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Rajoy se despide con un récord de creación de empleo en mayo y el paro en el nivel de finales de 2008

La afiliación crece en 237.207 cotizantes el mes pasado y llega a 18,9 millones

Varios obreros trabajan en la construcción de un edificio en Sevilla. En vídeo, las reacciones de los sindicatos UGT y CC OO.Vídeo: PACO PUENTES / EFE
Manuel V. Gómez

Lo dicta la tradición: mayo es un buen mes para el mercado laboral. Pero este año ha sido mejor de lo que suele serlo. Tanto que este mayo ha sido el mejor de la serie histórica en creación de empleo. Si se mide con la afiliación a la Seguridad Social, se contó una media de 237.207 cotizantes más. También ha sido el mejor dato en un solo mes siendo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Con ello el instituto público contó 18,9 millones de afiliados. También el paro registró un buen comportamiento, bajó en 83.738 demandantes de empleo. Se situó en 3,25 millones, el dato más bajo desde diciembre de 2008.

Si hay un hito que marca el comienzo de lo peor de la pasada crisis, ese es la caída de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008. En España, en ese momento comenzó el hundimiento laboral. Mariano Rajoy llegó a la Presidencia del Gobierno entrado diciembre de 2011, pero eso no frenó un hundimiento que continuó hasta el comienzo de 2014. Entonces arrancó una recuperación que en creación de empleo está siendo muy rápida. Pero no ha sido tanto como para que el político gallego vea como España vuelve a ese punto del que están a punto de cumplirse 10 años en unos meses.

Lo que sí va a suceder finalmente es que sale del poder con más afiliados de los que encontró al llegar. Diciembre de 2011 acabó con una media de 17,2 millones; mayo ha acabado con 18,9 millones, según los datos del Ministerio de Empleo. El PP se queda así a las puertas de los 19 millones de puestos de trabajo en alta en la Seguridad Social. Hay que tener en cuenta que comparar diciembre, mes de temporada baja, con mayo, uno de temporada alta, supone una cierta distorsión estadística.

Pero también es cierto que en ese trayecto, buena parte del empleo creado es temporal y precario. Para llegar a esta conclusión, basta con observar la afiliación al régimen general según el tipo de contratos. En diciembre de 2011 había 6,63 millones de afiliados con contratos indefinidos; el mes pasado sumaban 200.000 más. En cambio, si se observa la evolución de empleados con contratos temporales y/o parciales el incremento es mucho de mayor: de 4,5 millones a 5,8 millones.

Este problema incluso se agrava si se toman todos los contratos que se firman, es decir, el flujo y no solo los vigentes. En estos años, se ha agudizado una tendencia que venía de lejos: el empuje de los contratos de más corta duración. Si en 2011 los de cinco días o menos supusieron algo más del 20%, en 2017 llegaron a ser casi el 26%, porcentaje que ha superado en los primeros cuatro meses de este año.

Sin embargo, otro punto que puede dejar un regusto amargo a los dirigentes del Gobierno del PP es que ese empuje de la precariedad empezaba a frenarse. Es habitual que en las salidas de la crisis empiece a crearse empleo barato. En esta ocasión, en cambio, esa situación se ha prologando durante mucho tiempo. Pero en los últimos tiempos se observa algún indicio de cambio: el empleo a tiempo parcial remite desde hace bastantes meses y los contratos indefinidos crecen mucho más que lo están haciendo los temporales.

“Sorpresa positiva”

Pero si algo causa cierta amargura en el Ministerio de Empleo, al que todavía no ha llegado el nuevo inquilino socialista, era que los datos de mayo eran muy buenos y este Gobierno ya no podía presumir de ellos como ejemplo de su gestión o, al menos, no como le gustaría hacerlo. Mayo se cerró con el mayor incremento de afiliación en ese mes de la serie histórica y eso que todos los mayos está plagado de positivas cifras. Tanto que incluso mejoró las expectativas de servicios de estudios como el de BBVA, que habló de “sorpresa positiva”. Eso y el número histórico fue lo que destacó el todavía secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, en su cuenta personal de Twitter.

Lo mismo, y por la misma vía, hizo el ya expresidente del Gobierno, que desde su cuenta de Twitter calificó los datos de “históricos”. Por su parte, la ministra de Empleo en funciones, Fátima Báñez,  retuiteó la valoración de Rajoy y colgó un vídeo en su cuenta en el que se destacan las buenas cifras  de mayo y de los últimos años, y que, además, acaba con el agradecimiento de ella.

Otra de las buenas noticias es que la desaceleración laboral vista en los últimos meses se detiene. Desde septiembre este porcentaje comparado con el del año anterior venía menguando décima a décima. Esta vez ha subido algo (del 3,07% de abril al 3,11%) y ha invertido la tendencia. Además de estos datos, apunta en la misma línea de una recuperación sostenida las cifras desestacionalizadas, en las que se eliminan los efectos de temporadas altas o altibajos propios de campañas puntuales en sectores como la agricultura. En afiliación se sostienen incrementos desde hace 43 meses.

Consciente de que el lunar del alto ritmo de creación de empleo se ha visto oscurecido por el tirón de la precariedad, el responsable del departamento del PSOE y uno de los nombres que suena con más fuerza para hacerse cargo del Ministerio del ramo, Toni Ferrer, puso el foco en que el futuro Gobierno “trabajará para que la reducción del paro y la consecuente creación de empleo se produzcan de modo más independiente a la evolución estacional, con bases más sólidas, reduciendo la temporalidad y revirtiendo a los trabajadores los derechos que han perdido en los últimos años”. Esta última parte supone apuntar directamente a la reforma laboral de 2012.

Foto: atlas | Vídeo: ATLAS

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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