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Microdonaciones con macroimpacto

Teaming significa solidaridad en equipo. Un pequeño paso para quienes donan, una gran ayuda para quienes reciben. Así lo aplica Cinfa en más de 40 proyectos sociales

Naia es una san bernardo, amiga y terapeuta de los niños del Centro de Educación Especial con el que Cinfa colaboró.
Naia es una san bernardo, amiga y terapeuta de los niños del Centro de Educación Especial con el que Cinfa colaboró.

La mayoría de los lectores seguramente nunca habrá oído hablar del síndrome de West, del síndrome de Prader Willi o de la leucodistrofia. En cambio, la mayoría de empleados de Laboratorios Cinfa seguramente conocen esas enfermedades. Tienen un contacto directo con ellas, aunque en sus familias no haya ningún caso.

La conexión para ellos es el Teaming, un modelo de donación en equipo que Cinfa hizo suyo en 2011, cuando la charla motivadora del holandés Jil Van Eyle causó un impacto inmediato en la empresa. El inventor del modelo hablaba como economista, pero sobre todo como padre de una niña con hidrocefalia que se había topado con frustrantes barreras para su tratamiento.

“El equipo del Teaming son los empleados que hacen una aportación simbólica, un euro de cada nómina. Individualmente es invisible, pero unidas tienen un gran valor para cualquier causa social que elijan democráticamente los propios empleados”, explica Van Eyle. “Es una de esas ideas tan sencillas y eficaces que te preguntas por qué no se inventó mucho antes”, añade la principal impulsora del proyecto en Cinfa, Edurne San Román, del Área de Calidad de Proveedores. La dirección de la empresa se sumó enseguida con el compromiso de doblar las cantidades recaudadas.

Más de 140 mil euros recaudados por el Teaming de Cinfa desde 2012

En total, se destinan 3.500 euros por iniciativa. Muchas pertenecen al entorno cercano de los trabajadores que las proponen. Desde 2012, primer año del Teaming, ya van más de 40 causas, suficientes para dibujar un mapa de las necesidades reales en la comunidad alrededor de la empresa. “A veces son casos individuales que conocemos los empleados, o asociaciones pequeñas que nunca salen en los medios y no reciben apenas ayudas”, explica San Román.

Casos como el de Aitor, uno de los primeros niños atendidos, hijo de una trabajadora de Cinfa. Nació con nueve semanas de adelanto, muy poco peso y sin tono muscular ni fuerza. Solo salió adelante gracias a unos cuidados que, de una forma u otra, necesitará toda la vida. Con cuatro meses le diagnosticaron una grave deficiencia genética que frena su desarrollo físico y cognitivo, conocida como síndrome de Prader Willi.

Teaming es un modelo de donación en grupo.cada empleado hace una aportación simbólica, un euro de su nómina, destinada a una causa elegida por ellos y en la que la empresa también colabora

“Los niños como él necesitan una atención constante y costosa. Sabemos que nuestra aportación no llega a todo, pero también entendemos el Teaming como ejemplo de responsabilidad social corporativa (RSC) para que otras muchas empresas se sumen”, dice San Román. El año en que ayudaron a Aitor, la aportación de Cinfa cubrió el 60% del tratamiento de estimulación cognitiva, fisioterapia y logopedia. Esa atención temprana es clave para multiplicar las posibilidades de desarrollo y, por tanto, la calidad de vida para siempre.

Naia, Vega y Maña son otros nombres vinculados al Teaming. En este caso, no se trata de personas con necesidades especiales, sino de perros con habilidades sociales: una san bernardo, una golden retriever y una perrita mestiza, tres terapeutas de la escuela canina Otsanda que conocieron muy bien a los niños y niñas del Centro de Educación Especial Andrés Muñoz Grande (Pamplona).

El Teaming de Cinfa ha colaborado también con el trabajo de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (ADACEN).
El Teaming de Cinfa ha colaborado también con el trabajo de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (ADACEN).

Basta verles recostarse sobre Naia para entender cómo la terapia canina ayuda a niños con autismo, síndrome de Down o síndrome de West, una alteración cerebral que requiere estimulación permanente. “Estas actividades rompen la rutina, activan su motivación en el aprendizaje y, además, les presentan a un amigo que les acepta con sus fortalezas y debilidades, un amigo incondicional. Así disminuyen sus miedos y tensiones, aprenden a respetar la diferencia, a trabajar en equipo y mejoran su comunicación y su autonomía”, explican en el Centro.

Cinfa se suma al teaming de sus empleados con el compromiso de doblar las cantidades recaudadas

Comunidad solidaria

Después de seis años de Teaming, Cinfa entiende que el apoyo alcanza a toda la familia, especialmente a los cuidadores. Así sucede con los padres de Aitor, Daniel, Nerea, Noa, Asier, Jonan, Amaia, Xavier, Maialen… entre otros muchos niños atendidos, o con los casos de alzhéimer y demencias severas en la Clínica Josefina Arregui (Alsasua). Lo sabe bien Mari Cruz Martínez, su marido necesita atención las 24 horas y que en la clínica lo cuiden unas horas al día a ella le permite recuperar fuerza, sobre todo moral.

“El alzhéimer afecta a entre 500.000 y 800.000 personas en nuestro país, pero repercute en la vida diaria de 3,5 millones. Nos puede tocar a cualquiera”, apunta José Joaquín Roldán, director médico de la Clínica. “Por eso valoramos tanto el respaldo de Cinfa. Si en algo es importante la solidaridad, es en enfermedades donde el apoyo de los familiares y del entorno es vital”.

Estos tres proyectos sirven como ejemplos, pero la variedad del Teaming es tan amplia como las carencias sociales. Cinfa también ha apoyado a jóvenes con síndrome de Down en prácticas no laborales, becas para las comunidades Masai en Kenia, talleres de inserción laboral para mujeres inmigrantes, la investigación sobre el síndrome de Rett, una residencia materno infantil de acogida, viviendas comunitarias para personas sin recursos… “Y lo que nos queda por hacer –concluye Edurne–. El Teaming ya es una institución en esta empresa”.

¿Quieres ayudarte? Ayuda a los demás

Cualquier persona que participa en cooperación lo sabe: ayudar ayuda a quien ayuda. En el caso de Cinfa, esta máxima se traduce en un mayor sentido de pertenencia a la empresa. Y en un mayor reconocimiento por parte de la sociedad.

Los empleados teamers proponen los proyectos más motivadores, los promueven entre sus compañeros, los eligen y perciben sus resultados. La transparencia es prioritaria y no solo pueden visitar algunos proyectos, también reciben informes sobre el resultado tangible de su aportación económica.

Según Edurne San Román, esta dinámica nutre el espíritu de equipo. “Es emocionante la implicación de los compañeros en la propuesta y la votación de iniciativas, o en su difusión para que tengan un mayor eco social. A veces se trata de casos individuales invisibles, que nos tocan directamente entre familiares, vecinos, amigos”. El Teaming abre cauces para atender esas necesidades más pequeñas o particulares que es complicado abordar desde el canal institucional de la RSC.

"Me he identificado más con Cinfa porque comparto al 100% los valores que representa. La satisfacción personal que recibimos los teamers con cada proyecto no tiene precio", comenta Fernando Lassa, empleado de Cinfa.

Esta noticia, patrocinada por Cinfa, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.

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