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¿Interesa volver a los fondos monetarios?

En un entorno lleno de incertidumbres, estos activos pueden servir para guardar transitoriamente el dinero mientras se despejan

Sede de la Bolsa de Madrid.
Sede de la Bolsa de Madrid.Carlos Rosillo

Han sido en 2018 el tuerto en el país de los ciegos. Los fondos monetarios, que invierten en deuda pública y renta fija privada con una vida inferior a los 18 meses, perdieron de media el 0,53% frente a una caída promedio del conjunto de fondos de inversión del 4,81% en 2018, y muy lejos del 15% que se dejaron los de Bolsa europea. En esos productos hay invertidos 6.800 millones en España.

 Los fondos monetarios son la máxima aspiración del inversor más conservador y se les consideraba un producto seguro en el que era imposible perder dinero. Una cualidad que se esfumó con las políticas monetarias de los bancos centrales de aplicar tipos negativos o tipos cero, que los han llevado a esa paradoja de poder caer.

Marta Campello, socia directora de Abante Asesores Gestión, los equipara a una cuenta corriente o a un depósito bancario. “Resulta interesante para aquellos ahorradores que superen los 100.000 euros de ahorro en una entidad financiera, cantidad que cubre el Fondo de Garantía de Depósitos, y opten por colocar el resto en un fondo, lejos del riesgo bancario”. Asimismo, destaca la buena fiscalidad frente a los productos bancarios más seguros.

Las ganancias de los fondos de inversión como instrumento de ahorro pagan los mismos impuestos que una cuenta corriente o un depósito, pero tienen la ventaja de que es el ahorrador el que decide en qué momento deshace su inversión y, por tanto, cuándo paga a Hacienda. Además, puede traspasar de un fondo a otro, incluso de distinta categoría (por ejemplo, de un monetario a uno de Bolsa), sin pagar impuestos mientras mantenga su inversión.

Otra ventaja sobre los depósitos, cuya rentabilidad ronda hoy en España el 0,06% a plazo de un año, según el Banco de España, es que en 24 horas el ahorrador puede recuperar su dinero sin penalización, frente a las que ponen los bancos cuando se acorta la vida de un depósito. En la liquidez, los monetarios son más atractivos que otros fondos cuyo periodo de desembolso suele ser de tres días.

Los fondos monetarios están completamente ligados a las decisiones de política monetaria. Por tanto, será el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y su sucesor a partir del próximo octubre los que finalmente determinen si estos fondos seguros terminarán el año en positivo o volverán a perder. Draghi está retrasando la subida de tipos, lo que aleja la posibilidad de un alza para estos productos.

Los tipos negativos de las letras del Tesoro en España y otros países europeos, el tipo cero del BCE y el 0,4% que este banco central cobra a las entidades financieras por tener allí colocados sus depósitos son los grandes contratiempos para que puedan volver a la rentabilidad en 2019. También las empresas han aprovechado este momento excepcional de los tipos de interés y emiten títulos como pagarés (deuda a corto plazo) a tipos negativos. Son los casos de Telefónica o Iberdrola, entre otras grandes, a las que los inversores pagan por financiar, al menos de momento.

El gestor de fondos Rafael Valera, consejero delegado de Buy & Hold, ofrece una visión muy práctica sobre estos fondos monetarios y cuáles pueden ser los inversores más interesados. “Actualmente los bancos están cobrando a las empresas por tener su dinero en cuenta corriente. Por eso, a algunas les interesa meter ese dinero en fondos monetarios con el objetivo de disminuir ese coste”. Y añade: “A nosotros como gestores, los bancos depositarios nos están cobrando por colocar la liquidez en ellos. Por eso, este tipo de fondos puede resultar atractivo para corporaciones o para fondos de inversión que tengan liquidez esperando oportunidades de inversión en el mercado”.

Otra de las particularidades de los fondos monetarios es su capacidad de servir de refugio transitorio. Mientras se aclaran incertidumbres sobre los mercados, el ahorrador puede invertir el dinero (con una pérdida mínima) y luego traspasarlo a otro tipo de fondo (renta fija, divisas, bolsas, materias primas, etcétera), una vez que la tendencia de los mercados esté más clara. “La liquidez que ofrecen los fondos monetarios es un activo y también una decisión de inversión. En 2019 se espera una gran volatilidad en los mercados y estos fondos tienen sentido para dar luego el salto hacia otros productos con mayores riesgos. Valen para inversores conservadores y también para perfiles más dinámicos que busquen resguardar su dinero”, dice José María Luna, director de análisis de Arquia Bank.

Perspectivas

En este año de incertidumbres sobre la desaceleración de la economía, el comercio, el Brexit y el fin del programa de compras del BCE, todas las posibilidades están abiertas. Sin embargo, los analistas consultados consideran que los fondos monetarios seguirán dando pérdidas aunque, como en el pasado, muy modestas.

Marta Campello descarta subidas de tipos por parte del BCE y, además, cree que mientras persista la penalización del 0,4% sobre los depósitos de la banca colocados en el banco central será imposible obtener rentabilidades positivas en estos productos. En caso de haberlas, añade, habría que descontar la inflación, por lo que es imposible obtener una rentabilidad real positiva.

Luna coincide: “El resultado va a ser negativo. En un entorno de muy baja inflación, de desaceleración, y con riesgos políticos y de crecimiento, no hay razón para que el BCE suba los tipos a lo largo del año”. “El panorama no va a cambiar para que estos fondos estén en positivo”, señala Rafael Valera. La única vía es cargarse de renta fija privada de baja calidad y alta rentabilidad, pero sería un riesgo muy alto y la posibilidad de impago de alguna empresa daría al traste con esta estrategia, continúa.

Buscar comisiones bajas

Si un fondo de inversión es especialmente sensible a las comisiones, ese el monetario. Maneja porcentajes mínimos y, si cobrase un margen de gestión alto, se comería la ganancia o le haría entrar en pérdidas.

Los fondos monetarios tienen limitada a un máximo del 1% su comisión de gestión. Pero en el actual panorama de tipos de interés negativos, ese 1% suena a barbaridad. Quienes decidan entrar en estos productos esperando un cambio de tendencia en el mercado monetario o, simplemente, como refugio transitorio para dar el salto a otras inversiones deberán fijarse mucho en la comisión. Algunas gestoras cobran solo el 0,06% del patrimonio.

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