Brotes verdes, sociales y sostenibles en renta fija
El mercado de estos instrumentos está alcanzando un crecimiento exponencial
Los bonos verdes, sociales y de sostenibilidad son un tipo especial de instrumentos de renta fija donde los ingresos obtenidos por su emisión son de aplicación exclusiva a proyectos ambientales y/o sociales elegibles. Su creciente relevancia en el mercado radica en que, por un lado, cada vez son más los inversores institucionales, fondos de inversión y de pensiones que dedican un volumen significativo de su inversión a este tipo de activos. Por otro, su uso permite a los emisores diversificar su base inversora. Este segundo aspecto es muy relevante para los emisores públicos, pues la emisión de este tipo de instrumentos es una forma de legitimar ante los contribuyentes la función de la deuda pública.
El mercado de bonos verdes, sociales y de sostenibilidad está experimentando un crecimiento exponencial en los últimos años, alcanzando la emisión bruta global un volumen superior a los 220.000 millones de dólares en 2018, con un crecimiento del 13%. Aunque tres cuartas partes de este volumen provienen del segmento verde, el mayor ritmo de crecimiento se ha producido en bonos sociales y de sostenibilidad. EE UU, Francia y China se posicionan a la cabeza de este mercado, concentrando cerca de la mitad de las emisiones brutas realizadas en 2018. Los emisores españoles no son ajenos a esta evolución. Un 10% de las emisiones brutas de bonos verdes, sostenibles y sociales en Europa en 2018 proviene de nuestro país. Esta cifra es muy relevante, sobre todo si tenemos en cuenta que la apelación al mercado de capitales para la obtención de financiación es tradicionalmente menos intensa en nuestro país en relación a otros. Pero también lo es si tenemos en cuenta el carácter pionero de varias empresas que hoy emiten en este formato como Iberdrola (líder mundial), Repsol (primera de su sector en colocar bonos verdes) y Telefónica. En bonos sociales, el ICO fue también pionero a nivel global.
Un rasgo diferencial de nuestro mercado es la mayor orientación, en términos de volúmenes emitidos, hacia la emisión de bonos sociales y de sostenibilidad frente a bonos verdes, justo lo contrario que sucede en Europa, donde la gran mayoría de emisiones se concentra en el segmento verde. Ello se debe a la relevancia de las comunidades autónomas como emisores de bonos sociales para financiar su elevado gasto social (vivienda protegida, creación de empleo, apoyo a pymes, sistema de salud, etc.).
Para el emisor, las ventajas son claras: acceso a un abanico de inversores más amplio y más estable, con mayor peso de aseguradoras y fondos de pensiones, con elevado componente de no residentes. En el caso del inversor, la oportunidad de materializar su inversión bajo criterios de responsabilidad social se une a la obtención de una rentabilidad igual o superior a la de los bonos tradicionales de características similares (plazo, riesgo de crédito). Ambas son condiciones necesarias para que este segmento del mercado de renta fija goce de un futuro muy prometedor.
Salvador Jiménez y José Manuel Amor, son profesores de Afi Escuela de Finanzas.
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