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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Alerta bursátil ante el cambio de ciclo

Los mercados europeos se ven afectados por la incertidumbre política del Brexit, Italia y el auge de los nacionalismos

Rafael Ricoy

La situación bursátil refleja un momento de máxima volatilidad, en parte acentuada por los sistemas de trading, basados en la gestión pasiva con fondos cotizados (ETFs) y algoritmos que intensifican la magnitud de caídas cuando salta una señal de alarma. ¿Por qué se da esta situación? Hay un temor a que el crecimiento en Estados Unidos se desacelere por la subida paulatina de los tipos de interés. Tras el alza gradual de tipos desde el 0,25% en 2015, el ritmo se ha acelerado este año, con tres subidas consecutivas hasta el 2,25% actual y no se descarta que haya una cuarta en diciembre, e incluso subidas adicionales en 2019. La subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) supone una clara amenaza para el mercado, por cuanto influye negativamente en la valoración de los activos.

Algunos analistas niegan la posibilidad de una recesión a corto plazo, pues la economía sigue siendo sólida y los fundamentales saludables. Estados Unidos sigue creciendo por encima del 3% y los resultados empresariales del tercer trimestre lo hicieron al 23%. Los expertos estiman que un 10% de este crecimiento se debe a un hecho excepcional como es la reforma fiscal pero, descontando su efecto, el 13% de incremento resulta positivo. El informe de octubre del FMI ha revisado las proyecciones de crecimiento de la zona euro ligeramente a la baja, manteniéndose en el 2% para 2018 y 1,9% para 2019, frente al 3,1% y 2,3% de EE UU.

Los mejores resultados empresariales favorecen la inversión y el empleo. De hecho, la tasa de paro de EE UU se sitúa en el 3,7%, la más baja desde 1969, y cabe esperar que las subidas salariales provoquen inflación, lo que podría suponer nuevas subidas de tipos. La Fed se encuentra en fase acomodaticia y muy cerca de la neutralidad, en cuyo caso la subida de tipos dependería de la tasa de inflación. Otro factor a tener en cuenta es el drenaje de liquidez por parte de la Fed, que está reduciendo su balance, aunque la regulación del sector financiero se ha suavizado con Donald Trump y está liberando recursos de los bancos, lo que favorece la concesión de créditos.

La situación en la eurozona va con retardo. El Banco Central Europeo (BCE), aunque ha reducido sus compras a 15.000 millones de euros, en principio hasta diciembre, sigue inyectando liquidez. El efecto conjunto de la retirada de liquidez por parte de la Fed y la reducción de compras del BCE hace que, por primera vez en años, la situación haya pasado de expansiva a contractiva. Es prematuro hablar de subidas de tipos por el BCE hasta por lo menos el tercer trimestre de 2019, en función de su impacto en la estabilidad de la eurozona.

La evolución de los índices bursátiles refleja claramente un mejor comportamiento de la Bolsa americana a partir de 2011. La fortaleza americana ha llevado a sus índices a crecimientos muy por encima de la situación precrisis de 2007. El Dow Jones experimenta un crecimiento del 79,14% y el S&P un 74,16% respecto a máximos de 2007, mientras que el Nasdaq se ha multiplicado por 3,08 veces. Por su parte, el Euro Stoxx 50 refleja todavía una pérdida del 29,47%. Son probablemente los grandes valores tecnológicos los que más han revalorizado el mercado americano y, sin duda, una moneda fuerte, aunque pueden verse afectados por la caída de la demanda en China. La subida de tipos por parte del BCE puede mejorar la cotización de los bancos europeos, aunque seguirán bajo una fuerte presión regulatoria.

Se trata de una situación muy compleja, en que las Bolsas europeas se ven afectadas por la incertidumbre política que genera la realidad del Brexit, el caso de Italia y el resurgimiento de los nacionalismos, a lo que se añade la mayor dificultad de salida en caso de problemas, porque el retraso en la normalización de la política monetaria deja al BCE en una situación difícil con escasas herramientas.

El problema es identificar cuándo puede producirse un cambio de ciclo y, más importante, cuándo es el momento de situarse en renta fija. De momento, muchos inversores están apostando por la economía real.

Petra Mateos es catedrática de Economía Financiera

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