Las grandes empresas dejan de reducir deuda y sus márgenes superan los previos a la crisis

Las grandes empresas tuvieron un crecimiento de sus excedentes finales "muy elevado" en los nueve primeros meses del año, según se desprende de la central de balances del Banco de España publicada este lunes, una encuesta con un universo de 926 sociedades no financieras hasta septiembre de 2018 y de 7.829 hasta diciembre de 2017. Se considera que estas estadísticas presentan un cierto sesgo hacia las compañías de mayor tamaño.

El Valor Añadido Bruto (la diferencia entre las ventas y las compras que hace la empresa) subió un 3,3% frente al 4,6% que crecieron en 2017 y el 5,5% que sumaron en 2016. Mientras que en 2017 los reconocimientos de minusvalías y deterioros hicieron que al final los resultados de las empresas retrocediesen, en los tres primeros trimestres de 2018 las sociedades tuvieron un incremento de los beneficios extraordinarios y todavía menores costes financieros por los bajos tipos y la reducción de la deuda. Lo que ha provocado que los resultados del ejercicio sobre el Valor Añadido Bruto se hayan disparado un 59,5%. Según el Banco de España, estos márgenes sobre los productos y servicios que producen superan ya los niveles previos a la crisis. Además, la rentabilidad ordinaria sobre los activos de la empresa (aquella que no recoge ni plusvalías ni minusvalías) ha aumentado desde el 5,9% hasta el 6,2%. En rentabilidad todavía queda para alcanzar las cotas superiores al 7% que se registraron allá por 2007.

Al mismo tiempo, según las cifras del Banco de España, el proceso de desendeudamiento puede haber llegado a su fin, y en 2018 el nivel de deuda ha experimentado un ligero repunte tras años de caídas. "Los datos indican que a nivel agregado está ocurriendo. Se ve también en las cifras de financiación. Lo cual no quiere decir que no haya muchas empresas que todavía no han terminado ese proceso de sanear endeudamiento", ha señalado Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España. Y ha destacado que las grandes grupos consolidados cada vez se financian más reteniendo beneficios y apelando a los mercados en lugar de pidiendo el dinero a los bancos.

Suben los salarios

La mejora de los beneficios va acompañada de unos mayores gastos de personal. Sin embargo, este año se ha producido una cierta desaceleración de la creación de empleo. Si el año pasado crecía un 2,5%, en 2018 solo avanza un 1,7%. El motivo de que se desembolse más en la plantilla pero engorde menos la contratación es que los salarios aumentan: un 1,5% en los nueve primeros meses de 2018 frente a un repunte del 0,4% en 2017 y una caída del 0,8% en 2016.

El alza salarial es la mayor desde 2009 y sucede pese a que cuando se crea empleo se suele contratar con sueldos más bajos y, por tanto, provoca un efecto composición que tira hacia abajo de las retribuciones medias. Curiosamente, el repunte de los salarios medios se está concentrando en aquellos sectores donde se genera ocupación con menor intensidad. El Banco de España no ha querido establecer una relación directa y explica que las ramas que están creando más empleo pueden estar sufriendo ese efecto composición al contratar a trabajadores con una productividad menor y, por ende, remuneraciones más bajas. En cualquier caso, la negociación de los convenios colectivos está arrojando unas subidas salariales del entorno del 2%, ha apuntado Arce.

La creación de puestos de trabajo se extiende ya a todos los sectores y, por cuarto año consecutivo, el número de empresas que contratan es mayor que el que destruye. En 2018, más de la mitad de compañías generaron empleo frente a algo más del 30% que despidió.

Por primera vez desde que se vuelve a crear empleo, la tasa de crecimiento de los fijos en estas empresas supera a la del temporal: los indefinidos suben un 2%, muy por encima del 0,3% que apenas aumentan los temporales. Arce ha subrayado que la aceleración de la contratación indefinida también se aprecia en la Encuesta de Población Activa del INE, aunque de forma gradual y todavía a tasas modestas.

"En general, la situación es favorable para que las empresas sigan elevando la inversión y contratando personal, aunque la evolución de estas variables dependerá también del contexto externo, en el que persisten riesgos importantes", ha concluido Arce.