Adveo se hunde en Bolsa tras anunciar que un inversor extranjero quiere controlarla comprando su deuda

Adveo ha comunicado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que un inversor industrial internacional ha presentado a BBVA, Sabadell, CaixaBank, Santander, Bankia y Kutxabank, que poseen la deuda financiera de la compañía, una oferta no vinculante para comprarles esa deuda "en términos y condiciones que no han sido facilitadas". Avdeo viene atravesando problemas financieros en los últimos años y recientemente había conseguido que los bancos le diesen una inyección de liquidez para poder seguir operando con normalidad.

Adveo mantiene el misterio sobre quién es el inversor que pretende hacerse con la compañía. Sin embargo, el hecho de que hable de un inversor industrial y de que mencione que para la operación daría lugar a una "concentración empresarial sujeta a la normativa comunitaria" y que "contribuiría a construir un grupo líder multicanal en Europa" permite deducir que se trata de un competidor europeo. En los últimos meses se ha especulado con el potencial interés de la alemana PBS Holding por Adveo. También suena como candidato Staples o, más concretamente, Staples Solutions, la filial europea de dicho grupo que fue adquirida por Cerberus en 2016 y en la que la firma estadounidense conserva un 15%.

A su vez, Adveo explica el inversor ha comunicado a la propia empresa "su voluntad de adquirir la deuda financiera para su capitalización", esto es, para canjearla por acciones de nueva emisión. De nuevo, los términos económicos no han sido concretados, pero según Adveo anticipan "una significativa y relevante dilución para los accionistas".

Las acciones de la compañía se han hundido en Bolsa y han llegado a perder hasta dos tercios de su valor durante la sesión. Los inversores penalizan esa fuerte dilución. al cierre, la cotización de Adveo ha caído un 57,3%, hasta los 0,79 euros por título.

Además, aunque el inversor pretende tomar una participación de control en la compañía, su voluntad es evitar el lanzamiento de una opa, de modo que pedirá la dispensa que se otorga a ciertas operaciones industriales de concentración.

La compañía tenía antes del anuncio un valor en Bolsa de solo unos 40 millones de euros, mientras que su deuda financiera neta es de 149 millones. Por tanto, si la deuda se convierte en capital, los accionistas actuales sufrirán una fuerte dilución y podrían quedarse con menos de una cuarta parte de capital.

Los bancos han solicitado que Adveo permita hacer al inversor una auditoría y revisión de sus cuentas y de su negocio (due diligence) y el consejo de la compañía ha decidido aceptarlo, "sin perjuicio del análisis de los términos y condiciones concretos de la transacción", según señala la empresa a la CNMV.

"Una operación como la planteada, supondría la desaparición de la deuda financiera, lo que resolvería de una forma definitiva el problema de endeudamiento estructural que arrastraba la compañía , y contribuiría a construir un grupo líder multicanal en Europa en el espacio de las soluciones para el entorno de trabajo, en línea con nuestra estrategia declarada", declara la empresa, que recuerda que en todo caso la posible operación estaría sometida a la normativa de concentraciones y a la del mercado de valores.