¿Estás pensando en contratar un plan de pensiones? Las cosas en las que debes fijarte
Si quieres ahorrar para complementar tu pensión, estos son los consejos de los expertos
Lo que se ingresará una vez llegue la jubilación es una de las tres principales preocupaciones para el 16% de los españoles según la encuesta de mayo realizada por el CIS, por detrás del paro (33%) y de problemas de índole económica (22%), y por delante de la sanidad (10,7%) y las cuestiones relativas a la calidad del empleo (10,4%). Además, el 63,6% de los participantes en un estudio de la aseguradora Santalucía alude a la jubilación como el momento de la vida que más le inquieta en términos financieros, por encima de la compra de una vivienda (53,5%), los estudios (22,9%), la emancipación (17,1%) y el nacimiento del primer hijo (16,5%).
Sin embargo, el ahorro de los españoles está bajo mínimos y los planes de pensiones, que en determinados casos constituyen una opción a tomar en cuenta para la jubilación, no salen de su preocupación. ¿Todo el mundo debería plantearse aportar a un plan de pensiones? ¿A qué necesidades responden estos instrumentos de ahorro finalista? Y, sobre todo, ¿basándose en qué parámetros habría que escogerlos?
¿Un complemento necesario?
La portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, defiende que debe ser la pensión pública el sustento esencial de los jubilados presentes y futuros. Aun así, resalta también que “el ahorro individual complementario será cada vez más necesario”, como consecuencia de la progresiva disminución del número de personas que realizan aportaciones a la caja del sistema de reparto y el aumento del número de pensionistas que solicitan cobros. “Todos deberíamos plantearnos ahorrar algo para la jubilación”, opina el experto en finanzas del comparador bancario iAhorro, Antonio Gallardo.
Y si la OCDE calcula que la pensión pública en España supone alrededor del 80% del salario previo a la jubilación, la responsable del departamento técnico de pensiones de la aseguradora Aegon, Aurora Martín, cree que “España tendrá que adecuarse a su entorno” y reducir la llamada tasa de sustitución. Esta es del 59% de media en la UE, y del 74%, 69%, 55%, 37% y 30%, en Portugal, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido, respectivamente. Lo que justifica, en sus palabras, que “desde diversos ámbitos se recomiende fomentar el ahorro privado para la jubilación”.
Tus propias características cuentan
De esta manera, antes de valorar los planes de pensiones, habría que descubrir si somos buenos candidatos para tener uno. Lo primero a lo que hay que atender, señala Marín, es a nuestra capacidad de ahorro. Si es apreciable, adelante, pero con una advertencia: “la aportación a un plan tiene que ser sistemática, mensual y a primero de mes”, zanja.
Nuestra edad y el plazo que resta hasta la jubilación ocuparán también un sitio especial en la toma de decisión. Con esos datos, por una parte calcularemos el importe que debemos ahorrar para alcanzar un complemento a la pensión pública que permita mantener nuestro nivel de vida. Por otra, escogeremos planes que inviertan menos en renta variable (con más riesgo) cuanto más cerca estemos de nuestra salida del mercado laboral. Por la misma razón, un perfil conservador preferirá la renta fija.
Por último, “hay que ser consciente de la complejidad y del tiempo que los cálculos financieros relativos a un plan de pensiones requieren, por lo que en algunos casos será mejor acudir a un profesional que nos asesore”, sugiere Marín.
El ahorro no sustituye las pensiones públicas
Pero, ojo. Regla número uno de la OCU: pensar que el ahorro privado pueda reemplazar la pensión pública en vez de constituir un complemento es un error. “Por mucho que la sostenibilidad de las pensiones en España se ponga en cuestión, la Seguridad Social es hoy en día más fiable que cualquier asegurador o banco”, asevera rotundamente su portavoz. Por ello, en su opinión, los autónomos deberían preguntarse si, en vez de aportar a un plan de pensiones, les conviene más incrementar su base reguladora de la Seguridad Social.
Además, ya que los planes de pensiones son fiscalmente interesantes, puesto que las aportaciones reducen las rentas del trabajo hasta 8.000 euros al año, tampoco les convendrán a todos aquellos que no estén obligados a pagar impuestos por sus ingresos o si estos proceden en su mayoría del ahorro, señala Izverniceanu. Y si el usuario tiene un patrimonio elevado del que pueda desprenderse con facilidad, un plan de pensiones se revelará sencillamente superfluo, según Gallardo.
Por el contrario, Marín resalta que las mujeres deberían analizar con detenimiento esta opción, ya que la brecha de género les golpea con dureza. “Las diferencias con los hombres en el trabajo, el salario o tareas no remuneradas se traducen en menores cotizaciones y por tanto en pensiones de jubilación más precarias”, destaca.
Para la OCU, el 75% de los planes es poco o nada rentable
Pero, llegado el caso, ¿cómo reconocer un buen plan de pensiones? Los dos factores comparables que Marín indica son unas comisiones de gestión y depósito ajustadas y un buen equipo de gestión de los activos que conforman los fondos en los que estos planes invierten. “Un buen equipo hay que pagarlo, pero, en general, compensará sobradamente su labor consiguiendo rentabilidad”, afirma.
El problema es precisamente esto, unos “rendimientos medios de los planes de pensiones muy escuetos, del orden del 2,7% en los últimos 10 años”, en palabras de Izverniceanu, y que “se acercan al 0%” en el caso de la renta fija, según Gallardo. “De los 207 planes que analizan nuestros expertos, el 75% no llega a alcanzar ni un aprobado”, dice la portavoz de la OCU. Para ella, no hay dudas: “La calidad de la gestión desempeñada no justifica las comisiones, salvo honradas excepciones”.
Las claves de un plan
Sea como fuere, Gallardo sugiere observar antes de todo en qué categoria de productos invierte un plan: “¿Es renta variable? ¿Mixta? ¿Fija mixta? ¿Fija a corto y largo plazo? ¿Garantizados?”. Una vez elegida una de estas categorías, habrá que analizar los puntos claves de un plan: las aportaciones mínimas, las comisiones, y el tipo de activo en el que se invierte.
Izverniceanu aconseja los planes que invierten directamente en acciones u obligaciones, frente a fondos y ETF, “que harían duplicar los gastos”. El rendimiento pasado, que según la portavoz “en ningún caso es garantía de rendimiento futuro”, debe estar en línea con los índices con los que se compara. Si los supera, mejor aún. “Y no te dejes llevar nunca por los regalos o promociones que sirven de gancho en la contratación”, avisa.
¿Cuándo aportar y cuándo rescatar?
Una vez resueltas todas estas cuestiones, es probable que un ahorrador se pregunte cuánto le conviene aportar a su plan de pensiones. Más allá del hecho de que, para maximizar las ventajas fiscales, es necesario agotar el tope de 8.000 euros al año, Gallardo prefiere centrarse en cuándo se pone dinero en el plan. “Es mejor aportar 50 euros al mes cuando tengas 30 años que 500 euros cuando tiene 55, ya que aquellos 50 euros tendrán un potencial de revalorización mucho más importante”, explica.
En cuanto a cuándo y cómo rescatar el plan de pensiones, Izverniceanu recomienda empezar a recuperar las aportaciones a partir del año siguiente al de la jubilación, cuando ya hayan bajado los ingresos del trabajo, para pagar menos impuestos. Y para no subir en los tramos del IRPF (lo que anularía o diluiría las ventajas fiscales acumuladas durante las aportaciones), “la mejor manera de rescatar un plan es en forma de renta financiera”, añade la portavoz de la OCU. Es decir, recuperar el capital poco a poco y no de golpe.
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