libro nos invista también a vivir la poesía en todo su esplendor en la figura y en la obra de la última premio Cervantes: Ida Vitale, la escritora uruguaya nacida en Montevideo que a sus 95 años sigue aportando nueva obra y obra de siempre al patrimonio cultural de la Humanidad.

* Manuel Rico es presidente de la Asociación Colegial de Escritores y portavoz de la Plataforma Seguir Creando