Ikea retira del mercado 45.000 mesas tras denunciar 50 clientes que una parte se cae
La retirada afecta a unidades del modelo Glivarp en color blanco que se hayan comprado desde el 1 de enero de 2017 en adelante
La compañía de muebles Ikea ha anunciado este martes la retirada de 45.563 mesas del modelo Glivarp por presentar riegos de caída de un tablero de extensión. Es la cantidad total de unidades de ese modelo en color blanco vendidas desde enero de 2017.
El anuncio se produce después de que 50 consumidores advirtieran a Ikea de que se caía la parte extensible del mueble. El modelo también se fabrica en acabado metálico, pero esa variante no ha sido retirada.
Como resultado de las caídas de los tableros extensibles, la compañía ha tenido conocimiento de que seis personas resultaron heridas y que, de ellas, tres necesitaron atención médica, según ha declarado la portavoz Therese Fagerstedt a la agencia AFP.
El modelo, comercializado en tamaño pequeño (75 x 70 x 74 centímetros) y grande (115 x 70 x 74 centímetros), tiene un precio de 199 euros o 249 euros, respectivamente. En las instrucciones on line del producto se precisa que solo se necesita una persona para abrir la mesa.
La compañía ha solicitado a sus clientes en todo el mundo, a los que ha pedido disculpas, que dejen de usarla y se pongan en contacto con Ikea para "su reembolso o sustitución por otra similar", sin necesidad de que presenten el comprobante de compra.
En los últimos años la empresa se ha comprometido con los consumidores a revisar las quejas o los avisos por defectos en los productos. Cuando decide una retirada, la anuncia en un apartado de su página web.
En 2016 la compañía apartó del mercado estadounidense variantes del modelo de cómoda Malm, tras la muerte de tres niños sobre los que había caído el mueble. Ikea ofreció a 29 millones de clientes que la habían adquirido la devolución del dinero o el envío gratuito de un técnico que anclara las cajoneras a la pared.
Los últimos productos sacados de la comercialización han sido los plafones del modelo Calypso, el pasado septiembre, por posible riesgo de caída; la bicicleta Sladda, en mayo, por posible rotura de la cadena; y la placa de gas Eldslaga, en abril, por superar los índices de emisión de monóxido de carbono. En este último caso, el producto se retiró para ser reparado.
Además de mobiliario, en el pasado la compañía ha alertado a sus clientes acerca de bolsas de golosinas, chocolates o una capa de disfraz de murciélago, por "riesgo de estrangulamiento o lesiones en el cuello", informó Ikea en su página corporativa.
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