Falabella no quiere seguir los pasos de Toys ‘R’ Us
Los grandes almacenes chilenos se refuerzan en el área digital con la compra de Linio y lanzan las primeras franquicias de Ikea en Latinoamérica
Con más de 110 tiendas distribuidas entre Chile, Argentina, Colombia y Perú, Falabella es la cadena de grandes almacenes más importante de Sudamérica. La compañía de letreros verde manzana es asimismo el corazón de un conglomerado (Empresas Falabella) que abarca también 251 hiperferreterías, 42 centros comerciales, 129 supermercados y un potente negocio financiero. Fundado en Chile en 1889, el grupo no quiere el destino de otros gigantes minoristas, como las estadounidenses Sears o Toys R Us, que con una historia de décadas en la cima comercial no sobrevivieron a los tiempos de Amazon. En agosto, anunció la compra del 100% de Linio, una de las mayores plataformas de comercio electrónico de la región. Esta operación se inscribe dentro de un plan de inversiones de 3.900 millones de dólares para 2018-2021.
En la compañía, que en 2017 facturó un total de 14.586 millones de dólares, un 5% más que el año anterior, repiten como un mantra que el gran objetivo es transformarse en “un ecosistema físico y digital”. El alcance de sus formatos de comercio tradicional es considerado una fortaleza. “La entrega en tiendas representa una parte muy importante de nuestras ventas en el canal online. Es la suma de nuestras capacidades las que nos hacen visualizar a Falabella como un negocio físico y digital que dé una solución completa al cliente”, explican en Falabella. En 2018 hubo novedades importantes en ambos planos. Además de la compra de Linio, una operación de 138 millones, anunció el desarrollo de las primeras franquicias latinoamericanas de la sueca Ikea, con la apertura de nueve tiendas en Chile, Perú y Colombia durante la próxima década. La primera inauguración está prevista para la capital chilena en 2020.
Los anuncios tuvieron también un peaje financiero para el grupo, controlado por las familias Cuneo, Solari y Del Río. En octubre pasado realizó una ampliación de capital con el que recaudó 550 millones. “Un 58% de la oferta fue suscrita por inversores internacionales, incluyendo hedge funds, fondos institucionales de largo plazo, fondos soberanos y fondos de pensiones regionales”, detallan fuentes de la empresa.
La adquisición de Linio permitirá a la compañía acelerar su crecimiento en el comercio electrónico. La operación llegó en un momento en que Amazon evalúa nuevas inversiones en la región y la china Alibaba busca incrementar sus ventas en América Latina. “Nuestro objetivo es transformarnos en la plataforma online y offline líder en la región”, afirman en Falabella. Las ventas por Internet, sin embargo, todavía son una parte minoritaria del negocio de la compañía: en 2017 alcanzaron un total de 769 millones de dólares si se suman sus cadenas de grandes almacenes, hiperferreterías y supermercados, lo que representa apenas un 6,5% del total.
Marcel Goic, director del Centro de Estudios del Retail de Chile, afirma que con la compra de Linio, Falabella dispone ahora de una implantación regional bien desarrollada, lo que le permitirá expandir su oferta más allá del surtido de sus cadenas minoristas. “Además, la presencia de Linio en su ecosistema digital le provee de un brazo más flexible para experimentar con nuevas políticas comerciales y adaptarse a un negocio dinámico sin necesidad de mover a todo el conglomerado”, afirma este experto. “De cualquier modo, el éxito de la compra dependerá de la capacidad que tenga el grupo de explotar las potenciales sinergias”.
En Falabella subrayan que Linio es el “complemento ideal” para la compañía. Entre otras cosas, destacan que la plataforma online posee una potente base de vendedores que les permitirá ampliar la oferta de productos, mientras que Falabella aporta economías de escala al área de compras y unas capacidades logísticas que fortalecerán a Linio. El sistema de recogida en tienda de los productos comprados por Internet, con centenares de puntos de venta, será otro “activo diferenciador” para la empresa incorporada, apuntan.
Quizás sea más determinante aún el aporte financiero de Falabella, que permitirá a la plataforma de compra y venta online ofrecer mejores opciones de pago y acceder a mejores ofertas de crédito y financiación. En los años ochenta, cuando la bancarización en Chile y en América Latina era todavía muy baja, Falabella lanzó CMR, una tarjeta multi tiendas que hoy da servicios financieros a 5,2 millones de clientes en Chile, Colombia, Perú, Argentina y México. “Encontraron un nicho del mercado del crédito masivo y de bajo volumen con el que tuvieron éxito tanto en Chile como en la región”, cuenta Goic.
Financiación
Sus servicios financieros se ampliaron a finales de los años noventa, cuando comenzó a operar el Banco Falabella. Recientemente, el conglomerado obtuvo la aprobación de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile para integrar CMR y su entidad bancaria, una operación que esperan concretar antes de fin de año. “Tras la integración, Banco Falabella será el mayor emisor de tarjetas de crédito de Chile”, adelantan.
Por su parte, la alianza con Ikea se inscribe dentro del plan del grupo sueco de expandirse a 12 nuevos mercados en los próximos años y alcanzar 3.000 millones de potenciales clientes en 2025. “Será una expansión más rápida y más grande que cuando entramos en otros mercados en el pasado”, explicó recientemente a Bloomberg el consejero delegado de Ikea Inter (la firma que gestiona las franquicias del grupo sueco en el mundo), Torbjorn Loof, en referencia a la apuesta sudamericana. La mayor velocidad del proceso, explicó, se debe a que el grupo está en medio de una transformación para orientar sus recursos hacia los mercados emergentes y hacia experiencias de compra alternativas, como el comercio electrónico y las tiendas ubicadas en zonas céntricas de las ciudades.
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